Unicaja - Río Breogán: Una broma de año (18:00)

Málaga/Concluye el 2024, un año con mayúsculas para el Unicaja. Días de vino y rosas, con un balance que deja tres títulos, bordeando el 80% de victorias y un sinfín de alegrías. Se observa con ojos vidriosos y nostalgia, pero el ciclo no da indicios de acabarse, camino de emular el trienio dorado de 2005 al 2007. La entidad vuelve a flotar a esa altura, y el proyecto que capitanea Ibon Navarro tiene registros para ser ya el mejor Unicaja de la historia. Doce meses para enmarcar un porfolio: la BCL sobre el majestuoso Belgrado Arena, la aventura exótica de Singapur y su Intercontinental para reinar el mundo, o una final antológica ante el Real Madrid en Murcia para completar palmarés con la Supercopa. Hubo algún momento triste, pero no empañan doce meses sobresalientes. Activos valiosísimos, por supuesto esta plantilla especial, a la que se quiere dar continuidad; y un Martín Carpena con más de 10.000 personas cada fin de semana. Desde el Unicaja se encumbra al Carpena, el que mide el contexto, sabiendo su rostro hace menos de tres años. No ha pasado tanto. Lo que viene se vislumbra con optimismo, muy difícil imitar el 2024, pero el Unicaja reúne todos los elementos, que no certezas, para que el 2025 sea bueno. Mientras tanto, disfrutar porque no hay una ciencia exacta.

Pero antes visita el Carpena el Río Breogán (18:00 horas), uno de los grandes animadores recientes de la ACB, hacia arriba con la llegada de Luis Casimiro por Veljko Mrsic. Dos victorias en tres jornadas, de gran mérito la primera en Gran Canaria, en el debut del manchego, y que servirá para poner en alerta al Unicaja, recordar la dificultad de la mejor ACB que se recuerda. Es un partido con su valor, una buena oportunidad para seguir amontonando victorias y dejar muy cerca la clasificación para la Copa, aunque la proyección es ser cabeza de serie. "Creo que va a estar en diez", decía López Nieto esta semana. Con 9-3 está el Unicaja, pujando por el liderato. El tener billete es el primer objetivo y luego pelear, con un Tourmalet de tres partidos en una semana (Breo, UCAM y Zaragoza). Y de manera profunda, el seguir retomando señas de identidad, ya se vio a un Unicaja muy reconocible en Vitoria, y continuar con esa progresión. Da tranquilidad escuchar a un Ibon Navarro tan taxativo con los efectos de este descanso navideño, necesario para alcanzar picos de forma en las etapas trascendentales del curso. Ayuda la experiencia de estas temporadas. No estará Djedovic, el único ausente. Otra gran noticia para Ibon ver que un grueso de jugadores va adquiriendo frescura. Hasta Osetkowski, el renacido de Vitoria.

Vendrá suelto el Río Breogán a Málaga, con red tras ganar a Girona la pasada semana (77-74), rival de su liga. Está en descenso aún, pelea que se atisba durísima hasta el final, pero ya se habría firmado en Lugo esta coyuntura a finales de diciembre. Otro año de cambios estructurales en el Pazo durante la temporada; la grave lesión de Charlie Moore, de los grandes descubrimientos del curso ACB, es un destrozo y a la vez un reto para el club gallego, que cuenta con jugadores que conocen bien la Liga. Llegó el base americano Dae Grant, con 18 puntos en su debut en Girona, y espera el visado del pívot nigeriano John Egbunu, a la espera de debutar. Dominik Mavra, otro refuerzo invernal. Acostumbra el Breo cada año a moverse por estas fechas, y siempre encuentra la fórmula. No es el partido de mejor cartel, pero se espera el lleno en el Carpena este 28 de diciembre, el Día de los Inocentes. Para broma, este año insólito del Unicaja, por lo absurdo, lleno de guiones que suenan a fantasía, y que hoy acaba deportivamente.