El cambio de hora tendrá lugar en la madrugada del 30 al 31 de marzo, coincidiendo con la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección. En esta ocasión toca adelantar una hora el reloj, por lo que cuando den las 02:00, serán las 03:00 horas. La mayoría de los dispositivos electrónicos hacen el cambio de hora directamente, sin embargo muchos elementos analógicos no, por lo que la mañana del Domingo de Resurrección, hay que tener claro que reloj nos dará la hora real. Este cambio de hora se hace al inicio de la primavera (el 20 de marzo) con el objetivo de aprovechar el mayor número de horas de luz solar, ha coincidido con el final de la Semana Santa de este año. 

El anterior cambio de hora tuvo lugar en otoño, en el mes de octubre, en la madrugada del 28 al 29, que supuso una hora más de sueño para los españoles. En los últimos años ha sido un tema recurrente el preguntarse el por qué de este cambio de hora. Y si este acto sirve para algo. Desde que se instauró se ha justificado principalmente por el ahorro energético, reduciendo el uso de iluminación artificial en las tardes. A pesar de sus beneficios económicos y ambientales percibidos, ha generado debate por sus posibles impactos en la salud y el bienestar, llevando a algunos países a evaluar su continuidad.

¿Cuál es el origen histórico del cambio de hora?

El que está considerado como precursor de la idea del cambio de hora en Benjamin Franklin. En el año 1784, este político, inventor y científico redactó un tratado en el que recogía medidas para ahorrar energía (comprobando que se no aprovechaban todas las horas de sol), si bien nunca se le tuvo en cuenta, sirvió de germen para el primer cambio de hora oficial del mundo. Otra personalidad que también planteó esto fue el constructor inglés William Willet, que en el año 1905 propuso un cambio de hora en verano (su propuesta consistía en adelantos de horas semanales de 20 minutos, para que no fuera brusco).

Sin embargo, el primer cambio de hora oficial del mundo tuvo lugar en el año 1916. Inicialmente fue adoptada por el Imperio Alemán durante la Primera Guerra Mundial. En España, el primer cambio de hora se implementó en 1918 (dos años después), aunque fue intermitente en su aplicación hasta que se consolidó en la década los 70, impulsada por la crisis del petróleo.