María Santísima de la Salud cura los corazones de su barrio malagueño

Málaga/Después de que el año pasado no pudiera salir, y tras los pasos del Cristo de la Esperanza en su Gran Amor, ha aparecido Ella bajo un silencio sepulcral. Los allí presentes han querido dejarse llevar con los pasos mecidos de los hombres de trono, que, con cuidado, han bajado por la rampa de San Pablo. El trono se ha mecido con cariño, lento, pausado y suave. Tanto que ha dejado sin aliento a sus más fieles. La Banda Musical Nuestra Señora de la Paz ha puesto el ritmo al andar de la Virgen, iniciando con el Himno de España para luego ir marcando un compás solemne para el inicio de su procesión. "Guapa, guapa y guapa" y "¡Viva la Virgen de la Salud!", han coreado los malagueños.