La Ventana FIBA genera consenso en el Unicaja
Dentro de los riesgos, como una oportunidad de mantener ritmo o aumentarlo, caso de Alberto Díaz
La duda de Kravish
Málaga/El Unicaja encuentra el encanto a la primera Ventana FIBA de la temporada, que marcará un corte en la trayectoria del equipo cajista, especialmente representado y que habla maravillas del potencial del bloque, desde la óptica más constructiva. Pero hay formas diferentes de ver el vaso y perspectivas. Hay riesgos de daños, pero también es interesante para que una mayoría de la plantilla mantenga el ritmo competitivo. El caso de Alberto Díaz es el más claro, falto de rodaje. Lo reconocía el capitán durante la semana. "Me va a venir bien porque necesito entrenar", reconocía el malagueño. Un caso muy especial el de Alberto. Aparecen fantasmas por la intensidad del calendario, reconocido desde el seno del Unicaja, que naturaliza esta situación, otro problema de ricos. Otra arista es el escaqueo de la Euroliga y NBA, muy vehemente López Nieto estos días. Hasta siete jugadores se marcharán tras competir en Andorra: además de Alberto, Tyson Pérez, Sima y Barreiro con España; Balcerowski con Polonia, otro jugador al que puede favorecer esa carga, aún recuperando la inactividad de tantos meses; Perry en Montenegro, también el líder espiritual de la selección balcánica; y la novedad de Dylan Osetkowski y Alemania. Y corre en la cuenta del Unicaja Marcus Moller, convocado con Dinamarca.
Ha tenido el Unicaja una fase de calendario más suave. Dio una tregua la BCL esta semana, así que se agradece. Con una mayoría de jugadores llenando el depósito ante viajes y lo que se avecina. "Marcos ha preparado a varios jugadores porque vienen las Ventanas", el toque de Cerveró, preparador físico, en ese trabajo de previsión y una causa del reparto antinatural de minutos en los últimos partidos. "Los otros años nos han afectado bien, este año no lo sé. Se van muchos jugadores, aquí nos vamos a quedar en un grupo muy reducido, con lo cual los entrenamientos que tengamos no van a ser de mucha calidad a nivel colectivo. Lo más importante es que la gente vuelva bien y sin lesiones, lo demás me importa poco. Tendremos ahí 3-4 días para entrenar, para intentar volver otra vez a reconectar a todo el mundo con las cosas del equipo, porque al final cada uno se va con su padre y con su madre ahora y dejan de estar aquí con nuestras cosas. Tendremos ahí 3-4 días para afrontar un partido que tendremos a la vuelta que es súper exigente. Tenemos dos semanas para eso", la mirada pensativa de Ibon Navarro. Las luces largas y rezando para que todos estén aptos para ese partido ante el Lenovo Tenerife del 30 de noviembre, muy tramposo, además por un peso que puede suponer en la clasificación para la Copa.
Ese bajón que barruntaba Ibon en septiembre ha podido llegar en diferido. Insistía el técnico en la necesidad de meter a los nuevos, se da que Balcerowski y Tyson Pérez se marchan, no Killian Tillie, días de trabajo útiles para el galo por delante, los frutos a esa inversión pausada de las primeras semanas. No hay motivos para fustigarse. El peligro se llama virus FIBA.
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