El arte centenario de Rústicos Vélez en la fabricación artesanal de ladrillos y baldosas
Desde hace 125 años, esta empresa familiar se ha dedicado a la producción manual de estos pavimentos, manteniendo viva una técnica milenaria que ha pasado de generación en generación
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Vélez-Málaga/En un mundo donde la tecnología y la automatización se imponen en la mayoría de las industrias, aún hay lugares donde la tradición y el arte se mantienen firmes. Rústicos Vélez, una empresa ubicada en Vélez-Málaga, es un claro ejemplo de ello. Desde hace 125 años, esta empresa familiar se ha dedicado a la fabricación artesanal de pavimentos rústicos, manteniendo viva una técnica milenaria que ha pasado de generación en generación.
Concepción Robles, propietaria de Rústicos Vélez, comparte el proceso detrás de la creación de sus baldosas y ladrillos. La materia prima, cuidadosamente seleccionada de la zona, se convierte en barro crudo mediante un proceso de mezcla y amasado. Luego, cada pieza es moldeada a mano antes de pasar por un secadero natural y, finalmente, ser cocida en hornos tradicionales durante una semana a temperaturas que alcanzan los 980 grados centígrados. Todo este proceso, desde el inicio hasta la finalización del producto listo para la venta, lleva aproximadamente un mes y medio.
Robles destaca que optar por esta técnica ancestral en un contexto donde predominan las máquinas tiene un motivo claro. Según ella, la tradición ceramista era una parte esencial de la identidad de la empresa y de su familia. Subraya "la incomparable belleza y singularidad" de cada pieza elaborada a mano, resaltando el orgullo que sienten al ser artesanos, lo cual impulsaba su compromiso diario con el trabajo.
Los materiales utilizados en la fabricación son simples pero poderosos: arcilla, pizarra y agua. Estos elementos, combinados con habilidad y dedicación, dan vida a pavimentos y tejares que resisten el paso del tiempo y embellecen edificaciones por siglos.
Sin embargo, el camino no está exento de desafíos. La climatología, el peso de los materiales, las altas temperaturas de los hornos y la constante búsqueda de valor en piezas únicas son varios de los obstáculos a los que enfrentan a diario. Pero para Robles y su equipo, cada desafío es una oportunidad para crecer y mejorar.
En los últimos años, la demanda de pavimentos rústicos ha experimentado un resurgimiento, tanto en interiores como en exteriores. Las tendencias globales muestran un aumento en la preferencia por materiales artesanales, especialmente en países árabes donde los edificios públicos lucen ladrillos rústicos hechos a mano.
Durante décadas, Rústicos Vélez ha sido reconocida por la calidad y autenticidad de sus productos, ganándose la confianza de clientes no solo en España y Portugal, sino también más allá de las fronteras europeas. Si bien la mayor parte de sus ventas se han centrado en el mercado nacional e ibérico, la empresa no ha limitado su alcance a estas regiones. Con una visión global y un enfoque en la excelencia, Rústicos Vélez ha enviado expediciones incluso a destinos tan distantes como Qatar y Barein.
Para preservar la autenticidad y calidad de sus productos en un mercado competitivo, la empresa apuesta por la experiencia del cliente y la constante mejora en sus procesos. Cada pieza es ensayada técnicamente para garantizar su calidad, y se implementan medidas de sostenibilidad para reducir el impacto ambiental de la producción.
A pesar del avance de la digitalización, Concepción ve un futuro prometedor para la fabricación artesanal. "La adaptación a nuevas tecnologías se presenta como una oportunidad para innovar sin perder la esencia de la tradición", comenta.
Asimismo, se fabrican ecomateriales libres de químicos, donde incluso el material defectuoso se reutiliza. Además, se implementa un sistema de reutilización del agua utilizada para el enfriamiento. La empresa se esfuerza cada vez más por alcanzar un equilibrio entre la producción y la sostenibilidad. Para lograrlo, se elabora un plan anual que orienta hacia mejoras energéticas, especialmente en lo que respecta al consumo de biomasa en los hornos.
En cuanto a la facturación anual de la fábrica, esta varía según la estacionalidad y la demanda del mercado de la construcción. Sin embargo, "la tendencia general es positiva", concluye Robles.
En un mundo donde la producción automatizada es la norma, Rústicos Vélez destaca por ofrecer productos únicos, duraderos y llenos de historia. La artesanía no solo es un valor añadido, sino también un legado que perdura a través del tiempo, gracias al compromiso y la pasión de quienes mantienen viva esta técnica ancestral.
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