Qué ver en Marbella: la ciudad que se volvió humilde
Redescubriendo Málaga tras el coronavirus
La localidad sigue atesorando un pasado de lujo y glamour
Pero también se ha convertido en un lugar más amable para los simples mortales que no son parte de la jet
Marbella ya no es la que fue. Hay que reconocerlo. Y no pasa nada: si ahora es otra cosa, se dice y punto.
Claro que sigue manteniendo un alto estatus entre los turistas que vienen de fuera, pero son rescoldos que atraen a polillas pequeñas. Y eso no es, en principio, algo malo: ahora la ciudad marbellera es un municipio mucho más amable para el visitante humilde, que no se puede permitir grandes lujos, pero que sí sabe apreciar lugares hermosos.
Ese turista de calidad, pero no de la calidad entendida como dejarse miles de euros en un sola noche en una discoteca, sino de la calidad perfilada como cualidad de un turista cívico, fiel, respetuoso y que, cuando vuelva a su casa, hablará maravillas de la ciudad que lo ha acogido. Un turista de oro que garantiza la viabilidad y vitalidad del sector.
Este visitante sabrá apreciar las perlas que Marbella tiene repartidas en su término municipal, disfrutando de una ciudad con personalidad propia, explorando su idiosincrasia, y no quedándose en su superficie, esa que no la diferencia de cualquier otra ciudad turística de lujo.
El turista de verdadera calidad paseará por sus calles, entrará a sus museos, señalará su patrimonio histórico, respirará su riqueza natural, observará la epopeya diaria de sus vecinos... Hará uso, en definitiva, del turismo en su modalidad más placentera.
Ese visitante, somos nosotros. Y para no perdernos nada, aquí listamos algunos lugares inolvidables de Marbella, la ciudad que volvió del after.
Las murallas de la Alcazaba de Marbella
Este castillo califal se encuentra en pleno centro histórico de Marbella, en las cercanías de la plaza de Los Naranjos y de la Iglesia de la Encarnación.
Data del siglo IX o principios del X y se construyó para prevenir levantamientos y ataques norteafricanos. Está declarado Bien de Interés Cultural desde 1949 y aún conserva una de las torres, aunque en un estado que clama por su restauración.
Cuentan los historiadores que el hueco que preside la torre es herencia de las refriegas de la toma de la ciudad por parte de los Reyes Católicos, que no se andaban con chiquitas.
Ruta a la ermita de Los Monjes
El patrimonio natural de Marbella es impresionante. Y para disfrutarlo existen innumerables opciones. Una de las más humildes (hoy va la cosa de ser humildes, por lo que se ve) es realizar la ruta a la ermita de Los Monjes de Marbella, una senda muy tranquila y sencilla, especialmente pensada para que las familias pasen un día en el campo.
La ruta a la ermita de Los Monjes es, además de fácil, corta: dos kilómetros de ida y dos de vuelta, suman cuatro kilómetros que discurren junto al arroyo Los Monjes.
El comienzo de esta senda se sitúa en la marbellera Urbanización Xarblanca, en las proximidades del CEIP Xarblanca. Realizaremos una ruta corta, pero que rápidamente nos introducirá en un espacio natural muy rico y variado.
Hay a lo largo del recorrido algunas pequeñas subidas y pendientes, pero en general el camino es bastante llano, más allá de la constante subida que nos llevará hasta las ruinas de la ermita de Los Monjes.
Este edificio es del siglo XVI y de él queda muy poco. Desde este punto hay veredas que continúan hacia la montaña, atravesando el sendero el arroyo que tributa al Guadalpín entre antiguas terrazas de cultivo.
El fondo del mar marbellí
Visitar el fondo del Mediterráneo frente a la costa de Marbella es conocer otro espacio natural de la localidad poco frecuentado.
El submarinismo es una práctica que nos descubrirá una lugar que parece de otro mundo.
En Marbella, la zona del litoral conocido como Cabopino se presenta como un espacio de rocas y arena en el que encontramos, en tierra, un complejo dunar de gran valor ecológico que, casi como si de un milagro moderno se tratara, aún resiste a la presión urbanística.
