Senda de Archidona a Villanueva de Tapia: ¡rápido, salgamos de ruta por si las moscas!
Redescubriendo Málaga tras el coronavirus
Mientras todavía nos dejan, vamos a recorrer la etapa 12 + 1 de la Gran Senda de Málaga
Con mascarilla, manteniendo la distancia de seguridad, sin fumar, sin compartir cantimplora, sin hacer ni una sola mención al cipote de Archidona...
Siempre que algo va mal, pues como que puede ir mucho peor. Aunque no lo creamos. Aunque la historia nos lo trate de recordar una y otra vez. Por eso, mientras todo va a peor, aprovechemos, ahora que todavía nos dejan salir de casa, para realizar una ruta sencilla por el interior de la provincia. Una senda que recorreremos con melancolía, casi como si fuera una despedida, y deseando que no lo sea.
Ficha
Ruta: lineal.
Inicio: Archidona.
Meta: Villanueva de Tapia.
Distancia: 17,1 kilómetros aprox.
Dificultad: escasa.
Tiempo: 4 horas.
Fácil y llana, la ruta que conecta a Archidona con Villanueva de Tapia discurre a lo largo de 17 kilómetros por la etapa 13 (o 12 más 1; no es cuestión de atraer más mal fario) de la Gran Senda de Málaga que desde hace varias semanas nos hemos propuesto reseñar sin que recompensa de ningún tipo medie de por medio, más allá de la satisfacción de nuestros lectores. Un camino sencillo cuyo único peligro es que atraviesa algunos tramos de carretera y un paso a nivel sin barreras, donde tendremos que, como dicen las madres, gastar cuidaito.
Una ruta que nos llevará unas cuatro horas completarla, como siempre dependiendo de nuestro estado físico, y si todo va bien, y que atraviesa Archidona desde el punto de inicio que está situado en la calle Luis Braille. Pasando por la calle Virgen de Gracia y luego por la avenida Llano de Pablo Picasso, a los dos kilómetros de haber comenzado la andadura se llega al antiguo Camino de Villanueva de Tapia.
La ruta está profundamente marcada por la Sierra de Archidona, que dirige su trazado. Esta mole tiene una altitud de algo más de mil metros en el pico Conjuro, cerca de la ermita de la Virgen de Gracia donde termina la vía ferrata del pueblo.
Los cortados de la sierra quedan por el otro lado, por lo que el perfil de la etapa es más suave, desprovisto de vegetación salvo densos espartales y pequeñas encinas aisladas, mientras que la ruta avanza entre olivares y diversos cultivos. Llegamos en el kilómetro cuatro a la fuente del Sacristán, que forma un riachuelo tributario del arroyo de las Negras.
Desde aquí, son más frecuentes los grandes árboles a ambos lados del camino: las colinas arcillosas que bordean el sendero están ocupadas por almendrales, pero ya aparecen por todos lados señeros ejemplares de encinas, a veces formando bosquetes.
Caminando llegamos a dos cortijos: el del Monaguillo y el del Tomillar, en la zona donde mejores vistas se tienen del Arco Calizo Central, pareciendo muy cercanas las sierras que respaldan a Villanueva del Trabuco y Villanueva del Rosario (y que se pueden recorrer a lo largo de otras etapas de la Gran Senda de Málaga).
Se desciende entonces hasta el arroyo de las Negras. Ésta es la única zona de vadeo de la etapa, pero está en un lugar amplio y no tiene demasiada profundidad. En su cauce hay poca vegetación, sobre todo juncos y aneas.
Así, caminando, y tras pasar bajo la autovía, y tras dejar detrás el cerro del Umbral, se coge la Realenga del Puerto. En este punto nos metemos en el territorio adehesado de encinas mejor conservado del recorrido.
Cerca, en Los Borbollones, hay un cartel de la vía pecuaria de Sevilla a Granada que marca un giro en el que se tuerce hacia el norte y hacia Las Hoyas de Galván, donde está la finca Sureco. Aquí es donde nos encontramos con el paso a nivel sin barreras del ferrocarril entre Bobadilla y Granada. En este punto debemos extremar las precauciones en los momentos de poca visibilidad.
Cuando se llega a la carretera, tomamos el camino conocido como del Entredicho. Este punto nos regalará el paisaje más abrupto de los que llevamos de camino, con algunos encinares en barrancos, y un matorral más denso de aulagas, retamas y jaras debido a las pendientes más pronunciadas.
Pero pronto llegamos a un enorme olivar que queda patente cuando coronamos el último altozano en el kilómetro 14 conocido como Las Palomeras. Aquí disfrutaremos de la primera vista hacia Villanueva de Tapia, una filigrana blanca entre el verde de los olivos y el albero claro de la tierra.
El pueblo es fruto de independentistas, ya que fue la primera de las villas nuevas en separarse de Antequera. Después de decender y volver a ascender, entraremos a esta villa y daremos por concluida la etapa 13 de la Gran Senda de Málaga sin que en ningún momento hayamos hecho referencia ni mención alguna al célebre cipote de Archidona.
También te puede interesar