El Unicaja ante la Liga ACB, la pantalla final

Tras el inolvidable viaje dorado por Singapur y Murcia que ha aumentado en un 25% los trofeos en Los Guindos, el Unicaja está de nuevo ante Doña Liga. Tres días de desconexión y regreso al tajo este jueves en el Carpena, con paseo posterior por el Santuario de La Victoria con los dos títulos bajo el brazo. La ACB arranca este sábado con el partido festivo ante el Basquet Girona, que abre la competición simultáneamente con el Joventut-UCAM Murcia. El magnífico preámbulo ya es historia y se retoma el pan y el aceite de cada día, la competición considerada más importante por el club, la que marca la regularidad y el estatus más claramente. Se cerró la temporada anterior con un fabuloso récord de 28-6, tope histórico de la entidad, que permitió alcanzar el primer puesto tras 34 partidos, aunque quedó esa frustración final de no jugar la final tras no aprovechar el factor cancha en una volcánica semifinal ante el UCAM a cinco partidos. Igual que quedó la china en el zapato de la Final Four de la BCL en el Carpena que se quitó 11 meses después en Belgrado, ahora queda ese hueco en el estómago para ir con hambre a pelear.

Sería injusto pedirle a este Unicaja una final de ACB con los transatlánticos a los que se mide. A ese 28-6 se llegó tras un 1-3 de salida adverso que encendió alguna alarma. El 27-3 posterior fue una respuesta impresionante, con muchos partidos ganados ya en el segundo o tercer cuarto, con un baloncesto fresco y divertido, que atrae no sólo a malagueños sino que imanta al espectador neutral. Así que la filosofía del carpe diem y de evolucionar en ese baloncesto primoroso es la más aconsejable a la hora de enjuiciar al equipo de Ibon Navarro. Es cierto que esa Liga ACBes quizá la frontera que separa a este ya inolvidable grupo de jugadores de sentarse en la misma mesa que el gran Unicaja del trienio 2005-2007, pero los procesos llegan solos.

El Unicaja ha tenido plantillas de 14 jugadores en los últimos años aunque con ciertos asteriscos, como lesiones de largas duración o el master que realizaba Mario Saint-Supéry, al que se sigue con extremo interés desde Málaga en su cesión a Manresa. Esta vez con siete exteriores para tres puestos y siete interiores para dos con alguna bisagra como Melvin Ejim. Ibon Navarro reflexionó en voz alta sobre esa alta cantidad de pívots que debía manejar y su interrogación sobre cómo iba a solventarlo, pero la coyuntura era irrechazable. La llegada de Balcerowski disparó la expectativa. Un campeón de Euroliga, jugando bastante poco, pero con unas características especiales para jugar a este deporte, no sólo por su altura. También la de Killian Tillie, un jugador de calibre NBA al que las lesiones le han cortado dos años la carrera y que ha elegido Málaga para relanzarla, algo que motiva bastante al staff cajista. Y la de Tyson Pérez, que no por esperada, se sabía desde el verano de 2023, es menos importante. Ha mostrado ráfagas de su enorme poderío, de su energía en el rebote y de su hambre de mejora. Augusto Lima y Will Thomas son bajas importantes, de peso, en el vestuario aunque el brasileño, a sus 33 años, saca la cabeza tras su grave lesión de rodilla y el de Baltimore deja su huella de profesional inmejorable y de una ética de trabajo que ha calado en un vestuario con jugadores que están en gran parte en su plenitud. La media de edad de la plantilla es de 29 años, oscila entre los 23 de Balcerowski y los 34 de Djedovic. Hay 10 jugadores que inician ya su tercera temporada juntos, más un Kameron Taylor ya plenamente en órbita, como corrobora su MVP en Murcia. El bloque se conoce muy bien y las nuevas piezas traen aire fresco y posibilidades distintas para Ibon. El estímulo de jugar por estos títulos ha puesto el tren en marcha, pero sigue habiendo retos por delante para mantener la motivación para crecer. Es tremendamente difícil construir un ciclo tan ganador como el que está viviendo el Unicaja, se trabaja para que la maquinaria no pare. El fichaje de Balcerowski y la plantilla de 14 jugadores, que perfectamente podría jugar en el aspecto deportivo la Euroliga, son detalles de que hay un respaldo importante de la propiedad al proyecto.

Sucede que los demás equipos también juegan, se refuerzan y hay cuatro que tienen una inversión y un estatus más alto. El Real Madrid es el dominador de la última década, con el periodo Jasikevicius con más competencia en Barcelona. Ha perdido ADN ganador con las marchas de Rudy y Rodríguez, pero tiene en Campazzo y Tavares a jugadores muy dominantes a nivel continental y un bloque pétreo. El Barça se encomendó a Peñarroya y ha apostado por dotar de más físico a la plantilla con la varita especial de Juan Núñez, jugador de la cantera del Madrid que con 20 años vuelve tras dos años de mili en Alemania. 

Baskonia y Valencia son los equipos que más suben el nivel quizá. El regreso de Pablo Laso a casa debe permitir a un Baskonia más competitivo a nivel nacional, no dejó de serlo en Euroliga, ausente en demasiadas de las últimas Copas. El Valencia se encomienda al magisterio de Pedro Martínez, fuera de la Euroliga esta temporada y con más tiempo para crecer y desarrollar baloncesto jugando la Eurocup, para recuperar también parte de su estatus.

La clase media mezcla proyectos muy interesantes. El Unicaja teóricamente saldría en la quinta posición de la parrilla, aunque sus dos últimas temporadas invitan a colocarle a un nivel superior tras los dos grandes futboleros. Ha habido refuerzos de mucho nivel, el UCAM Murcia ha consolidado el bloque subcampeón de Liga, los dos equipos canarios es raro que fallen del play off, el Joventut siempre vuelve y presenta la fermentación de varios canteranos muy prometedores... Es intrigante ver cómo se adapta la filosofía Diego Ocampo a Manresa, con esa lupa en Saint-Supéry. Igual, varios proyectos muy bien consolidados en ACB como Zaragoza o Bilbao, también Girona o Andorra. Granada y Breogán rascaron una salvación meritoria el año pasado y se celebra la llegada de dos debutantes como Lleida (la ciudad ya estuvo, pero es un club nuevo) y La Coruña que dan aire fresco a una ACBen la que, se puede decir ya, el Unicaja ha recuperado su estatus frecuente con dos semifinales consecutivas. Falta la pantalla final del videojuego. ¿Quién apuesta contra este equipo?