La aceituna de mesa sobrevive a la sequía y mantiene sus mercados

Ha sido difícil, pero los datos permiten afirmar que la aceituna de mesa ha sobrevivido a la voraz sequía y pese al descenso de la producción y a la merma de calibres el mercado se mantiene activo y en buena forma.

El Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía confirma que la falta de precipitaciones ha supuesto un descenso de la producción, el verdeo se ha producido lentamente, por la selección de frutos y árboles, con calidad y calibres han sido buenos, aunque algo menores de lo habitual, ya que la falta de producción ha favorecido el verdeo de calibres inferiores.

Agrega que la campaña se presenta con una estimación de la producción un 23,3% inferior a la media de las últimas 5 campañas, con una aceituna muy sana, pero de menores calibres que alcanza precios superiores a los valores medios de años anteriores.

En comercialización los datos de la campaña 2021/22 ha sido muy buenos: un 8,9% superior a la precedente y un 6,2% superior a la media y las exportaciones crecieron un 7,2% con un total vendido de 439.710 toneladas, mientras que el mercado interior ascendió en un 12,3%, recuperando casi los niveles pre-pandemia.

EEUU e Italia siguen siendo los principales destinos de la exportación nacional y andaluza, aunque el mercado americano marca una clara tendencia decreciente.

Variedades

Las tres variedades han incrementado su comercialización, aunque la Manzanilla bajó ligeramente el volumen exportado pues se vendieron 124.610 toneladas (un 1,8% más que la anterior campaña, pero un 6,7% por debajo del promedio de las campañas comercializadas entre 2011/12 y 2020/21), dedicando el 51% a la exportación. De Gordal, salieron 32.730 toneladas, lo que supone un ascenso del 9,3% respecto a la campaña anterior pero un descenso del 0,5% sobre la media de las 10 campañas anteriores, dedicando el 56% a la exportación. La Hojiblanca (con 260.710 toneladas comercializadas) incrementó sus ventas un 10,6% sobre el periodo 2020/21 y un 12,2% respecto a la media de las anteriores campañas, y dedicó el 78% de la misma a la exportación.

Según los datos del panel elaborado por el Observatorio sobre el comportamiento en los hogares, se ha producido un descenso del 10% en el consumo de aceitunas en los tres primeros trimestres 2022 respecto al mismo periodo de 2021, tanto a nivel nacional como a nivel andaluz.

Se vuelve a niveles de consumo similares a los anteriores a la pandemia, perdiendo peso el consumo en hogares frente al aumento en el canal horeca. Sin embargo, los precios se han incrementado un 10%, con tendencia ascendente conforme avanzan los meses, posiblemente reflejo de la inflación que la crisis energética por la guerra en Ucrania está provocando.

Exportaciones

Según los datos publicados por el Consejo Oleícola Internacional, en la campaña 2020/21 España produjo el 64% de la aceituna de la UE, representando el 21% de la producción mundial y protagonizando el 27% de las exportaciones mundiales.

Andalucía, que esa campaña produjo el 84% de la aceituna entamada española, comercializó el 15% de toda la aceituna de mesa que se consumió en el mundo.

Nuestro país ha exportado a 143 países, aumentando en la campaña 2020/21 un 4,5% respecto a la campaña anterior, e incrementando su valor de exportación un 11,7%. A los 10 principales destinos se destina el 69% del volumen y un 63% del valor total exportado. Estados Unidos, Italia y Francia siguen siendo los principales destinos de las exportaciones españolas, con un destacado ascenso de las exportaciones a Italia en volumen y valor.

Andalucía

En cuanto a Andalucía, la producción se comercializa en 126 países, sumando los 10 destinos más importantes el 67% del volumen y el 62% del valor exportado. Respecto a la campaña anterior, ha habido un ascenso del 5,7% en el volumen exportado y un 12,9% el valor de lo exportado. Los principales destinos siguen siendo Estados Unidos e Italia. Destacan los incrementos experimentados en Arabia Saudí, que ha sobrepasado a Francia en el tercer puesto.

Los datos de las exportaciones de las últimas 6 campañas permite apreciar la tendencia ligeramente creciente de las exportaciones nacionales y andaluzas, frente a la tendencia decreciente de las exportaciones nacionales a EEUU y, más acusadamente, las andaluzas.

