De ruta a Torre Zambra: la excusa perfecta para visitar Casabermeja
Redescubriendo Málaga tras el coronavirus
La localidad bermeja atesora rincones donde una bandada de amigos puede pasar un día estupendo
Encontramos la Torre Zambra vigilando atentamente la localidad de Casabermeja. Situada en un punto estratégico en mitad del término municipal casabermejeño, esta construcción corresponde al elemento arquitectónico del aparato defensivo y militar musulmán más reducido: es decir, una atalaya; o, en tiempos cristianos, una torre de rebato.
La Torre Zambra está perfectamente reconstruida y supone una meta ideal para una ruta, y el inicio y la excusa perfectas para conocer Casabermeja, un municipio enclavado en los Montes de Málaga, en una zona especialmente hermosa marcada por los ríos Guadalmedina y Cauche.
Ascender a la Torre Zambra no es una ardua tarea: son algo menos de seis kilómetros de ida y otros seis de vuelta, y en su mayor parte discurre por la carretera MA-3101 a su paso por la localidad, una vez que se alcanza desde el centro del pueblo.
A pesar de ser una senda de asfalto, disfrutaremos de unos amplios paisajes del entorno porque la subida ofrece grandiosas panorámicas del valle.
Una vez pasado el Ventorrillo Patas Cortas, la ruta nos conduce por fin a un camino de tierra desde el que ascenderemos poco a poco hacia la torre.
A este punto se puede llegar en coche, pero entonces la cosa tendrá menos gracia ya que la ruta será extremadamente corta.
Es difícil determinar la cronología exacta de la atalaya pero sin duda debía existir a finales del siglo XIII principios del XIV. Sin embargo, su origen es claro: la necesidad de vigilar la cuenca del río Guadalmedina.
Torre Zambra es el vértice de un ángulo protector conectado ópticamente con las torres de Los Verdiales y Jotrón, así como con otra posible almenara en Las Pedrizas, que comunicaría con la Vega de Antequera, a través de El Hacho.
Una vez alcanzamos la torre y nos hemos hecho la fotos de rigor, podemos descender y seguir visitando los puntos de interés con los que cuenta Casabermeja.
Cementerio de San Sebastián
Quien ha pasado cerca de Casabermeja por las Pedrizas se ha quedado sorprendido por el cementerio de esta localidad. De hecho, por su singularidad, este camposanto fue declarado Bien de Interés Cultural en 2006.
El porqué de este espacio se debe a que la cripta de la iglesia de Casabermeja fue el primer cementerio de la localidad y en 1786 ya se hallaba saturada.
En vistas a esto, el obispo de entonces, Manuel Ferrer y Figueredo, aportó 400 reales para contribuir a la construcción de un nuevo cementerio que se levantó en el cerrillo de San Sebastián.
¿La causa de esta ubicación? Allí se hallaba la ermita del mismo nombre, pero, sobre todo, porque era un paraje bien ventilado, alejado del pueblo y situado en el extremo opuesto al camino entre Málaga y Antequera.
Sus primeras tumbas eran muy sencillas: simples túmulos encalados que se dispusieron en derredor de la ermita. De hecho, era considerado un cementerio para pobres, pues los pudientes continuaron inhumándose en la iglesia hasta que una taxativa orden lo prohibió y desde 1805 todos los enterramientos se hicieron en este camposanto.
Esto hizo que las tumbas evolucionaran buscando una mayor fastuosidad hasta dar forma a una tipología de enterramiento muy singular denominada nichera.
Iglesia de Nuestra Señora del Socorro
El campanario de la Iglesia del Socorro es el elemento más visible de Casabermeja, una gran torre cuadrangular de cinco cuerpos y cubierta de tejas árabes.
Construido en la primera mitad del siglo XVI, este templo fue objeto de importantes modificaciones hacia la mitad del siglo XVIII.
Su interior está formado por tres amplias naves separadas con pilares y arcos de medio punto, con un camarín en la de la nave izquierda donde se ubica la Virgen del Carmen y que posee una hermosa decoración barroca.
En la nave de la derecha encontramos otro espacio similar para la imagen de Jesús el Nazareno.
Peñas de Cabrera
El yacimiento de Peñas de Cabrera, situado en el Cerro Mojea, se ubica en la zona con la que comparte nombre y que también se conoce como las Piedras de Cabrera.
Este lugar se compone de una importante serie de abrigos geológicos en la que se encuentran manifestaciones rupestres, tanto pinturas como grabados.
Estas pinturas se dieron a conocer en la década de los 70 y en total son 135 motivos rupestres repartidos en una treintena de abrigos rocosos sobre areniscas.
Este conjunto pictórico contiene, así, un importante valor arqueológico, destacando varias siluetas, manifestaciones rupestres datadas en la Prehistoria reciente, con preponderancia de figuras antropomorfas.
Museo-taller de Cerámica
En 1983 un grupo de vecinos de la localidad comenzó a trabajar el barro para dar vida a su propia Natividad. Algo que, durante años, se convirtió en una expresión artística muy popular que atraería a visitantes de toda la provincia.
Y, como todo en esta vida, es decir, paso a paso, esto dio origen a un amor desmedido por la cerámica en Casabermeja que, a su vez, haría crecer un taller que se inauguró por primera vez en agosto de 1989 con una exposición de alfarería y cerámica.
Y del taller al museo: esta institución se proyecta como un lugar accesible al estudio y la consulta, al aprendizaje y al disfrute, a la exploración y al descubrimiento referido al arte y oficio de la cerámica.
Para completar la exposición permanente, el Museo-taller de Cerámica programa exposiciones temporales que pueden ser producción propia o fruto de colaboraciones con otras instituciones, colectivos o artistas particulares.
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