Unicaja - King Szczecin: Del bostezo al júbilo (83-60)
El Unicaja comienza a pocas revoluciones y sestea en la primera mitad para acabar ganando con la autoridad prevista al King Szczecin (83-60) con un mejor segundo tiempo
Las fotos del partido
Conforme el Unicaja ha elevado el nivel progresivamente en las últimas temporadas se va haciendo más indigesta y menos atractiva esta primera fase de la Basketball Champions League. La distancia del equipo malagueño en este primer turno con sus rivales es sideral. Y es humano que los jugadores bajen el pistón, aunque sea de manera inconsciente, sabiendo que ganarían 999 de cada 1.000 partidos en Málaga, pero los duelos se hacen pastosos. También está de fondo la idea que expuso Ibon de que estas semanas se está llenando el depósito lo que no se pudo entre Supercopa e Intercontinental. La realidad es que sólo la ola de unicajismo que ha conseguido crear el club y este equipo sostiene que haya más de 7.000 personas una tarde de miércoles en el Carpena para ver un partido ante el King Szczecin, que hizo un partido bastante digno para sus posibilidades en el Carpena, no se trata de despreciarlo. Solía haber entradas peores en época de Euroliga, influye mucho el momento propio a la hora de vender el producto, la novedad o la rutina. Mantener el rendimiento y la plantilla que actualmente posee el cuadro malagueño no es nada sencillo, cierto es, y lo que hoy parece sencillo puede ser inabordable tiempo después. Ya se ha visto que dos temporadas es un mundo y las dinámicas cambia, para bien y para mal. Pero ese peligro de aburrimiento está latente, aunque las victorias siempre atraigan y un segundo tiempo decente acabara levantando al Carpena.
El Unicaja dominó el partido, pero jugó un primer tiempo durillo de contemplar. Sin la energía y el nivel físico habitual, con errores de concentración poco frecuentes en las dos canastas, sobre todo en un primer cuarto que concedió (17-21) a un rival que se fue animando con los triples de Tony Meier (metió cinco en la primera mitad), un ala-pívot americano de 34 años y asentado en el último lustro en Polonia. Dio más ritmo Kendrick Perry cuando salió (Carter fue titular). Se suele echar en falta al que no está, pero era uno de esos días en los que Alberto Díaz le pone las pilas a sus compañeros. Y entra también esa dosificación, física y mental. Al menos hasta febrero, el partido importante de la semana es el de la ACB. La temporada es larga y hay partidos que se ganan con el piloto automático, lo que habla bien de un equipo invicto aún en nuve partidos oficiales.
Algunos trazos más de seriedad en la segunda mitad, sin alardes, permitieron quebrar la igualdad que había al descanso (39-36). Algunos minutos interesantes de Tillie y Balcerowski jugando juntos, algo más de intensidad ofensiva, los destellos de un Kendrick Perry en madurez... Parecía romper definitivamente (58-43) el Unicaja tras enlazar buenos ataques y defensas, pero los polacos aguantaban (60-50 al final del tercer cuarto).
El cuarto final dejó, al menos, jugadas celebradas y espectaculares. Un mate de Tyson Carter rajando la zona, tapones de Balcerowski, uno de ellos origen de una combinación que acabó con asistencia suya para un Barreiro que atraviesa un estado dulcísimo de forma, con la confianza por las nubes. El gigante polaco se animaba también a subir la bola, algún pase por la espalda... Y dominando la zona propia, algo que debe hacer también ante rivales de mayor enjundia. Gritos de “Olek Balcerowski” al ritmo de Antón Pirulero y ovación con el cambio. Más allá del show, que también el respetable merecía algo de diversión, el techo que se le adivina es altísimo. Otro mate de Tyson Pérez a pase de Carter, más contragolpes para marcar diferencia y hasta los Mihitas ampliaban repertorio con la Potra Salvaje. Se empezó con bostezos y se acabó con júbilo y fiesta, es el estado anímico de un Unicaja al que, en su estado actual, la BCL se le queda corta. Aunque el aviso de que si no se juega con unos mínimos de agresividad y concentración se sufrirá estuvo ahí.
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