En los fondos marinos de Cabopino ya se va alternando algo la fauna atlántica con la mediterránea. También, no lejos de esta zona, alrededor de la antigua torre a donde llegaban las cargas de mineral proveniente de las canteras cercanas -en la conocida como playa del Cable-, se ha generado un área con una intensa vida marina que supone un punto fundamental para la práctica del buceo.
Por su parte, en los roqueos entre el núcleo marbellero de San Pedro de Alcántara y Sabinillas ya se ve claramente la influencia atlántica en nuestros fondos marinos, con algún pecio a poca profundidad que sirve de refugio para numerosas especies tanto de fauna como de flora.
Entre ellos, debemos destacar la presencia del invertebrado más amenazado del Mediterráneo occidental la Patella ferruginea, que es un gasterópodo endémico de esta zonal. Se distingue de otras lapas mediterráneas por su concha grande y recia y por las gruesas y elevadas costillas que presenta, que determinan que el borde sea muy sinuoso.
Basílica Paleocristiana de Vega del Mar
La basílica de Vega del Mar, o basílica paleocristiana de Vega del Mar, en Marbella, es una iglesia de origen visigodo, considerada una de las más antiguas manifestaciones arqueológicas del cristianismo primitivo.
Descubierta en 1915, está situada en San Pedro de Alcántara, muy cerca de su litoral. El conjunto está formado por una basílica de doble ábside y una necrópolis, abarcando un arco cronológico entre los siglos III y VII después de Cristo.
Varios trabajos de arqueología dejaron al descubierto la planta de la basílica y una necrópolis que la rodea con más de 180 enterramientos de distinta tipología.
Torre del Duque
En pleno Puerto Banús, en los jardines de una urbanización privada, encontramos la Torre del Duque.
La Torre del Duque es otro ejemplo de torre heredada del sistema defensivo nazarí. Su nombre alude a Rodrigo Ponce de León, Duque de Cádiz y de Arcos (y no al personaje interpretado por el actor Miguel Ángel Silvestre).
La torre tiene forma de prisma cuadrado y su altura es de poco más de once metros desde la zarpa, estando su acceso originario a la cámara interior a unos siete metros del suelo, en su cara norte.
Las Termas de Guadalmina
Las Bóvedas de Marbella o Termas de Guadalmina es un yacimiento que gira en torno a un patio octogonal rodeado por siete habitaciones con una bóveda regular de aristas. Excavaciones practicadas hace unas décadas descubrieron restos de tableros de mármol, cerámica popular, ladrillos, una lucerna con una cabeza humana, tubos de barro y una moneda de Constantino.
Los restos del edificio termal de las bóvedas han sido recientemente intervenidos para asegurar su adecuada conservación, aunque sigue pendiente una excavación que complete la información que conocemos del edificio.
Y, quién sabe, con esas excavaciones tal vez encontremos pruebas de que Marbella ya en época del Imperio romano era visitada por una jet set de la toga y los aceites aromáticos.
Aventura Amazonia
Nunca un árbol fue tan divertido como en Aventura Amazonia. Si buscas un plan que conjugue diversión y niños en Marbella puedes pasar un día en este parque, el mayor de estas características en Andalucía y el único que se ubica en plena Costa del Sol, a menos de medio kilómetro de la playa marbellí más cercana.
Con un concepto diferente al de los parques tradicionales, ya que aquí el visitante es el protagonista de su propia aventura, en Aventura Amazonia se pude disfrutar de cerca de cien juegos en los árboles y de más de 26 tirolinas -incluida la mayor tirolina entre árboles de la comunidad: 240 metros-, distribuidos en seis circuitos de aventura y tres circuitos de iniciación.
Dichos circuitos -MiniKids, Kids, Explorador, Jungla, Aventura y Deportivo- están adaptados a distintas edades y condiciones físicas por lo que este parque es para todos los públicos y para todos los miembros de la familia.
