Unicaja, sobresaliente antes de que lleguen las curvas

Málaga/El Unicaja llega a la última semana de octubre invicto. Hay que remontarse al primer partido de la pretemporada, en Melilla ante el Benfica, para recordar una derrota. Llegaron en septiembre los títulos de Intercontinental y Supercopa, que Ibon Navarro refirió que casi eran de la temporada anterior. Pero ya se han puesto las bases para que la campaña 2024/25 sea otra difícil de olvidar. Son cuatro partidos de ACB y dos de BCL sin perder, venciendo normalmente con autoridad, la diferencia mínima fueron los siete puntos por los que se venció en Oostende y La Coruña. 

El calendario, es cierto, ha sido amable, con enfrentamientos ante rivales que están en la zona baja en ACB y, a día de hoy, la primera fase de la BCL no debe entrañar problemas aunque los belgas y el Szczecin polaco no ofrecieron mala impresión precisamente. No implica que fueran sencillos, los gallegos, por ejemplo, le ganaron al Real Madrid y ofrecen síntomas de ser un equipo combativo en su debut en la categoría. Habla del estatus en el que se encuentra el Unicaja ahora mismo, trabajado con estas dos temporadas anteriores y disfrutando en la actualidad de esa inercia.

Pero ahora viene un tramo de calendario en el que la dificultad aumenta. Y apetece testar el nivel del equipo de Ibon Navarro ante equipos del máximo nivel o contextos más complicados en este proceso que, aunque se repita con el núcleo de jugadores, implica cambios para intentar mejoras la versión más potente del equipo y competir por lo que venga. Esta semana hay dos partidos atractivos en el Martín Carpena, con el Aliaga Petkimspor, con el que está en juego el primer puesto del grupo de la BCL (ambos marchan 2-0) y con el esperado del Barcelona el próximo domingo en el Martín Carpena, con el liderato en juego. Los de Peñarroya van creciendo, con buenos resultados en Euroliga. Está prácticamente todo vendido en el Palacio para ese día, señalado en rojo.

Después vienen cuatro partidos consecutivos lejos de Málaga, servidumbre por la celebración de la Billie Jean King Cup y la Copa Davis en Málaga durante casi dos semanas. Está algo amortiguado respecto al año pasado porque en esta campaña sí hay ventana de noviembre con parón para los partidos de selecciones en la ACB, pero tras jugar contra los azulgranas tocará montarse en el avión y viajar repetidamente a Cataluña (encuentros ante el Baxi Manresa de Mario Saint-Supéry, Joventut y MoraBanc Andorra) con otro partido entre medias con el Petkimspor, un desplazamiento complicado hasta Turquía. No se siente incómodo precisamente jugando a domicilio el Unicaja, pero hay un inevitable desgaste con los aviones.

La inversión de Ibon Navarro por tener a los 14 jugadores activos y en dinámica también debe valer en este tramo más exigente para dosificar esfuerzos. No hay temor y sí curiosidad por ver en qué lugar coloca el parqué al equipo malagueño, ahora mismo uno de los más en forma de Europa.