“Sabía que no podría soportar el frío una noche entera en alta mar y fui a la playa a despedirme”

El mejor amigo de Nicolás, el hombre desaparecido mientras hacía pádel surf en Benajarafe, cree que de haber prolongado unas horas más el dispositivo de búsqueda aquella tarde habría sido localizado con vida

Salvamento Marítimo halla el cadáver del desaparecido mientras hacía pádel surf en Benajarafe

Carlos (izquierda) y Nicolás (derecha), en una embarcación. / M. G.

Nicolás Notario (53) salió el martes a hacer pádel surf, sobre las 15:15. Había levante, pero era deportista y se manejaba en el mar. Tranquilizó a su familia diciéndole que no se alejaría de la orilla y que tampoco estaría en el mar más de una hora. A las 17:00, aún no había regresado. Su mujer alertó a los servicios de emergencias y, a continuación, a Carlos, "casi como un hermano" de su marido. Él, de inmediato, empezó a mover hilos para que los ayudaran, cuenta. A las 20:00, el dispositivo de búsqueda se replegó por falta de visibilidad. A las 23:00, su amigo fue a la playa a despedirse de él: "Sabía que no podría soportar el frío una noche entera en alta mar. Me senté en la orilla para estar un poco más cerca suya y acompañarlo de alguna manera".

Al día siguiente, a las 11:30, Salvamento Marítimo localizó el cadáver del desaparecido, a cinco millas frente a la costa de Caleta de Vélez. Solo llevaba el bañador y una camiseta de manga corta. El informe preliminar de la autopsia apunta a que falleció por ahogamiento, según las fuentes consultadas por este periódico.

Nico, como se refieren a él sus allegados, nació en Cádiz, pero se mudo a Córdoba cuando todavía era un crío. Allí, con apenas doce años, conoció a Carlos sin saber que se convertirían en inseparables, aún con las vueltas de la vida. También se cruzó en la ciudad de la Mezquita con la que se convertiría en su mujer y madre de sus dos hijos, que ahora tienen nueve y doce años. Se mudaron a Marbella y allí montó una inmobiliaria.

El año pasado, el matrimonio compró un apartamento en Benajarafe. Esta semana, aprovechando que los menores no tenían clase al ser Semana Blanca, decidieron irse unos días a su casa de la playa para desconectar, siempre según el relato de su amigo. Carlos y Nico se habían visto por última vez cuatro días antes de la tragedia; comieron juntos. "El martes que pasó todo vi que me estaba llamando y cuando lo descolgué escuché la voz de Laura -su mujer-. Ahí ya me contó lo que había pasado", relata.

Los amigos tomándose un 'selfie'. / M. G.

El servicio de Emergencias 112 Andalucía movilizó rápidamente a Salvamento Marítimo, que a su vez organizó un dispositivo de búsqueda. Carlos asegura que los efectivos rastrearon la zona durante dos horas aproximadamente. "En cuanto se hizo de noche, dejaron de buscar y esa fue la sentencia de muerte de Nico", denuncia al tiempo que manifiesta estar convencido de que en aquel momento no podía estar a más de ocho kilómetros a la redonda. "Era imposible con el poco tiempo que llevaba desaparecido. Por eso, si hubieran estado una hora más, lo hubieran encontrado", insiste.

La desesperación, cuenta, le hizo intentar convencer a un amigo de adentrarse en el mar para buscarlo con un zódiac. "Me explicó que el motor le daba problemas, que nos podíamos quedar a la deriva y entonces nosotros también estaríamos en riesgo". "Ahí ya entré en razón", reconoce. Criado en Santander y de abuelo marinero, Carlos lamenta que "no había posibilidades de sacarlo de ahí con vida pasada una noche entera".

A la mañana siguiente, cuando recibió la llamada con la fatídica noticia, estaba preparado para ello. Si bien, reconoce que eso no hace que duela menos. "Estoy destrozado, me deja un vacío que no se puede rellenar. Él siempre era positivo y alegre. Una persona pura". A Carlos y a Nico le han quedado pendientes conversaciones, viajes, excursiones y fiestas juntos. Pero ni siquiera en la muerte se soltaron de la mano.

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