Susana Díaz despejará en horas la convocatoria electoral

Elecciones en Andalucía

Su Gobierno y el PSOE quieren que la presidenta disuelva este martes para el 2 de diciembre

Susana Díaz, ayer en Álora, pondrá fecha a las elecciones en Andalucía. / D. Ríos/Efe
Juan Manuel Marqués Perales

07 de octubre 2018 - 05:00

Susana Díaz convocará las elecciones en Andalucía en las próximas horas. La presidenta de la Junta tiene de plazo hasta el próximo martes para disolver el Parlamento, de tal modo que los comicios autonómicos se celebrarán el domingo 2 de diciembre. Díaz resolverá la incógnita la semana entrante, y decidirá si adelanta a diciembre o agota la legislatura hasta marzo, pero esta última opción no gusta a nadie en su Gobierno ni en su partido.

Con las elecciones en diciembre, la undécima legislatura echaría a andar antes de final de año (deben pasar 25 días naturales entre las urnas y la constitución del Parlamento) con la tarea inmediata de aprobar los Presupuestos.

Las elecciones en Andalucía impedirían el adelanto de las generales

Si el martes firma el decreto de disolución, se puede publicar en el Boja ese mismo día y celebrar una sesión del Consejo de Gobierno. La convocatoria andaluza paralizaría un posible adelanto de las generales, aunque esto es algo que Pedro Sánchez ha descartado. El Parlamento se disolvería, y sólo quedaría una diputación permanente, por lo que la comisión de investigación de la Faffe también cesaría en sus trabajos. Sería la nueva Cámara la que debería aprobar su constitución, ya que todo lo pendiente no sigue, sino que decae.

La ruptura del pacto llevaba a las elecciones

La ruptura de la alianza entre el PSOE y Ciudadanos llevaba de modo inexorable a la convocatoria electoral, aunque aun así se han aprobado tres leyes en estas últimas semanas. No obstante, sin posibilidad de sacar adelante las cuentas de 2019 y con un Parlamento enfrascado en una batalla electoral en cada sesión, tampoco tiene mucho sentido prolongar una agonía tres meses más. Eso no quita que este final también haya sido parte de una escenificación. Tanto Ciudadanos como el PSOE desean celebrar las elecciones en un buen momento electoral para ambos partidos.

Al partido de Albert Rivera, cuyo candidato a la Junta es Juan Marín, le ha llovido del cielo un presidente del PP, Pablo Casado, que carece de la experiencia de gobierno de su competidora Soraya Sáenz de Santamaría y del tirón interno del gallego Núñez Feijóo. De este modo, Ciudadanos necesita colocarse ya ante las urnas para intentar rentabilizar el buen momento demoscópico. Fue Ciudadanos el que decidió romper la alianza con Susana Díaz, a causa de la eliminación de los aforamientos.

Pero hay un factor más, sobrevenido, pero probable. La agudización de la crisis en Cataluña provoca un efecto positivo en las expectativas electorales de Ciudadanos en Andalucía, lo es en todo el país, pero el origen andaluz de Inés Arrimadas le convierten en una prescriptora de votos en su tierra. No es ningún secreto que Ciudadanos prepara la campaña electoral andaluza sobre un triángulo: Marín, Albert Rivera e Inés Arrimadas.

El autolistón de Cs

El objetivo de Ciudadanos es superar en escaños al PP de Juanma Moreno, es un autolistón demasiado alto para los naranjas. A diferencia de Ciudadanos, el PP andaluz tiene una mullida red territorial extendida por todos los pueblos y ciudades andaluzas. Si se produjese este adelantamiento por el centro, sería una catástrofe nacional para el partido de Casado, un bautismo amargo. Difícilmente, superable.

Aunque Susana Díaz ha preferido desligarse de las intenciones de Pedro Sánchez por hacer coincidir las dos elecciones y enmarcar la campaña en un cuadro básicamente andaluz, estos comicios tendrá una amplia repercusión nacional, ya que son los primeros de un largo ciclo que conducirá a cambios en todos los parlamentos y plenos del país. De ahí que la presencia de líderes nacionales vaya a ser permanente durante las dos semanas de campaña.

Casado inauguró el viernes pasado la sede de su partido en Sevilla, y Pedro Sánchez estará en varios actos electorales, así como la ministra María Jesús Montero, y a finales del mes de octubre ha convocado en Sevilla un Consejo de Ministros.

La situación electoral del PSOE de Susana Díaz es buena, aspira a repetir una victoria con un número de diputados similar al actual. Ahora cuenta con 47 escaños. En caso de lograrlo, el PSOE se aseguraría 40 años de mandato ininterrumpido en la Junta, aunque necesitaría a Ciudadanos o a Adelante Andalucía (la marca de Podemos e IU) para gobernar. El partido de Albert Rivera ha dejado claro que, en esta ocasión, sí querrá entrar en el Gobierno andaluz si se diese el caso, por lo que varios consejeros serían del partido naranja.

Futuros pactos

Una de las cuestiones que las campañas electorales no resuelve, es el de los futuros pactos. Todos los partidos tienden a no comprometerse con sus votantes por temor a perder electores, y pasan las dos semanas respondiendo con obviedades a las preguntas sobre los pactos. Aún no se han convocado las elecciones, y ya Pablo Casado pregunta a Ciudadanos si volverá a pactar con Susana Díaz, y Ciudadanos cuestiona a la presidenta sobre una posible alianza con Podemos. Son formas de perder el tiempo, las alianzas posibles son las de PSOE y Ciudadanos y, si se diesen las circunstancias, la de PP y Ciudadanos. Para esto último el bloque de la derecha, que tiene ahora 40 diputados, debería pasar a 55 escaños, muy complicado si se considera que estas formaciones se nutren como vasos comunicantes.

Susana Díaz también adelantó las elecciones en su anterior mandato. Las convocó en 2015, un año antes, y lo hizo después de romper con IU el acuerdo de gobierno y con la intención de consolidar una mayoría suficiente ante el probable crecimiento de Podemos. El resultado no fue el deseado porque tuvo que aliarse con una formación que apenas contaba en el momento de la disolución de la Cámara: Ciudadanos, que en tres meses tuvo que organizarse y buscar un candidato.

El cuarto partido en liza es la coalición Adelante Andalucía, formada por Podemos e IU con el objetivo de conseguir los mismo escaños que ahora tiene la suma: 20 diputados. Podemos ya no es la marca ascendente de hace cuatro años, ha sufrido varias crisis de liderazgo, ha perdido la transversalidad ideológica a la que aspiraba y, en el caso andaluz, mantiene diferencias con la dirección de Pablo Iglesias y Echenique. Pero a esta caída puede sumar los apoyos de IU en Andalucía, que han venido siendo muy sólidos a pesar de los avatares. Es un hecho que IU cuenta con mejor red territorial que sus aliados morados.

La gaditana Teresa Rodríguez será la candidata, aunque se presentará por Málaga, pero comparte cartel con Antonio Maíllo, líder de IU.

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