Yankuba Sima, el simbólico primer triple en ACB

De los 14 jugadores profesionales empleados por Ibon Navarro esta temporada, el único que no había anotado un triple era Yankuba Sima. En sus 166 partidos anteriores en ACB había intentado nueve y no había convertido ninguno. En Miribilla lanzó dos y el primero de ellos lo metió en las postrimerías del primer cuarto. No fue un lanzamiento forzado, aunque la posesión sí estaba avanzaba, fue un tiro consecuencia de una circulación en la que Sima recibió en la diagonal y tiró fluído para meterla limpia. En la segunda parte también ocurrió, pero esta vez no entró.

Es un detalle quizá anecdótico, pero también muestra la evolución del pívot catalán de raíces gambianas. No es su primer triple con la camiseta del Unicaja, metió uno la temporada pasada en la Basketball Champions League. La celebración llevándose la mano al ojo demostraba que no era un tiro más. Lanzar a canasta es uno de los puntos de mejora en el juego de Sima. Ha ido evolucionando en el tiro libre. No es un tirador solvente, pero ya está por encima del 50% (19/36 esta temporada, aún el más bajo del equipo). Llevó a estar en niveles preocupantes en algún momento en esta etapa en el Unicaja, rozando el 30%, creándose una especie de psicosis cuando iba en el Carpena. En un pívot es una tara importante esa baja cifra en el 4.60. También ha ido adquiriendo rango en el lanzamiento de dos para no sólo culminar bajo aro, algún desde cuatro-cinco metros, también ese floater al recibir en continuación lo ha ido perfilando... Se trabaja también en que no baje el balón cuando recibe cerca de la canasta, tiempo precioso y preciso que pierde para dificultar la anotación.

Existe satisfacción con la evolución de Yankuba Sima. Con 28 años se va acercando a su madurez, explorando sus límites como jugador. Renovado hasta 2026, es un cupo de calidad de los que no abundan. En el verano anterior hubo algún momento en el que pareció que podía salir, pero las dos partes se entendieron. Ya ha sido descarte final en verano en selección española, donde es fijo en las ventanas. No es sencilla la convivencia de tres cincos puros por el reparto de minutos, con Balcerowski y Kravish, pero los tres van encontrando sus nichos, según rivales y momentos, para brillar y sacar la cabeza. En el caso de Sima, es un jugador que defensivamente permite, por su movilidad, registros distintos. Ha tenido actuaciones descollantes, por ejemplo ante Tavares en la Supercopa. Salir lejos y recuperar, hay pocos interiores tan capacitados como él para ocupar ese espacio. Y en ese catálogo de posibilidades que ofrecen los distintos interiores cajistas Ibon va rascando rendimiento para hacer más sólido al colectivo.

En esa evolución del baloncesto moderno que a algunos no gusta pero que es imparable, que los jugadores grandes sean capaces de anotar de tres es un plus para cualquier equipo. Y que también los interiores del Unicaja metan desde lejos (Kravish sumó 10 triples, Balcerowski, cuatro y este primero de Sima) amplía las posibilidades y abre los espacios. Seguramente sea una anécdota, pero es un refuerzo psicológico ese triple.