Unicaja-Casademont Zaragoza: La máquina huele la verdad (85-71)
El Unicaja consigue someter a un buen Casademont Zaragoza en el Carpena con tramos de un baloncesto de muy alto nivel para dormir como líder de la Liga Endesa
Así fue el partido
Soberbio Unicaja, minutos de gran baloncesto tras masticar un hueso duro como el Casademont Zaragoza para empezar 2025 a un nivel muy alto (85-71), con dos partidos extraordinariamente solventes en 48 horas. Reparto de protagonismo en un equipo infinito de profundidad, con una labor impagable del sector sordo del equipo (Alberto, Barreiro, Kalinoski en su versión menos lúcida, Tyson Pérez) que fue reconocida por el Carpena. Enfrente había un equipo que ha ganado mucho esta temporada y a muy buenos equipos. Y que para nada hizo mal partido en el Palacio. Pero el Unicaja vuelve a navegar con velocidad de crucero en un mes de enero complicado en el calendario pero en el que puede llenar el granero y el depósito en la BCL.
A lomos de Dylan Osetkowski (10 de los primeros 14 puntos), el Unicaja partía con las mismas sensaciones buenas de Murcia. El Casademont ponía trampas tácticas. Defensas presionantes y en zona tras canasta, otras variantes zonales en estático. El partido se movía en una franja estrecha, en la que el Unicaja dominaba el rebote con autoridad, lo que le permitía correr con algunas canastas fáciles con pases largos, suerte en la que varios jugadores se prodigaron. Es una herramienta más para sortear que los equipos intenten frenar los primeros segundos del ataque cajista, que es letal si se forma. Viene bien también encontrarse esos obstáculos para ir encontrando soluciones a problemas futuros.
Ese dominio en el rebote (cuatro en ataque seguidos de Jonathan Barreiro) compensaba que el triple, incluso en posiciones liberadas y cómodas, no entraba con fluidez (25% al descanso). El gallego se ganaba la ovación del Carpena por su entrega. Había un momento en el que el Unicaja parecía que podía romper (39-27), pero cerraba bien el Casademont, un equipo serio, con un parcial de 0-6 para dejar abierto el duelo (39-33) en el vestuario.
Ibon, que había descartado esta vez a Balcerowski, se había dejado una carta que solía hacer con Will Thomas, esta vez con Melvin Ejim, dejando al canadiense inédito en la primera mitad y saliendo de inicio en la segunda para elevar el nivel físico. Perry metía dos triples abiertos tras buenas circulaciones, pero ahí seguía el conjunto maño (45-40), agazapado y con vida. Fisac pedía un tiempo muerto después de un mate de Taylor y un robo de Kalinoski culminado por Osetkowski (59-49). En un partido que marchaba inusualmente rápido para los tiempos actuales en reloj real, 61-53 al final del tercer cuarto.
Y, de salida, el Unicaja le puso las banderillas al partido. Mate de Kravish, triple de Alberto que celebró especialmente porque no está metiendo los mínimos que suele, penetración que bordeó el 2+1 de Barreiro y que acabó con un tiro libre y un triple del gallego tras rebote y brutal mate en contraataque de Tyson Pérez tras posterizar a Bango. Baloncesto de alta escuela y partido resuelto (72-53). Hasta Los Mihitas sacaban el pentagrama del I will survive que evoca a grandes tiempos. El Casademont recortaba ante el enfado de Ibon por algunas desaplicaciones, pero el duelo no llegó a correr peligro. Dos partidos de notable alto lindando con el sobresaliente para empezar un 2025 con ilusión desbordante para lo que viene por delante.
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