El Unicaja, la Supercopa y otra política de rotaciones

Ibon Navarro privilegió en la Intercontinental al bloque campeón en Belgrado, pero el contador se pone a cero en Murcia

Sima sube la apuesta

La plantilla del Unicaja.
La plantilla del Unicaja. / FIBA

Ibon Navarro repitió en Singapur que la Intercontinental era un premio a ganar la BCL, perogrullada necesaria para incentivar a un vestuario que compró el mensaje, una forma de redondear el gran trabajo que realizó el Unicaja. "Hemos ganado mucho para llegar hasta aquí", dijo el vitoriano tras la final, que aplicó el dicho al hecho con una política de rotaciones comprensible. Killian Tillie y Olek Balcerowski, los dos últimos en llegar, no contaron en el partido por el título, se respetaron las jerarquías del equipo campeón en Belgrado, más Tyson Pérez. Son códigos de vestuario habituales en deporte profesional, y no es ajeno en el Unicaja, que goza de un grupo especial, entre otras explicaciones, por priorizar el colectivo y mantener la buena onda ahí dentro, con el recelo que supondrá no jugar una final. La Intercontinetal fue una demo en esa gestión de descartes, que se completó de forma natural y con un resultado inmejorable. Los catorce jugadores tuvieron su impacto durante la semana, hasta Balcerowski, aún amoldándose al equipo, aparece en la mejores jugadas recogidas por la FIBA. Ibon va dando en las teclas correctas, en un proceso de aprendizaje en la nueva plantilla de catorce, con algún ensayo y error.

Pero viene un fin de semana antitético en Murcia, una Supercopa a la que se acude con una fe tremenda, y unas exigencias mayores a las de Singapur, solo centrados en lo deportivo y aparcando las complicaciones del viaje. El Unicaja entra en otro modelo de rotaciones, puro y duro, sin privilegios por el buen trabajo anterior. El grado de dificultad será alto en esa semifinal con el UCAM Murcia, un vestuario con los ojos inyectados en sangre, por la resolución de un play off todavía latente, e Ibon Navarro pondrá lo mejor que tiene, sin decisiones con rasgos salomónicas. Tendrá que consensuar mucho ante el estado de una plantilla sin jugadores rezagados, de los fácilmente señalables para ser descartes, como podía ocurrir la temporada pasada con Lima, sin el turbo del resto de la plantilla, o Will Thomas, con ascendencia en el grupo, pero la edad ya podía pesar en esos partidos trascendentales. Muy presentes ambos en la celebración de la Intercontinental, al igual que Ángel Sánchez Cañete, reivindicando aquello del premio de Belgrado y una huella en el vestuario con la forma intacta, como si aún formaran parte del equipo. Calidad y cantidad, 14 jugadores a la par, con el contador a cero y un casting muy interesante hasta el próximo sábado, contando que no haya percances o alguno tenga el cuerpo en Singapur aún.

Ibon rotó a los tres pívots, mientras que lo seis descartes llegaron en el juego interior, si se considera a Ejim un '4'. Pistas y evidencias; por cómo está formado el puzle, lo natural sea quitar a dos de los siete pívots. Pero todo está sujeto a reclamaciones y cambios, en función de las características del rival, cargas y algunos jugadores intocables. Modelo que avivan las armas, y opciones de título, del Unicaja en una Supercopa muy abierta, a la que ya se ve la sombra. Hay que ganar dos partidos arduos en 48 horas, momento de exhibir y mostrar al mundo esa plantilla de catorce, como si Murcia se tratase de una pasarela. Papeleta para Ibon y esas convocatorias.

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