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El Unicaja se ha desenfocado, bajones lógicos en el proceso de una larga temporada. Ha encadenado dos derrotas en Madrid y ante el Gran Canaria (88-94) en las que no fue el equipo habitualmente reconocible. Los canarios fueron los primeros que vencen en el Carpena en esta temporada. Lo mereció el equipo de Jaka Lakovic, fue mejor durante el grueso del partido, lo llevó a su terreno y lo gobernó ante un bloque malagueño que en algún momento pareció algo desquiciado sin mucho motivo, consciente quizá de esa inferioridad que no suele experimentar, suele ser al contrario.
A base de impulsos, con algunos momentos brillantes, el Unicaja sobrevivió por el empaque adquirido, también con un gigantesco partido de Tyson Carter. Y es sintomático depender tanto de un jugador en la identidad de este Unicaja tan coral y grupal. Algo no iba bien cuando era el talentoso jugador de Mississippi quien llevaba sobre sus hombros al equipo, que entró en el último cuarto con ventaja después de haber remontado en el tercer cuarto, pero no tuvo el poso para vencer ante un contrario mejor este sábado en el Carpena. Entra dentro de lo posible, Jaka Lakovic ha construido un conjunto con señas de identidad claras, también mantiene una base de varios años que ya se ve en Málaga que surte, y que juega también sin la presión ahora del billete de la Copa del Rey por ser el anfitrión, con las armas para combatir contra el Unicaja aunque ambos propongan algo similar. Tuvo la paciencia para aguantar y dar un pase extra cuando era necesario. También confluyó una actuación brillante de los canarios. No es frecuente ver a Albicy anotar cinco triples, pero también se permitió a un tirador como Shurna ejecutar con cierta comodidad situaciones. Se añadió un Homesley, un zurdo con tendencia a la anarquía pero de talento inmenso.
El final del partido estuvo empantanado por la expulsión de Ibon Navarro con dos técnicas consecutivas por protestar de manera vehemente una falta de Alberto Díaz sobre Albicy cuando el francés sacó el brazo. Pocos ataques antes y en circunstancia similar, se había saldado con ataque de Kameron Taylor. En un partido en el que los colegiados dejaron jugar, los cambios de criterios enervan a los protagonistas. Y sí, seguramente a Calatrava y sus dos compañeros se les fue el partido de las manos, se pitaron varias técnicas y dos antideportivas al Unicaja. Pero la protesta de Ibon la merecía. Con el partido en la frontera de los 10 puntos y Carter intentando cortar las fugas de agua, se colocó a cinco el equipo malagueño a falta de un minuto tras triple y robo posterior con canasta. Tras el tiempo muerto de Lakovic, Albicy ajustició con un triple desde la esquina.
Segunda derrota consecutiva del Unicaja, algo que no sucedía en temporada regular desde las tres sufridas en octubre de 2023. Nada preocupante, pero que recuerda que hay que seguir mejorando y que los demás equipos también van creciendo y evolucionando.
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