Unicaja-Reggiana: Destino Final Four (20:00)

Es un partido de play off de competición europea y demanda el máximo respeto. El Unicaja recibe al Reggiana en el primer embate de cuartos de final de la Basketball Champions League (20:00 horas, 101TV y Teledeporte) para conseguir el billete para la Final Four y ensartar tres presencias consecutivas tras las de Málaga y Belgrado, ahora en otra gran capital europea, Atenas y París. Quizá ese realce, en un ambiente adverso porque el rival en semifinales, de pasar esta serie, sería el anfitrión, AEK o Nanterre, como ya publicó oficialmente la FIBA, puede ser un extra de motivación. Competir en un ambientazo adverso también motiva a este grupo de ganadores.

La Reggiana es el contrario. Un rival con tradición baloncestística. Allí jugó Joe Bryant y allí creció el mito Kobe, pasó gran parte de su infancia. También nació Niccolo Melli, jugador NBA y Euroliga y capitán de la selección azzurra. Su entrenador, el griego Dimitris Priftis, tiene una muy sólida carrera a nivel continental en varios países. Su manager es un histórico, Claudio Coldebella, muy respetado en su labor y en el candelero para clubes de Euroliga. Ambos hicieron buenos años juntos en el Unics de Kazán, donde coincidieron cuatro años con Jamar Smith. Uno de los héroes de la Eurocup de Valencia regresa con palabras de cariño eterno al club y a Málaga. A sus 38 años sigue siendo un jugador competitivo en el alto nivel y ya se conocían sus capacidades anotadoras aquí. Una desgracia, el fallecimiento de su madre, seguramente prive de ver en el Carpena a Kenneth Faried, un jugador de calibre selección estadounidense que pasa sus últimos años de baloncesto en Italia a un nivel bastante decente, con cualidades aún diferenciales.

Quedaban anoche casi 500 localidades a la venta aún. Se adelanta, ojo, media hora el horario habitual para que haya doble sesión en Teledeporte con el La Laguna Tenerife. Es el tramo final de la BCL, ya se entra en un territorio en el que la mentalización y la activación no pueden racanearse. En ese proceso nuevo que advierte Ibon hay que prepararse para sufrir más ahora y disfrutar de un final más feliz.