Unicaja-Hiopos Lleida: ¿Se puede jugar mejor al baloncesto? (101-63)
El Unicaja firma dos cuartos antológicos (los pares) para vapulear al Lleida y vuelve a dar otra exhibición de poderío en su décima victoria consecutiva
Así te lo contamos
Málaga/¿Se puede jugar mejor al baloncesto? Veinte minutos antológicos, el segundo y último cuarto. El Unicaja desplegó un juego asombroso para ganar con comodidad al Hiopos Lleida (101-63), la décima de la temporada y manteniendo el pleno. Pero qué zarandeos causados por la adrenalina y en qué estado emocional se marcha el aficionado a casa tras las varias secuencias firmadas por el equipo malagueño, que está más fresco que una rosa. Es difícil creer a Ibon Navarro con ese supuesto bajón físico porque el Unicaja sigue elevando su altitud. La velocidad no deja de aumentar y cualquier equipo que se enfrenta al cajista hinca rápido la rodilla. Octubre y afirmaciones con poca consistencia el pensar en el devenir del equipo, pero es otro partido para reforzar la candidatura a todo en esta 24/25, ya con dos títulos y firmando el mejor arranque histórico, ya pulverizado y no da señales de que pueda ni siquiera temblar. La tercera victoria en ACB, será líder por segunda semana pase lo que pase, era imporante ganar al equipo de Encuentra antes de esa semana de cargar, de volver a llenar pilas; no se sabe de dónde porque el nivel de energía está por las nubes, como el juego del equipo.
Había dado Hiopos Lleida muy buenas señales en el arranque de ACB, pero el Unicaja está en un momento de inaccesibilidad, con una luminosidad en su baloncesto que alcanzó su pico de placer hasta ahora. En un primer cuarto donde costaron varios minutos arrancar, varias canastas de Madsen, pívot de los catalanes, un pequeño careo ficticio antes de que el equipo malagueño cogiera vuelo. Todos los jugadores funcionando a pleno rendimiento, cohesionados en su mejor versión; es un partido para ejemplificar la identidad que se ha construido en estas temporadas. El partido se acabó con el 5-8, insultante. Dos triples de Kalinoski con parábola, con Tyson Carter orquestando una banda al unísono, magníficos instantes del talento de Misisipi en la dirección, con mucho sentido cada vez que la pelota acariciaba sus manos. Y el ingreso de Djedovic, celestial, con las dos últimas canastas de ese primer periodo, que lo cerró Dee Bost con un triple de nueve metros (24-21). Y el éxtasis en un segundo cuarto arrollador, de un parcial que llegó a ser de 23-2. Liderado por el guerrero bosnio, encendido, y buen refuerzo en lo personal, ilustrando la etiqueta que tiene en este equipo. Y el Unicaja ya no paró. Hasta ocho jugadores anotaron en esos minutos, llegará un día que el Unicaja coloque a los doce. Del 27-21, el partido pasó al 47-23, y Lleida es una plantilla de mucho nivel en ACB. Lejos de causas ajenas, el equipo malagueño muestra un poderío actualmente inalcanzable. Sale Carter, entra Taylor; aparece Osetkowski, emerge Perry; que el partido demanda vigor, Tyson Pérez. Tiene todos los registros. Quedó destrozado el equipo de Gerard Encuentra al descanso (54-31), aguantando el chaparrón, como cada rival que pasa el Carpena.
Una segunda parte por delante para gestionar, el equipo viene de un sprint exigente de fechas. Una primera aparición divina de Killian Tillie, que calentó durante la primera mitad pegado al banquillo, pegado a los descartes Kravish y Alberto. Ocho puntos en un instante del francés, un buen recurso para alimentar la tensión en el equipo, ya con un partido muy decidido y donde sí se podía medir el average global, ya clave la pasada temporada. Sumó tiempo útil Olek Balcerowski, acumulando rodaje y con alguna canasta de mucho nivel, bailando en una entrada a canasta con buena coordinación pese a sus 2.17. Adquirió la máxima el Unicaja con el 69-39, hubo algún conato de descenso (73-55), lo paró Ibon para tensionar y el conjunto malagueño volvió a despegar. Carter anotó la última canasta del tercer cuarto (75-55). De nuevo una oda al baloncesto. Cuartos pares para enmarcarlos esta temporada. Como si fuera un show de los Harlem Globetrotters, que por cierto vendrán a Málaga en breve, pero difícilmente puedan ocupar en el aficionado malagueño tal estado de regocijo. Un parcial de 26-4 por delante, con un ruido ensordercedor del Carpena cada vez que el equipo salía a la carrera. Robos, alley oops, mates, triples, como un partido de All Star. Minutos para seguir inyectando confianza y un buen bocado al average con el 101-63. Bonito detalle del Carpena gritando Lleida, con un punto condescendiente, pero es un equipo que dará mucha guerra. Qué nivel.
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