El litoral marbellero
Todas las playas de Marbella ofrecen un litoral en el que es realmente sencillo escoger el tipo de actividad que nos gusta disfrutar. Porque los marbelleros y sus visitantes disponen de una larga costa, entre Estepona y Mijas, dividida en playas y calas, cada una con su espíritu propio.
Playas ideales y repletas de servicios y comodidades que este año 2020 han sido reconocidas con numerosas banderas azules: en la playa de Casablanca, en la playa de El Cable, en playa de El Faro, la playa de Puerto Banús – Levante y en la playa de Guadalmina.
Así, la playa de Casablanca además de tener un nombre bien cinematográfico es una de las cinco playas de Marbella que todavía mantiene una bandera azul este año del Señor de 2020. Este verano Marbella se lleva la palma.
A medio camino entre Estepona y Mijas, casi en la mitad del litoral marbellí, cuenta con una longitud de 1.712 metros, lo que la convierte en una de las playas más extensas de la localidad.
Con fáciles accesos tanto a pie como en coche, su arena oscura da cobijo a más de 1.500 hamacas, lo que la convierte en una playa concurrida, pero perfecta para familias que quieran pasar un día churruscando a los niños al sol.
Por su parte, la playa de El Cable, al parecer una de las playas favoritas de los marbelleros, se encuentra a la entrada del municipio, en el área comprendida entre el puerto pesquero y la desembocadura del río Real y este año ha conseguido la distinción bandera azul por primera vez.
La playa del Cable debe su nombre al cable que la cruzaba para transportar minerales desde las canteras de Sierra Blanca hasta los cargueros que los esperaban en el mar. Éste es uno de los pocos vestigios que nos recuerdan la historia minera y siderúrgica de Marbella.
En cuanto a la playa de El Faro, en esta cala podemos encontrar, pues eso, un faro de 1864 que preside el paseo marítimo. En pleno centro de la ciudad de Marbella es una de las playas más pequeñas de la localidad: aunque en sus escuetos 200 metros de largo y sus 30 metros de ancho caben 300 hamacas en un auténtico alarde de habilidad nivel Dios del Tetris. Pero teniendo en cuenta que ahora hay que mantener una distancia de seguridad sanitaria de dos metros...
De fácil acceso a pie o a lomos de cualquier vehículo imaginable, la playa de El Faro es una de las playas más concurridas y populares de Marbella, tanto en temporada alta como el resto del año. En su pequeño tamaño ofrece todos los servicios necesarios y soñados por el ser humano: se encuentra a cinco minutos de paseo relajado de la Marbella de las tiendas de lujo, las grandes firmas, las terrazas y los restaurantes.
Además, a una sola calle de distancia, encontramos el Parque de la Constitución, un bonito jardín que alberga además un auditorio donde se celebran actividades lúdicas y culturales.
La playa de Puerto Banús - Levante está en la zona más famosa de toda Marbella y posiblemente de toda la Costa del Sol y de Málaga, tal y como demuestra el gran número de publicaciones de Instagram en las que aparece la localidad.
Esta hermosa playa está ubicada sobre la espalda este del puerto deportivo de Puerto Banús, un antiguo puerto pesquero que ha pasado a ser el puerto deportivo más exclusivo del Mediterráneo, plagado de toda clase de servicios y de los mejores restaurantes, siendo uno de los centros de lujo más importantes de Europa.
Por último, la playa de Guadalmina, junto a la urbanización del mismo nombre, se ubica en el núcleo marbellí de San Pedro de Alcántara, por lo que es la playa más situada al oeste de la localidad.
Guadalmina tiene una longitud de poco más de 1.600 metros, y una anchura media de 25 metros. Con un paseo marítimo y un grado de ocupación medio, esta playa es la opción ideal para ir en familia, ya que es un arenal espacioso donde los niños pueden corretear hasta hartarse.
Un perfecto equipamiento, unas completas instalaciones adaptadas a personas con discapacidad, buenos servicios (alquiler de sombrillas, hoteles, clubs, chiringuitos) y, sobre todo, una calidad del agua excepcional, hacen que en esta playa ondee una bandera azul desde el año 1992. ¡Ahí es nada!
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