Yankuba Sima, la cuerda se destensa

Como una crisis en las relaciones, que conllevan unos tiempos de reflexión. El Unicaja y Yankuba Sima empiezan a hablar el mismo lenguaje. Regresa la comunicación entre el club y el entorno del jugador, con una renovación por varias temporadas en mente y donde existe predisposición de ambas partes. Hubo intento por parte del club de evitar el tanteo, el jugador negaba y la situación se ha enquistado hasta los últimos días. Difícil salida para Sima, derechos ACB atados por el Unicaja y una salida al extranjero que da vértigo, por esa situación de Venecia hace dos años y porque supondría un retroceso en su crecimiento como jugador, sí puede encontrar propuestas de dinero pero difícilmente unas aspiraciones deportivas tan altas como las de Málaga. Y el Unicaja, ante el plantón de Balcerowski y la retirada de Will Thomas, necesita agilizar operaciones en un juego interior escaso, más ese jugador cupo que ya dé liberación para el resto del verano. Alberto Díaz, Tyson Pérez, Jonathan Barreiro, Nihad Djedovic y faltaría uno para BCL, producto que escasea y hay que pagarlo. Las partes tienen sus necesidades, de ahí que esa cuerda haya perdido rigidez. Esa oferta fantasma del Dreamland Gran Canaria modificó las reglas del juego.

El Unicaja confía atar a Sima con una oferta algo superior a la rechazada por el jugador a principios de verano, con dos temporadas garantizadas y una tercera opcional. Se pretende seguir avanzando en esas conversaciones y que esa firma pueda llegar en breve. Una primera propuesta del Unicaja que no dejó satisfecho al jugador, el club siempre con cuidado de no dañar esa pirámide salarial bien definida y que también tiene culpa en el buen ambiente del vestuario, y porque ya vinieron algunos esfuezos en otras renovaciones, como las de Taylor o Kalinoski, de mucho mercado. El jugador por momentos imaginó que esa etapa en Los Guindos finalizaba, por esa llegada presumible de Balcerowski, que iba a aterrizar con mucho peso en el futuro del equipo, y un David Kravish con contrato hasta el 2025, más otra temporada opcional. En un encaje incierto para tener minutos con fluidez, siendo el tercer pívot de rotación; y una situación de estancamiento para cómo se han desarrollado las dos últimas temporadas, a punto de cumplir 28 años. Esa famosa etapa de madurez, tras ya varias temporadas en ACB, las pasará en Málaga, salvo que algo vuelva a romperse a última hora. Y en el Unicaja hay especial esmero por el tortazo que llegó desde Atenas el pasado fin de semana.

Si cuaja el fichaje de Sima, porque actualmente no es jugador del Unicaja, se planteará si plantilla de doce o trece jugadores, siendo el segundo escenario el que más atrae al club, parte de esa identidad construida en esta etapa, el contar con la mayor profundidad posible. Y la temporada será infernal desde septiembre. Aunque cuantitativamente no dé la impresión que afecte demasiado, sí a la larga y en el día a día, más ese factor desconocido en Málaga que son las lesiones con cierta frecuencia. Algún día no se esquivará.