La Virtus de Bolonia, posible rival en la Eurocup, vuelve a los entrenamientos
"No nos rendimos, esperamos que la temporada continúe", explica el entrenador Sasha Djordjevic
Siguen una serie de recomendaciones básicas, en un caso que está estudiando el Unicaja
Ante la incertidumbre que hay en el baloncesto mundial por la crisis del coronavirus hay varios que se están moviendo. El balón paró hace algo más de una semana, pero en los despachos (ahora muchos en las casas de cada particular) hay bullicio. Uno de los que ha tomado una decisión de calado y con pocos precedentes es la Virtus de Bolonia, que ha vuelto a los entrenamientos. El conjunto italiano, que es un posible rival del Unicaja si accede a las semifinales de la Eurocup, ha retomado la actividad y es noticia.
En el equipo entrenado por Sasha Djordjevic, para el que juega el ex cajista Stefan Markovic, hay esperanza en que se retome la competición, algo que también desea la propia Euroliga. Su convicción es clara y, además, se trabaja para ello. "Volvemos a trabajar nuevamente después de este descanso. Continuamos dando a nuestros muchachos todo lo que podemos para ayudarlos a hacer su trabajo y a recuperar su fuerza y acondicionamiento completos", explicaba el técnico serbio a Sky Italia, que daba más razones: "No nos rendimos. Una empresa vendrá para desinfectar las instalaciones de entrenamiento para que podamos continuar. Esperamos que la temporada continúe. Espero verlos a todos pronto y volver a jugar un buen baloncesto".
Bolonia se encuentra a 230 kilómetros de Lombardía, el principal foco del COVID-19, pero es una ciudad también fuertemente golpeada por la pandemia. Una decisión que trae detrás unas fuertes medidas, que daba a conocer Sportando, para bajar al mínimo el riesgo de contagio. Un empleado abre las puertas del pabellón y un máximo de dos jugadores acceden a la instalación. Uno debe estar en la pista ejercitándose y otro en el gimnasio, que está desinfectado. Hay vestuarios diferentes para cada integrante de la plantilla. Los balones y todos los materiales utilizados en la sesión son limpiados después. Y también se le ha dado a los jugadores una lista de restaurantes de confianza para pedir comida en sus casas.
Es algo que se ha estudiado y aún se hace en el Unicaja. Preocupa que este parón se alargue en el tiempo porque afecta de manera importante a la condición física del plantel. Una decisión por tomar en el equipo malagueño y en otros en una situación insólita y donde la alerta sanitaria es muy alta. Otro caso es el del CSKA de Moscú, ciudad donde ya hay decenas de miles de infectados, que ha jugado incluso un partido de entrenamiento entre sus jugadores con acta y árbitros oficiales.
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