En cuanto a las importaciones nacionales de aceituna durante la campaña 2021/22 (41.714 toneladas), equivalen al 6,3% de la producción total de aceituna española. En Andalucía, con 31.201 toneladas importadas respecto a las 508.210 producidas, esa equivalencia se reduce al 6,1%.

Mientras las importaciones se han reducido a nivel nacional un 1% en volumen y un 5% en valor, las andaluzas han aumentado un 22% en volumen y un 12% en valor, incrementándose a 19 el número de países de origen.

Entamadoras

Según los datos andaluces de la AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios) con fecha 19 de diciembre de 2022, el balance provisional de entrada de aceituna cruda bruta en las entamadoras andaluzas en la campaña 2022/23, refleja que la entrada con 382.200 toneladas es ligeramente superior a lo estimado como producción verdeable al inicio de campaña, estimado en 366.448 toneladas.

A las entamadoras andaluzas han entrado 107.420 toneladas de Manzanilla, lo que supone un 22,8% menos que en la campaña anterior y es un 25,4% inferior al promedio del periodo 2011-2021. De la variedad Gordal se han contabilizado 18.910 toneladas, lo que representa un 53,5% menos que en la campaña anterior y es un 44,2% inferiores a la media de los 11 años anteriores. Las entradas de Hojiblanca han sumado 226.560 toneladas, lo que representa un descenso del 24,7% respecto a la campaña anterior y un 8,7% menos que la media cosechada en las últimas 11 campañas.

El resto de las variedades cultivadas en Andalucía (calculadas agregando las tipologías de la AICA: Cacereña, Carrasqueña y Otras) han sumado apenas 5.830 toneladas, una cantidad que es un 78,7% inferior a la campaña anterior y se encuentra un 69,9% por debajo de la media del periodo 2011-2021.

Los precios durante la campaña han estado marcados por la poca disponibilidad de producto, en un esfuerzo de las entamadoras por cubrir sus necesidades.

Las entamadoras partieron con unas existencias apenas un 1% por debajo del valor medio de la década, pero un 15% por encima que la campaña anterior. El Observatorio de Precios y Mercados indica que comenzaba, por tanto, una campaña normal en cuanto a interés y apetencia de aceitunas para llenar los depósitos, pero las condiciones ambientales hicieron temer la depreciación de la calidad del producto y, por tanto, la escasez de aceitunas destinada a entamado. Las cotizaciones se iniciaron con valores similares a los de la campaña pasada, pero rápidamente se fueron incrementando en los puestos ante la falta de producción.

Solo en las últimas semanas, y ante la imposibilidad de encontrar aceituna con calibre suficiente, se redujeron los precios en las partidas sin clasificar.

Así, en Gordal, cuyas primeras operaciones se pagaban en valores cercanos a 1 euro, las cotizaciones se incrementaron conforme se veía que no había posibilidad de recuperar producción porque las lluvias no llegaban. El valor mínimo se situó en 0,97 euros el kilo y el máximo en 1,49 euros el kilo (en función del momento y los calibres), quedando un precio medio de 1,37 euros el kilo, que es un 56% superior a la media de años anteriores.

Algo similar ocurrió con la Manzanilla, pero con un intervalo más estrecho, marcando su mínimo en 0,78 euros el kilo y su máximo en 1,1 euros el kilo en los mayores calibres. El precio medio (0,98 euros el kilo) se encuentra un 22% por encima de la media de las campañas anteriores. En Hojiblanca, cuya producción de secano se ha visto muy afectada por la falta de agua, los precios iniciales empezaron más altos que la campaña anterior. El mínimo fue 0,65 euros el kilo y algunas partidas (de regadío y con mejores calibres) llegaron a cotizar a 0,85 euros el kilo. El precio medio queda en 0,79, un 53% por encima del precio de años anteriores.

La sequía

La campaña de producción ha estado muy marcada por la sequía. Las lluvias primaverales, ligeramente superiores a la media, no compensaron el déficit hídrico acumulado. Las intensas olas de calor sufridas durante la floración e inicio del cuajado, redujeron significativamente el número de frutos.