Lucas, por sus entrenadores

Unicaja Baloncesto | Perfil de Lucas Muñoz

Manolo Bazán, Chiki Gil y Paco Aurioles hablan sobre el crecimiento del cordobés, al que entrenaron en la cantera

Lucas Muñoz, en la Minicopa de 2015. / Acb Photo
Jesús María Noguera

27 de marzo 2019 - 05:41

Lucas Muñoz (Lucena, 2001) es uno de los productos más puros de la cantera del Unicaja. Ya pasó un lustro desde que cambió La Rambla cordobesa por la Avenida Gregorio Diego. Cinco años que le sirvieron para cruzar la pasarela que lleva de Los Guindos al Carpena. Un caramelo que el joven saboreó durante 50 segundos hace unos días. Detrás un camino largo que explican muchos de los hombres que lo tutelaron en este tiempo.

Su aterrizaje en Málaga fue cuestión de horas tras destacar en su tierra. "Probó en septiembre y el mismo día se le dijo de fichar. A los dos o tres días estaba aquí", rememora Manolo Bazán, que fue el primer técnico que lo dirigió tras su incorporación, mientras habla de cómo fue su adaptación: "Lo pasó un poco mal el primer mes, no en el tema baloncesto porque tenía talento. Pero el salir de casa le costó. Por las noches echaba de menos a sus padres". Ya llevaba algún que otro tiempo en el radar verde. "En infantil destacaba en Córdoba siendo prefintantil, era uno de los niños de mayor proyección a nivel andaluz", advierte Bazán, mientras Chiki Gil va más allá: "Le hago seguimiento desde minibasket en el Andaluz que se juega en Cádiz, ahí lo conocemos".

En el 2015, Lucas vive uno de sus momentos de más efervescencia desde que llegó a la Costa del Sol. Se lució en la Minicopa de 2015, el mayor escaparate a esa edad. El Unicaja quedó segundo tras perder con el Real Madrid, pero el joven, que entonces jugaba con unas gafas muy características que le definían hasta hace poco, salió ovacionado del pabellón. Lo recuerda Bazán, que estaba al mando: "Aquello es una de las cosas que quedan grabadas para siempre. Decido quitarlo y el pabellón entero se pone a aplaudirle, el CID entero. 3.000 ó 4.000 personas aplaudiendo. Te quedas a cuadros porque no lo esperas, nunca me había pasado una ovación de ese tipo. Hizo un buen partido, pero no fue MVP".

Manolo Bazán, entrenador del infantil

"La ovación del CID se queda grabada para siempre, te quedas a cuadros, no lo esperas"

No dista de la versión de Paco Aurioles, que lo entrenó en su salto al junior el curso pasado. "Entró para ser el jugador más importante, mostrando sus virtudes. Además, en esa edad se ve mucho. Destacaba por su personalidad. Hizo un año muy bueno y tuvo su final en la Minicopa, fue un trampolín porque destacó mucho. Jugó la final a un nivel muy alto, sostuvo al equipo casi él sólo. Su primer año fue llegar y besar el santo", admite el ahora ayudante de Luis Casimiro, que habla de su crecimiento: "Los jugadores que destacan muy pronto y que ven pasar a gente por el desarrollo físico les provoca desequilibrio. Él lo tomó con mucha madurez. Su etapa cadete no fue igual que la infantil. Cada vez parecía que iba a tener más dificultades, pero el año pasado fue bueno. Fue un jugador destacado, fue de los mejores tiradores de la liga. Él y Ale Scariolo. Cada año será una reválida porque cada vez es más difícil. El año que viene será más complicado. Debe pelear con su mentalidad para ser disciplinado y seguir creyendo en él".

