Visto y Oído
Emperatriz
Yannick Nzosa es una de las apariciones de la temporada en el baloncesto europeo. Con 17 años se ha consolidado en un equipo del calibre del Unicaja y ahora es una pieza esencial para Fotis Katsikaris. Ha pasado de ser el jugador 14 de la plantilla al pívot titular. Da alcance de la progresión del congoleño, la mejor noticia del conjunto malagueño en una temporada que se va, por el momento, con más pena que gloria. Blindar al joven era una de las tareas más urgentes en Los Guindos después de su explosión baloncestística. Se hizo una apuesta importante por él el año anterior y se le firmó un contrato hasta 2024. Es el que tiene el vínculo más largo en el club cajista, lo que habla a las claras de las expectativas que ya había puestas en él. Pero a tenor de lo exhibido en la pista las condiciones habían quedado desfasadas. Por si fuera poco, fuera de ella también encandila.
Esta semana pasada se podía ver en las gradas del Carpena a Joe Lolonga y Carlos VieiraJoe LolongaCarlos Vieira, las dos personas que llevan los asuntos de Nzosa. La presencia en Málaga de ambos, además de para visitar al africano, no tenía otra razón que renegociar el acuerdo firmado en 2020. Y hay fumata blanca, como informó Sur y corroboró este periódico. El vínculo permanece hasta dentro de tres años, pero han cambiado sus emolumentos. Se trata ya de un contrato profesional y su salario se adecua a lo de sus compañeros del primer equipo. No obstante, aún sigue en el rango inferior. Donde también ha habido cambios es en su cláusula de salida del Unicaja. La única preocupación de este sobresaliente rendimiento era la atracción que podía generar el interior en clubes más poderosos. Por eso se ha aumentado esa cantidad.
Hay varios matices, lógicos en el mundo del baloncesto. Esa cantidad no es lo mismo para equipos europeos que para la NBA. Este nuevo contrato permite blindar al congoleño ante clubes de la Euroliga, que son los que cuentan con el músculo económico para afrontar una operación de este calado. Una cláusula que estaba cercana al millón y que ahora lo supera con creces. Eso y el contexto financiero provocado por la pandemia deberían ser factores suficientes para poder retener en Málaga a Nzosa. Para franquicias de la liga estadounidense es el máximo que en la competición se puede pagar por traspaso. Está en torno a unos 700.000 euros. Es, a grandes rasgos, lo que dejaría en las arcas cajistas la marcha del joven cuando sea drafteado.
La idea de su entorno es que el Unicaja es el escenario ideal para que el canterano continúe con su enorme progresión. Bien es cierto que la Euroliga sería un escaparate mucho mayor, pero los minutos también están más caros. No obstante, en la lotería del 2020 se comprobó como Killian Hayes estuvo en el top 10 llegando desde el ratiopharm Ulm, que disputaba Eurocup. Es el suelo, si no ocurre ningún imprevisto, que se le atisba a Nzosa. Está entre los jugadores con más proyección de su generación y esta temporada hará que aún se tenga mejor consideración de él. El planteamiento por el momento es que dé el salto en 2023, ya podría presentarse al Draft de 2022. Pero es algo muy cambiante y que dependerá de la próxima campaña. Si explota definitivamente será inevitable que se marche a la NBA. Sea como fuere, dejará un pellizco gordo en el Unicaja.
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