Así es Zaccharie Risacher, el malagueño número uno del draft de la NBA

Nacido en 2005 mientras su padre jugaba en el Unicaja (lo hizo cuatro años), ha visitado Málaga repetidamente en los últimos años

"Es muy especial volver al lugar en el que nací", decía hace un par de años durante el Mundial sub 17

Elegido el pasado miércoles

Pepe Sánchez, Stéphane y Zaccharie Risacher.
Pepe Sánchez, Stéphane y Zaccharie Risacher. / Unicaja B. Fotopress

En la madrugada del miércoles al jueves en España se constató que el número uno del draft de la NBA de la clase 2024, elegido por Atlanta Hawks, era un chaval nacido del vientre de Sandrine en el Hospital Gálvez, pocas cosas más malagueñas, en abril de 2005, apenas 40 días después de que el Unicaja ganara la Copa del Rey en Zaragoza. Zaccharie Risacher es el hijo de Stéphane, un fino alero zurdo que jugó en Málaga a las órdenes de Boza Maljkovic y Sergio Scariolo. Confesaba en las entrevistas previas al draft que los primeros recuerdos de su vida son de Murcia, donde su padre prosiguió su carrera tras salir de Málaga, aquí formó parte del mejor equipo de la historia del club, el que ganó Copa y Liga. Pero la familia Risacher ha seguido visitando con cierta frecuencia Málaga. De hecho, Zaccharie ha estado aquí en los últimos veranos. En 2022 para competir en el Mundial sub 17, en Alhaurín de la Torre y en el Carpena. "Es muy especial volver al lugar en el que nací hace 17 años. Es especial jugar aquí. No recuerdo nada de aquella época, pero un poquito de cuando estuvimos en Murcia. Después nos fuimos a Francia y no recuerdo demasiado de cuando viví en España, pero mis padres me contaron muchas cosas de lo bien que vivieron aquí en Málaga y en España y que fueron felices", rememoraba entonces en una entrevista con Málaga Hoy. Ya apuntaba entonces, después de haber debutado en la Euroliga con el Asvel, lo que después ha venido. Ser número uno del draft implica percibir desde el primer año 10.5 millones de dólares (9.8 de euros) y tener garantizados 57.4 millones (53.5 de euros) en los próximos cuatro años. Da idea de la dimensión de jugador que es el joven nacido en Málaga.

Stéphane Risacher, en su etapa en Málaga.
Stéphane Risacher, en su etapa en Málaga. / Efe

Stéphane llegó a Málaga en plena madurez, con 30 años, en 2002. Era la época en la que el Unicaja se consolidaba en Euroliga. Fue fichado en la época de Boza Maljkovic en el banquillo, con Juanma Rodríguez como director deportivo. Venía del Olympiacos, donde había jugado también varias temporadas. Había sido subcampeón olímpico en Sidney'00 con Francia, un jugador de élite de Euroliga en su posición (2.03 metros). Estaría cuatro campañas en Málaga. Compartió posición con otros aleros de máximo nivel, como Milan Gurovic y Walter Herrmann, pero siempre encontró su cuota de minutos. "Era un tío que al principio podía parecer tímido y reservado, que iba un poco a su bola. Pero no, era un tipo sensacional. Era alguien entrañable, también tenía sus golpes de humor, se sentía cómodo en Málaga", recuerda Carlos Cabezas, compañero durante esos cuatro años de Risacher: "Alguien muy profesional, que llegaba antes y se iba después, siempre trabajando muy duro, con sus rutinas cuidando su cuerpo. Técnicamente era buenísimo. Tenía ese tirito tras bote en cinco metros, con una parada y suspensión brutal. Lo hacía también tras reverso y era muy difícil pararle. Metía de fuera, acababa bien. Ayudaba al rebote, atrás se ponía... Era muy completo, hacía muchas cosas diferentes". El base malagueño recuerda ver dar sus primeros pasos a Zaccharie como a Illan, el hijo de Florent Pietrus que también juega a alto nivel. "La verdad es que es alucinante, que lo hubieras visto y lo hubieras cogido en brazos entonces y ahora verlo allí como número uno del draft. Me alegro muchísimo por Stéphane y por él", asegura.

En su etapa en el Bourg.
En su etapa en el Bourg. / Efe

Hay una anécdota sobre el grado de profesionalidad de Risacher que recordaba en su día Walter Herrmann en estas páginas. "Stéphane Risacher era mi compañero de posición de alero, también era más calmado. Pero qué calidad tenía, era excelente, era indiscutible su talento. Siempre me acuerdo de él porque se cortó el pelo porque tenía problemas cervicales. Y le dijeron que el pelo era el problema y se lo cortó. Me quedé pensando y me dije 'Aunque tenga problemas cervicales, yo no lo corto'", bromeaba su melena rubia y las rastas que llevaba el jugador francés, que se cortó cuando le sugirieron que podía tener vinculación con su problema físicos en el cuello.

Risacher, en una entrevista con Málaga Hoy.
Risacher, en una entrevista con Málaga Hoy. / M. H.

Una vez conseguido el título de Liga de 2006, el Unicaja decidió no seguir con Risacher. Había fichado a Kostas Vasileiadis y también llegaría Jiri Welsch. Se quería ir rejuveneciendo al equipo. Siguió tres temporadas en Murcia y se retiraría en el Chalon, con 38 años. Entonces Zaccharie tenía cinco años. Nacería también Ainhoa, su hija pequeña, durante sus años en tierras pimentoneras. Ella también juega al baloncesto y es internacional con Francia en categorías inferiores.

