Yannick Nzosa, amagos de despegue tras un impresionante partido con Fuenlabrada
17 puntos, 8 rebotes, 5 tapones y 30 de valoración del pívot congoleño, con exhibición en ambos lados de la cancha, en la victoria de los madrileños ante Palencia (82-73); arrastraba un buen nivel en las últimas semanas
Debutó con el Congo
Málaga/Llegan noticias muy esperanzadoras desde Fuenlabrada, otro punto de interés en la temporada del Unicaja. Allí empieza a deslumbrar Yannick Nzosa, disfrutando por fin como jugador de baloncesto tras años oscuros, de lesiones e inseguridades. El pívot congoleño firmó un impresionante partido en la victoria del Fuenlabrada ante Palencia (82-73), de la parte alta de Primera FEB, ambos aspirantes a ACB. Nzosa se fue a los 17 puntos (4/7 en tiros de dos y 9/10 tiros libres), 8 rebotes, 5 tapones, 5 faltas recibidas y 30 de valoración, en poco más de 22 minutos. Con un impacto tremendo y recordando a ese proyectazo de jugador que prometía en Málaga. Todavía con cautela, tendrá que reforzar esa condición en esa cesión en Fuenlabrada, pero puede ser un partido muy importante en la consagración del jugador, por escenario y rival. Acarició el MVP de la jornada, pero se lo llevó el ex del Unicaja Jayson Granger, dominando con Estudiantes. Acaba de cumplir 21 años, son meses importantes en su desarrollo, y va cumpliendo esos pasos que vislumbraba el Unicaja cuando se firmó ese préstamo en verano, quizá el último intento para el despegue.
Las sensaciones que deja Nzosa en cancha son muy positivas. Está en 7.8 puntos, 4.4 rebotes, 1.5 tapones y 10.5 de valoración en 18 minutos por partido, con un 56.5% en tiros de dos y un 85.7% en tiros libres. Un físico que empieza a responder con ese rol importante, aptitudes defensivas que brillan y ganando riqueza en su juego, aunque no será un jugador descollante en facetas más vistosas, sí con un potencial tremendo en orquestar atrás, intimidar y proteger el alto. Va recuperando la velocidad, es un jugador imaginado para el baloncesto de ritmo. El próximo paso, además de establecer su físico, el ir ganando inteligencia en el juego. Ante el Palencia, deslumbró con ese catálogo. "Ha estado impresionante. Lo de Yannick es una evolución normal si lo conoces. Si lo ves a principios de temporada, ves que tiene todo para ser un jugador de alto nivel. Tiene tapón, movilidad, timing de salto, buenas manos, carrera, velocidad, buen conocimiento del juego, gran capacidad de pase, situaciones de poste alto. Es muy rápido en cada desplazamiento que va a bloquear, cuando va en carrera, salta mucho, tiene una envergadura muy alta. No fue su año, pero nosotros pensamos en verano que podía ser un tío importantísimo en la Liga. Ha sido su mejor versión en el mejor momento", Toni Ten, entrenador del Fuenla, examinaba ese crecimiento de Nzosa. Su aparición estelar, en un parcial de 22-9 en el tercer cuarto, de absoluto dominio.
Debutó recientemente con el Congo, otro paso en su crecimiento. Venía avisando en las últimas semanas, 17 de valoración en la pasada jornada en Cantabria, ya un partido notable, pero se ha multiplicado días después. No es casualidad. Al igual que con Mario Saint-Supéry, el otro cedido, desde el Unicaja se monitoriza cada paso de Yannick Nzosa. Desde el club malagueño se le considera un jugador recuperable, pese a unas últimas temporadas de escasas producción y un baloncesto que se apagaba. Todavía tiene contrato hasta 2026, aunque este tipo de partidos revalorizan el producto. Es un jugador que sonará siempre, por esa irrupción estelar con el Unicaja. Va apareciendo ese jugador en Fuenlabrada, allí hizo la mili Alberto Díaz. Contexto competitivo muy positivo, colíder de la Primera FEB con un balance de 10-1. Debe ser su año.
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