Unicaja - Benfica: Estreno con guiño al pionero (20:30)

El Unicaja vuelve a competir 82 días después, espera tensa, y eterna, en un verano con algún punto crítico o capítulo inesperado e inmanejable, pero con menos cambios de los previstos. Una pretemporada atípica que habrá que manejar, la más estresante que se recuerda por la proximidad de la exótica Copa Intercontinetal en Singapur y la Supercopa en Murcia, dos títulos que marcan el paso en estos primeros esfuerzos. En Melilla, en el Memorial Javier Imbroda, pionero y transformador del baloncesto en Málaga, acordado desde el pasado verano, el Unicaja se probará con el Benfica (20:30 horas), partido que se repite por segundo año seguido (la temporada pasada se enfrentaron en Galicia). Una velada de pocas luces, pero no es lo que se prioriza en una última semana de agosto, sino acumular rodaje, evitar lesiones y que el engranaje poco a poco vaya funcionando. El mantener el grupo casi en su totalidad debería acelerar esa puesta a punto, se vuelve a partir con esa ventaja, un bloque que juega con la mirada ya en su tercera temporada. Debutará Tyson Pérez, el gran atractivo de este estreno, hay confianza en el club con el encaje del hispanodominano, el más trabajador del verano. Sí tendrá que esperar Killian Tillie, que viajará, pero ni siquiera ha entrenado con sus nuevos compañeros.

Una preparación por el momento fluida y sin percances físicos, la llave para tener una buena entrada de temporada, aunque Ibon Navarro ha insistido que el año no se va a hipotecar en esas dos semanas de septiembre. Son dos acicates potentísimos, pero siempre con las luces largas activadas. Y una o dos lesiones condicionan, el espejo del 2023 está fresco, el cómo afectó al colectivo la lesión de los pívots, desgracia que retrasó la puesta a punto. Disponibles Alberto Díaz y Melvin Ejim, los olímpicos sin secuelas de París, y un Dylan Osetkowski que, hasta que la FIBA alce la voz, podrá jugar sin limitación, el caso del californiano supone una molestia pero el Unicaja tiene nulo margen de maniobra, esperar y acatar. Y esos cambios que prometía Ibon Navarro, el mejorar algunas cosas. "Si hacemos lo mismo, el resultado será peor", decía el vitoriano la pasada semana, esa actividad en el laboratorio que no para. El Unicaja, con la plantilla al completo, se desplazará a Melilla este domingo a primera hora en vuelo directo, no el grupo de canteranos que han echado un cable estos días. La exigencia tempranera no permite regalar participación.

Del rival, un equipo que jugará Fase Previa de BCL, campeón de Portugal (el 29º título) en un mano a mano, al igual que en fútbol, con el Porto, oligopolio donde además se incorpora el Sporting de Lisboa. Dirigido por el luso Norberto Alves, una columna vertebral que nutre a la selección portuguesa, con algún buen jugador estadounidense, caso del alero Trey Dreschel III, con buenas temporadas en Alemania, Polonia y con pasado en el Partizan. Un nivel similar a lo que puede encontrarse el Unicaja en primera fase de BCL, competición que ayuda a explorar más mercados. Por la cercanía entre Melilla y Málaga, y un descuento que ofreció el Unicaja hace algunas semanas, no sería extraño ver aficionados cajistas en el Javier Imbroda, guiño para él. Esto arranca. Y ya no para.