Risacher, en el Mundial sub 17 de Málaga, ante España.
Risacher, en el Mundial sub 17 de Málaga, ante España. / FIBA

Años después hay noticias de Zaccharie, que empieza a destacar en categorías inferiores. Stéphane había seguido ligado en un principio como agente al baloncesto, pero después quedaría en un segundo plano. Creció en Lyon, donde jugó en el pequeño club Tassin, en las afueras de la ciudad. Con 15 años pasó a formar parte del Asvel Villeurbanne, en 2020. Es época de pandemia, durante dos veranos se cancelan Europeos y Mundiales de categorías de formación, donde saltan las alertas normalmente. Pero rápidamente debutaría con 16 años en Euroliga con el Asvel. Después de ser bronce en el Mundial sub 17 de Málaga y plata en el Mundial sub 19 que gana España el pasado verano, Risacher decide ir a un club menor, cambia Euroliga por Eurocup a cambio de más protagonismo. En Bourg es elegido mejor joven de la competición europea. En las proyecciones del draft suele aparecer entre los tres primeros y acaba la temporada a gran nivel en el play off.

Zaccharie Risacher, con Anicet Lavodrama en una visita reciente a Málaga.
Zaccharie Risacher, con Anicet Lavodrama en una visita reciente a Málaga. / M. G.

En sus visitas a Málaga Zaccharie trabaja, por ejemplo, con Anicet Lavodrama, ex jugador de ACB afincado desde hace años en la Costa del Sol. "Es un chico que es mucho más grande que los 2.02-2.03 que le ponen. Tiene mucha versatilidad, le han dado más responsabilidades de generar juego, de poder crear, de llevar el contraataque, en situaciones de uno que le han puesto en el Bourg. Se inició en las categorías inferiores con el Asvel, pensaba que ahí le iban a dar más responsabilidad. Es un chico con mucha madurez, entiende bien el juego, tiene mucha humildad pero mucha ambición. Entendía que iba a tener más oportunidades y minutos pero como pasó con el caso de Wembanyama, salió a otro club donde se apostaba más por jugar y dar responsabilidad a jugadoras jóvenes. Entendió que allí no le dieron esa responsabilidad y él decidió con su grupo de trabajo tomar esa decisión", explica Lavodrama, que argumenta que "Stéphane intenta intervenir lo mínimo posible, confiando en que Zaccharie pueda tomar sus propias decisiones. Ha demostrado mucha madurez e iniciativa. Es muy reflexivo, escucha, absorbe y lo intenta aplicar. Es un joven muy responsable y le ha guiado a estar donde está. Bourg entendió que era un proyecto bueno para seguir desarrollándose. No se esperaba ser número uno del draft. Estuvo en Málaga en enero y estuvimos un tiempo charlando. Cuando le preguntaban los entrenadores y GM para que se definiera él decía que era polivalente, trabajador, que iba a cumplir con todo para que su equipo fuera competitivo, primero decía sus tareas en defensas y después sus características en ataque. Ser drafteado a un club donde se sabe que se va a desarrollar bien es la situación idónea. Ese recorrido para salir de Asvel, ir a Bourg y ser primera elección en el draft ha sido el correcto".

Zaccharie Risacher, con Atlanta Hawks.
Zaccharie Risacher, con Atlanta Hawks. / Efe

Acerca de las expectativas que había sobre él, Lavodrama señala que "trabajando mucho pensaba que podía a llegar a ser un top, pero no tan alto. Su proyección es muy alta. Es un estilo más Kevin Durant que Jayson Tatum, que seguramente tenga menos movilidad generadora con balón en la mano. Zaccharie tiene capacidad de generar y llevar el balón, ha jugado como uno por eso. Sólo su capacidad de trabajo, mentalidad, su capacidad de escucha, entender en sus deberes y tareas le van a ayudar a seguir creciendo mucho. Le queda algún centímetro para crecer, es enorme, es muy largo. Tiene que fortalecer mucho, ser más resistente y absorber más el contacto y aguantar más en larga duración. Tiene que mejorar el tiro posicional, en el primer paso y explosividad es uno de sus puntos fuertes. Tiene que fortalecer su estructura física. No será un cachas, cachas, pero sí se pondrá más fuerte, y mejorar su tiro, tanto en generación individual 1x1 como en situaciones posicionales. También Mejorar la defensa, quiere ser un gran defensor en los puestos que él puede jugar. Le gustaría poder postear también, sabe lo que tiene que mejorar".

Stéphane Risacher, con Pietrus, Berni, Lázaro y Tabak tras ganar la Copa de 2005.
Stéphane Risacher, con Pietrus, Berni, Lázaro y Tabak tras ganar la Copa de 2005. / Efe

"Es muy buen chaval, muy buena gente. Le encanta venir a Málaga, pasar desapercibido, ir al Plaza Mayor, a Benalmádena, al centro de Málaga... Ahora la gente le conocerá más", bromea Lavodrama sobre el joven Zaccharie, que ha puesto el nombre de Málaga de moda en la mejor liga del mundo. Su nacimiento en la capital fue circunstancial, pero ese vínculo continúa a día de hoy.

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