Roberts y Salin terminaron acalambrados

El calendario comienza a pasar factura en el Unicaja. Aunque ya sólo disputa la ACB, los 44 partidos que se disputaron desde octubre comienzan a hacer mella en las piernas de algunos jugadores. Buen ejemplo son Brian Roberts y Sasu Salin, que terminaron acalambrados el partido contra el Obradoiro, donde los de Luis Casimiro consiguieron un valioso triunfo. Un esfuerzo físico que comienza a pasar factura en una plantilla que tuvo que multiplicarse en algunos casos para hacer frente a las bajas.

El estadounidense y el finlandés fueron los dos que más jugaron frente a los gallegos. Casualmente, numéricamente, junto a Carlos Suárez, destacaron sobre el resto. El caso de Roberts es especial. Con la lesión de los otros bases puros del equipo (Alberto Díaz, Jaime Fernández y Boatright), el técnico alargó su paso por el banquillo hasta lo máximo. Los primeros 25 minutos del partido estuvo sobre la pista. El '22', el más veterano del plantel, evidenció algún gesto de cansancio e, incluso, en alguna transición renunció a correr. Tiene muy buen físico, pero pagaba el sobresfuerzo. Promedia 24 minutos en el parqué y se fue hasta los 31, sólo jugó más en la Liga Endesa frente al Real Madrid (hubo prórroga).

Algo similar le ocurrió a Salin, que también jugó más de lo habitual. Concretamente, unos cinco minutos más. El escolta es todo entrega en ambos lados de la pista y en un partido con tanta tensión, había mucho en juego para el Unicaja, el desgaste es mayor. De ahí esos calambres al final. Ambos son dos de los siete jugadores (también Waczynski, Wiltjer, Shermadini, Lessort y Milosavljevic) que lo jugaron todo. Roberts pasó la barrera de los 1.000 minutos (1.060), por los 972 de Salin. El siguiente es el de Martinica, con 920. Para paliar esto, Casimiro dio descanso al equipo en la jornada del lunes. Este martes, el plantel cajista comenzará a preparar el duelo con el Tecnyconta en Zaragoza de la próxima jornada.