Unicaja-Manisa: Modo ahorro de energía (91-73)
El Unicaja consigue la primera victoria en el Round of 16 tras un primer tiempo en el que sesteó y un segundo en el que se soltó para demoler a un Manisa con jugadores interesantes
Las fotos del partido
![Tyson Pérez tira a canasta.](https://static.grupojoly.com/clip/141a77fa-758c-417b-84b5-0ade52a42949_source-aspect-ratio_1600w_0.jpg)
El Unicaja está en modo ahorro de energía. Sea por la carga física de las tres semanas sin partido entre medias que han permitido acumular más sesiones, porque se está en un tramo raro de la temporada, con la Copa en el horizonte y su efecto de distracción o porque también mentalmente se gestionan los esfuerzos, puede ser de manera inconsciente, el Unicaja ha encadenado dos partidos con sensaciones raras, aunque esta vez con victoria (91-73). El primer tiempo ante el Manisa distó muchísimo de una versión siquiera media del equipo malagueño, con algunas situaciones muy poco frecuentes, algunos rebotes quitados de las manos, canastas muy sencillas de rivales, pérdidas abundantes, mal ocupación de espacios en ataque...
La segunda parte, sí, ya fue una versión mucho más reconocible del Unicaja, con algún intervalo de dispersión también, pero mucho más regular, con el habitual empaque del equipo de Ibon Navarro, en los dos lados de la pista. Y con momentos de brillo. La distancia entre los dos equipos, aun con algunos hombres interesantes en el Manisa pero sin la entidad como bloque, sí fue más real en los segundos 20 minutos. Si al descanso había equilibrio (42-42), al final el hueco fue más amplio. Ver , con 18 arriba en el último minuto, a Dylan Osetkowski lanzarse a por un balón dividido y forzar una lucha, contrastaba con otras imágenes del partido. Pero esos 18 puntos de renta sí son más fidedignos. No da para acabar la jornada líderes del grupo porque el Rytas, al que los técnicos cajistas le tienen mucho respeto, derrotó por 20 puntos al Galatasaray. Los lituanos serán rivales el próximo martes en el Carpena.
No obstante, hay ese hueco para la mejoría y para crecer. Para la cábala o para las programaciones de trabajo, que no siempre pueden tener al equipo a tope. El Unicaja está en ese momento en que no va siempre en quinta y sí con marchas más cortas. Parecía que podía romper el partido al final del primer cuarto (22-16), pero poco después tenía que pedir un tiempo muerto Ibon (22-25). El rival iba cogiendo confianza. Tiene un entrenador que hace dos temporadas estaba en Euroliga y que hasta hace poco era seleccionador lituano, Kazys Maksvytis, que le ha dado una mayor pátina de seriedad. Y jugadores como el pregonado Saben Lee, que demostró que tiene unas condiciones, bien encauzado y con más experiencia a este lado del charco, para ser un jugador del máximo escalón continental. Algún mate de concurso, ataca bien el aro. Acabaría con 19 puntos sin abusar del tiro (5/10 en tiros de campo y 8/11 en libres) e Ibon tuvo que ponerle varios defensores, quizá Taylor fue el que más le atosigó.
Tras el paso por el vestuario (42-42), otro equipo de verde y morado. 14-2 de parcial de salida para pegar fuerte, antes de otra reacción turca para atemperar la distancia y entrar en el cuarto final con vida (63-58). Pero, con una rotación de ocho jugadores en la práctica, es complicado aguantarle a un equipo tan profundo como este Unicaja, la mejor plantilla de la competición y con capacidad para que las bajas, en este nivel, no se noten.
Ahí arrasó el Unicaja, con Tillie apuntillando desde el triple, con muy buenos minutos de Kravish, que los necesitaba, con esa entrega de Taylor, que el público reconoció. 18 puntos de ventaja en un partido in crescendo con el modo ahorro de energía activado. Vienen semanas ilusionantes por delante y los cuartos de final de la BCL están un poquito más cerca tras el triunfo ante un Manisa con buenas individualidades.
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