Los entrenadores hablan de los pasos que debe dar de aquí en adelante. "Él siempre ha sido un base anotador y su evolución es clara, ahora conoce mejor el juego y asiste más. También es capaz de defender y eso para un base de sus características es básico", explica Chiki, que es segundo de Germán Gabriel en el EBA, donde Lucas es capitán. El técnico verde habla de sus virtudes: "En la pista claramente él es capaz de meter esos tiros finales, es un killer. Y su capacidad para jugar dos contra dos, de bloqueo directo, de juego sin balón, mano a mano, pick and roll, él produce mucho. Su tiro tras bote es mortal".

"Es el papá de todos los chicos, sobre todo, los que están en la residencia", asegura Chiki Gil, que habla del camino a recorrer para poder asentarse al primer nivel: "Siempre que hablo de un base de sus características, digo que tiene que dominar el ratio de asistencias, recuperaciones y pérdidas. Si lo domina tiene mucha proyección". Él que lo ha moldeado en dos etapas tiene claro cuál debe ser su referente: "Me gusta a los chicos darle un role model [jugador modelo] que sea de la cantera. A él siempre le he comentado que se tenía que fichar mucho en Pepe Pozas. Se ha sabido reinventar para ser un jugador de élite".

Wiltjer felicita a Lucas Muñoz. / acb photo

"Era el mismo que es ahora, muy trabajador, muy buen compañero, es difícil hablar mal de él. Es un ejemplo a seguir. Ha cambiado la edad, ahora es un poquito más maduro. Siempre ha sido muy centrado, muy responsable, muy buen estudiante. Lleva todo para adelante", le piropea Bazán, su tutor en sus primeros tres años en Málaga, mientras analiza su siguiente paso: "Hay bastantes jugadores pequeños a gran nivel como Campazzo o Pozas. Es muy bueno, si lo vamos a cortar por pequeño... además no lo veo tan pequeño. No lo excluiría por el físico, tiene talento, buena mano y técnicamente es bueno. Echarlo para atrás por el físico me parecería un crimen".

Chiki Gil también cree que el desarrollo del juego le beneficia: "Siempre digo que como evoluciona esto, el tema de posiciones... El Barça juega con dos bases, con Heurtel y con Pangos. El Madrid también. Nosotros en el EBA siempre jugamos con dos bases y se compenetran bien [Pablo Sánchez y Scariolo son los otros dos]".

No se aleja mucho de la visión de Aurioles, que conoce bien la posición de uno. "En los jugadores tan pequeños está claro que el desarrollo mental y físico son las dos cosas que tienen que mejorar porque técnicamente es un jugador preparado. Su capacidad dependerá en ver cómo su desarrollo físico le dará para convertirse en un jugador como Campazzo, que juega con esa estatura porque es rapidísimo y fortísimo", comenta el técnico, que profundiza: "Si trabaja al mismo nivel que los demás le superarán jugadores más rápidos y fuertes. Eso es difícil mentalmente. Él su parte ofensiva, tiro y pase, es muy buena; y defensivamente, siempre mantiene una actividad constante y es intenso. Debe aprender a ser un profesional que quiere mejorar día a día, en lo físico y mental para superar la dureza que tiene eso". El ayudante de Casimiro añade un ejemplo: "En Hospitalet lo hizo muy bien contra Theo Maledon, el mejor base del torneo. Ese chico, que es de su edad, es el base del Asvel e irá a la NBA".

Aurioles ha visto trabajar a Lucas Muñoz con el primer equipo estos días y comenta sus impresiones. "Son semanas más exigente que otras durante el año porque al no haber partidos se entrena con más volumen y carga, él se adaptó perfectamente. No parece que sea un jugador diferente. Está haciendo un grandísimo trabajo a un nivel muy alto", comenta, mientras aporta un detalle interesante: "Al haber venido en pretemporada les quita un poco el miedo. También ayuda mucho que el cuerpo técnico y los jugadores le arropan mucho, aunque no hizo falta". Es Lucas Muñoz, la última perla de Los Guindos en pisar el Carpena, perfilado por sus entrenadores.

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