Consejos prácticos para evitar unos talones como los de Meghan Markle
El cambio de temperatura, la exposición al agua de la piscina o el mar son algunos de los causantes de que en los pies aparezcan grietas, rozaduras o heridas
Uno de los males más extendidos a la hora de cambiar el calzado de invierno por las sandalias, es el mal estado de los pies. Unos pies cuidados son la clave para que tus estilismos de verano, en los que tiene vital importancia y protagonismo el calzado, luzcan como nunca. A menudo, la exposición que sufren los pies en los meses de julio y agosto provoca que aparezcan algunos signos de deshidratación evidentes que deslucen el estilismo, tales como grietas, heridas, rozaduras o pieles muertas. En gran medida las partes más dañadas suelen ser los talones. Por ello es esencial aplicar una hidratación pensada especialmente para esta zona del cuerpo.
Si no que se lo digan a Meghan Markle. La Duquesa de Sussex ha sido fotografiada en más de una ocasión con los talones en mal estado, lo que le ha valido las críticas de los especialistas. La última, cuando acudía a la apertura de la exposición Oceanía de la Royal Academy of Arts.
La clave de una buena hidratación de la piel en los talones, y también a un nivel más general, es la ingesta de líquidos, en concreto, de agua. El verano es una época calurosa, en la que debido a las altas temperaturas los niveles de sudoración son superiores. Esto, unido a la prolongada exposición solar, provoca que necesitemos más agua para el buen funcionamiento del cuerpo. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), recomienda que el consumo de agua diario esté siempre entre los 2 y 2,5 litros. En el caso de que las temperaturas superen los 38º se tienen que añadir a éstos unos 500 mililitros de agua por cada grado de más en el termómetro.
Una vez hidratado por dentro es idóneo hacerlo por fuera. Existen multitud de cremas hidratantes que ayudan a recuperar el estado idóneo de unos talones agrietados. Lo esencial es conocer qué tipo de ingredientes tienen que tener estas cremas para dar con el resultado esperado. Los aceites son uno de los hidratantes más potentes del mercado. En el sector de la cosmética algunos de los más usados son el aceite de almendras dulces, el aloe vera, el aceite argán, de jojoba, de sésamo, de ciruela o de albaricoque. Este tipo de aceites se caracteriza fundamentalmente porque son ricos en Omega 3, 6 y 9 y porque regeneran la piel y las heridas. Además de éstos, la manteca de karité es otra de las sustancias más nutritivas que se pueden encontrar en el mercado y que es base de muchas de las cremas hidratantes para pies. Este tipo de hidratante aporta a la piel importantes cantidades de vitamina E. Ésta da elasticidad y actúa como un potente antioxidante.
Por otro lado, otro de los factores determinantes para tener unos talones hidratados es el tipo de calzado que se utiliza. Si quiere revertir la tendencia lo recomendable es apostar por un calzado amplio, que permita moverse al pie con facilidad, así como la ausencia de tacón o costuras que puedan entrar en contacto directo con los talones. Además, a la hora de lavarse los pies es importante usar jabones naturales, que respeten el PH de la piel. Siempre mejor agua fría que agua caliente y hay que evitar los baños excesivamente duraderos. Cada vez que se acuda a la playa o la piscina se debe enjuagar los pies. Tanto el cloro de las piscinas como la salinidad son perjudiciales para la recuperación de unos talones agrietados.
Por último, es recomendable llevar a cabo la hidratación de noche. El descanso es un aliado infalible para lograr que el efecto de las cremas o aceites sea mayor. Evite ponerse calcetines, dejando respirar de este modo el pie a temperatura ambiente.
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