Dos detenidos por explotación laboral de inmigrantes en locales de comida rápida de Vélez-Málaga y Granada

La Policía Nacional ha arrestado a dos hombres paquistaníes, pero el empresario y principal responsable de estos hechos no ha sido localizado hasta el momento

Las víctimas, cuatro compatriotas de los detenidos que ejercían "sin permiso de residencia ni de trabajo"

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Vehículo de la Policía Nacional.
Vehículo de la Policía Nacional. / M. H.

La Policía Nacional ha detenido en Granada a dos hombres paquistaníes de 31 y 35 años tras descubrir que en tres locales de comida rápida que regentaban en la capital granadina y en Vélez-Málaga habrían mantenido explotados laboralmente a cuatro de sus compatriotas "sin permiso de residencia y trabajo". Según ha detallado la Policía Nacional en una nota de prensa este martes, a los detenidos, el mayor de los cuales tenía antecedentes y que ya han pasado a disposición de la autoridad judicial, se los investiga por la presunta comisión de delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, contra los derechos de los trabajadores, de favorecimiento de la inmigración clandestina, de pertenencia a grupo criminal y de falsedad documental.

La investigación policial ha sido desarrollada por la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Granada junto con la Local de Extranjería y Fronteras de Vélez-Málaga, quienes han contado con la colaboración de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Las actuaciones policiales comenzaron tras tenerse conocimiento de que un empresario nacionalizado español, pero de origen pakistaní, estaba al frente de varios locales de comida rápida, dos de ellos en Granada capital y un tercero en la localidad de Vélez-Málaga, lugares donde trabajaban varios ciudadanos de este último país.

Las actuaciones conjuntas de los agentes con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social revelaron que en dichos locales "trabajaban cuatro varones pakistaníes desarrollando jornadas laborales de entre diez y doce horas diarias durante los siete días de la semana por un sueldo de entre 500 y 600 euros mensuales". Igualmente "ninguno de estos trabajadores disponía de permiso de residencia y trabajo", han agregado desde la Policía Nacional.

Las víctimas habrían sido captadas en otras provincias entre paquistaníes en situación irregular a través de terceras personas, "haciéndose cargo el empresario de los costes del traslado". Algunas pusieron en conocimiento de los investigadores su situación de vulnerabilidad, ya que tenían a varios familiares a su cargo en su país de origen y habían contraído con las mafias que los habían trasladado hasta Europa "una deuda de 10.000 euros".

Estas circunstancias son las que favorecieron la aceptación de estas ilegales condiciones de trabajo por parte de los empleados de los locales de comida rápida. El empresario y principal responsable de estos hechos no ha sido localizado hasta el momento, siendo los detenidos las personas que habían sido puestas al frente de estos negocios por dicho propietario.

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