Balance de criminalidad

Málaga registra 44 ciberestafas al día

Ilustración sobre la ciberdelincuencia.

Ilustración sobre la ciberdelincuencia. / ROSELL

"Hola, mamá, se me ha roto el móvil, escríbeme a este número lo antes posible, por favor". ¿Le ha llegado este mensaje a su móvil alguna vez? Si la respuesta es afirmativa, trataron de estafarle. Una práctica que no ha hecho más que aumentar en los últimos años. Sólo en la provincia de Málaga en 2023 se consumaron 44 estafas informáticas cada día. O, lo que es lo mismo, 16.334 en todo el año. Una cifra un 59,7% más abultada que la registrada en 2022, según recoge el último balance de criminalidad elaborado por el Ministerio del Interior. 

Aunque, claro está, no solo de estafas on line viven los malhechores. También se ha producido un incremento de las modalidades agrupadas bajo el concepto de cibercriminalidad de un 52,3% al pasar de 11.863 infracciones penales cometidas vía internet a 18.063.

Lo que sitúa a ambos delitos como los dos que más han crecido en el lapso de un año. Una dinámica que, detallan desde el departamento, se observa "de manera muy significativa desde 2016, en especial en la crecientes formas de comercio electrónico". A esto se añade el apartado otros ciberdelitos, que asciende igualmente un 5,9%.  

No obstante, esto no significa que otros tipos de criminalidades hayan remitido. Así, por ejemplo, también siguen aumentando las agresiones sexuales con penetración, con un repunte del 24,6%, hasta alcanzar las 152, mientras que el año anterior el monto total se quedó en 122.

Al ahondar en la serie histórica, la tendencia alcista del número de violaciones es aún más notorio, ya que en 2021 se registraron 49 y en 2019, 42. A ellos se suman los delitos contra la libertad sexual, con un aumento del 18,9%, de 628 a 747, y otros tantos del mismo carácter que computan aparte en la estadística, que suben otro 17,6%, de 506 a 595. 

El tráfico de droga, por su parte, también experimenta un repunte del 12,9% en la provincia, con 1.244 casos constatados. Igual ocurre con los robos con violencia e intimidación, que suben un 10,3%, al pasar de 1.742 a 1.921. 

O, en menor medida, con los robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, que aumentan un 2,5%, lo que va de 4.514 a 4.628; un poco más que los robos con fuerza en domicilios, que lo hacen un 1,6%, casi calcando los números de 3.348 a 3.400.

Prácticamente la misma estabilidad que la criminalidad convencional, 1,5%, con lo que va de 79.927 a 81.146; y los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria, que apenas se elevan un 0,9%, de 1.115 a 1.125. 

Algo más crecen las sustracciones de vehículos, que rozan los dos dígitos, con un 9,6%, muy cerca de los dos millares (1.910) por los 1.742 del año anterior. Crecen asimismo los hurtos un 6,8%, uno de los delitos más recurrentes, hasta los 26.884 cuando en 2022 se contabilizaron 25.167. 

Asimismo, aumentan extraordinariamente los secuestros (aunque en términos porcentuales, que no totales, ahí está el truco), con una escalada del 41,7%, lo que se traduce en 17 casos por los 12 del año pasado. 

De esta manera, la criminalidad, en términos totales, vuelve a incrementarse un ejercicio más, hasta rozar las 100.000 infracciones penales (99.209), lo que significa un aumento del 8,1% desde las 91.790 anteriores.  

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