Unicaja - Mónaco: Ilusión contagiosa (79-72)
El equipo malagueño consigue una bonita victoria ante un equipo de Euroliga como el Mónaco en el estreno del Costa del Sol con un partido in crescendo
Kalinoski (17 puntos y cinco triples) sentenció el partido con un gran lanzamiento
Las fotos del partido
La fiebre por el Unicaja es indisimulable. Desde una hora antes en el Pabellón El Limón de Alhaurín de la Torre había grandes y pequeños tirando fotos y llamando a los protagonistas. Perry es líder en la hora de carisma y camisetas con su nombre. Hasta Los Mihitas también hacían su pretemporada en un pabellón prácticamente lleno. Enfrente, un cartel inmejorable, un Mónaco de Euroliga y con aroma de Final Four, con un bloque consolidado de temporadas, un entrenador a veces infravalorado como Sasa Obradovic y algún refuerzo estelar como el turco Korkmaz, con siete temporadas y más de 300 partidos NBA con Philadelphia, que dejó un reguero de calidad en la tarima alhaurina. Sentado en el banquillo, Olek Balcerowski, flamante fichaje, junto al lesionado Melvin Ejim. Sobre el parqué, una prueba del máximo nivel que se cerró con una bonita victoria (79-72).
En la pretemporada mandan las sensaciones sobre las conclusiones. Lógicamente, le queda mucho por delante a cualquier equipo. La exigencia del Unicaja está alta por el mantenimiento del bloque que gana títulos y que juega finales y por tres refuerzos que elevan el techo de la plantilla pero que exigen ajustes con el aparente overbooking en el juego interior. Buenas noticias con los regresos de Alberto Díaz y Nihad Djedovic, que ofrecieron buenas vibraciones físicas aun con algunos errores lógicos de tacto y medir distancias. El Unicaja empezó fallón, con alguna pérdida de las que enfadan a los entrenadores y también con defensas mejorables. Una ráfaga de tres triples de Tyler Kalinoski permitía liderar el partido al final del primer cuarto (19-18). Las piernas están rígidas y cuesta atrás, seña de identidad de la obra de Ibon en Málaga para propiciar el torrente ofensivo con velocidad. En el Mónaco había destellos de Okobo, alguna delicattesen de Calathes y la muestra del cemento armado que es un equipo de Eurologa.
Los ojos en el amanecer de la temporada suelen ir a los nuevos. Las cualidades de Tyson Pérez son conocidas, canalizar esa energía desbordante en un nivel de mayor exigencia y rigor táctico es el empeño común del dominicano gallego y de Ibon. Pelea el rebote de ataque y metió un par de buenas canastas jugan continuaciones en línea de fondo en posiciones de rectificado no cómodas. Con Killian Tillie quienes le ven entrenar cada día aseguran que es un jugador de otra dimensión. Algunos detalles, como una buena mano abajo en un flash agresivo a nueve metros del aro, palmeo en un rebote de ataque, para el que parece tener buena intuición, que acaba en triple de Carter, un buen tapón en una ayuda... Hizo una rotación de seis minutos en su primera aparición, una buena señal dentro de ese proceso de regreso.
Sufría algo más el Unicaja en el segundo cuarto, con Korkmaz poniendo patines a sus defensores. La profundidad del Mónaco, aún sin Mike James, es reseñable también. Movimiento de bailarín de Motiejunas, alguna bala de Diallo y un par de tiempos muertos de Ibon Navarro para poner algo de orden. Las rotaciones son medidas a estas alturas. Buenos minutos de Kameron Taylor, con un dos más uno y un robo con mate y un triple de Tyson Carter desde el centro del campo con suspenses para llegar al final del primer tiempo (40-43).
Comenzó el Unicaja con triples de Barreiro y Kalinoski la segunda mitad. Se añadió una buena secuencia de Yankuba Sima, quizá el jugador que parece que puede ser perjudicado con la llegada de Balcerowski. A veces se ha minusvalorado su papel, pero es un jugador con características que no abundan en el mercado. Un par de mates tras continuaciones ponían picante. Y Killian Tillie aparecía con detalles más vistosos. Una disputa dividida que ganó en el suelo tirándose sin miedo y un par de buenas bombitas desde el tiro libre, donde parece tener una cruz, con un tacto privilegiado para acabar. Compartió pista con Kravish, Osetkowski y Sima, casa bien con casi todos. Una bandeja en transición de Perry dejaba el marcador en 58-53 al final del tercer cuarto.
El nivel defensivo de la segunda creció bastante en el Unicaja, ofreciendo sus mejores minutos hasta ahora, en un contexto de más exigencia que ante Benfica y Granada. Más predisposición a segundos esfuerzos y, por momentos, el partido cobró más intensidad y la prueba se asemejó a un partido real. Tyson Pérez sumaba números en un interesante partido (18 de valoración), Sima siguió percutiendo, buen tramo de Alberto Díaz, que siempre aportan y son buena señales, y más minutaje para Tillie, al que se le veía algo cansado ya. El Unicaja se acercaba a los 10 puntos de renta y el Mónaco apretaba, pero no llegaba. Un buen mate de Kravish en saque de fondo de Alberto extendía la renta (72-64), pero el Mónaco tuvo bola para empatar (72-70). Un triple espectacular sobre el final de la posesión de Kalinoski a 35 segundos sentenciaba un partido (75-70) agradable en el que el Unicaja elevó el nivel y dio una alegría con una buena victoria ante un equipo de Euroliga, que siempre gusta. La ilusión es contagiosa.
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