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¿España fallida?
Caso abierto el de Yannick Nzosa, después de que se cayera en los últimos días, al menos de momento, su cesión al Bilbao Basket por discrepancias en el reparto del salario del jugador, según informaba Encestando. Una salida que gustaba en el Unicaja por la filosofía de Jaume Ponsarnau, considerado dentro del negocio como uno de los mejores entrenadores con el talento joven, que incluso le aseguraba una participación con los bilbaínos. En una ACB que vuelve a crecer, y la opción de jugar competición continental. Bilbao Basket se juega su presencia en la FIBA Europe Cup, competición satélite de BCL, frente al Neptunas lituano. Otro requisito que se veía interesante en el Unicaja. Pero esa opción se cae y el club se vuelve a replantear el futuro del congoleño, que cumplirá en noviembre 21 años, con contrato hasta 2026 y una ficha que conlleva su esfuerzo, para un jugador que no cuenta al corto plazo. El Unicaja quiere ofrecerle algún año más a cambio de una ficha inferior, pero está en compás de espera. No un futuro que se pretende agilizar en los próximos días.
Nzosa, pese a su devaluación, consecuencia de los problemas físicos y su escasa regularidad, es un jugador que mantiene su mercado. Un último goteo en ACB, su condición de cupo es preciada, u optar por una LEB Oro que ya conoce tras su paso, no excesivamente productivo, por Movistar Estudiantes. Como ya ocurrió con Mario Saint-Supéry, algún club de LEB Oro ha llamado al Unicaja para pedir esa cesión, pero el jugador aguarda, antes de descartar definitvamente la ACB, el próximo paso natural después de un año donde adquirió rutinas, la competición y unas exigencias altas como el Estudiantes. Dejó algún destello, recordando a ese Nzosa que tuvo una entrada triunfal en el primer equipo del Unicaja, pero necesita aún una buena base. Ha trabajado su físico en los últimos veranos, pero carece de esa inteligencia que exige el primer nivel, y eso solo se consigue jugando.
El Unicaja sigue considerando a Nzosa un proyecto potencial a largo plazo, pese a ese estancamiento evidente. No pudo soportar esa ola tras su aparición, una NBA que también intoxicó. Requiere ahora un proceso de maduración, siendo un pívot, quien normalmente tarda más en cuajar que cualquiera. Oportunidad perdida la de Bilbao Basket. Pero si su salida no se acelera en las próximas semanas, iniciará la pretemporada a las órdenes de Ibon Navarro, además serviría para que el técnico elabore un diágnostico. Tendrá el Unicaja una preparación intensa, a contrarreloj por la cercanía de la Intercontinental y Supercopa, las dos semanas que marcan el inicio de curso. Si Melvin Ejim y Alberto Díaz están de vacaciones tras los Juegos Olímpicos, un jugador que se suma a esa rutina, o si esa pieza interior que aún falta para poner la guinda a la plantilla. De un problema el taponamiento de su marcha, a una solución efectiva y que el africano puede agradecer antes de encontrar ese destino. Todo ello dependerá de los tiempos.
“Yannick fue irregular. No ha tenido tantos minutos. No ha estado mal. Pero necesita jugar. Los jugadores interiores maduran más tarde, se asientan más tarde. Creo que está en ese proceso”, explicaba Ibon Navarro en Málaga Hoy en el inicio del verano. Los Juegos Olímpicos hacen que el mercado pierda velocidad, a menos de tres semanas para que los equipos echen a andar. El Unicaja esperaba esa solución antes, pero es otro giro que deja el verano en Los Guindos, no al nivel de la salida inesperada de Guille del Pino o las calabazas de Olek Balcerowski.
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