¿De qué países provienen los más de 100.000 inmigrantes que han entrado en Andalucía?
Marruecos y Guinea Conakri son los dos grandes focos, seguidos de Malí, Costa de Marfil y Argelia
En los últimos cuatro años sólo han entrado por mar 19 personas procedentes de Siria
La llegada de pateras ha bajado un 41% desde que se activó la colaboración entre Madrid y Rabat
El número de personas a bordo el Open ArmsOpen Arms no llega a ser ni una gota en la botella de agua de la inmigración que entra por mar en Andalucía. En los últimos cuatro años, desde 2014 a 2018, han llegado a las costas españolas –casi todas andaluzas– un total de 96.158 personas, que unidas a las que van hasta julio de 2019 suman casi 110.000. La mayor parte de los llegados son marroquíesmarroquíes, aunque hay nacionales de casi todos los países del Africa subsahariana, en especial de Malí y Guinea Conakri, uno de los dos países que fue azotado por la epidemia de Ébola. El cambio de política de cooperación abierta con Marruecos ha permitido un importante descenso de los llegados en 2019.
El Ministerio del Interior ha facilitado, por primera vez, las nacionalidades de las personas que entran de modo ilegal por las costas españolas. Lo ha hecho a raíz de una pregunta formulada por el diputado de Bildu Jon Iñárritu, y la respuesta abarca el lustro de 2014 a 2018.
Sólo 19 sirios
Este último año fue, especialmente, crítico en llegadas, debido a que Marruecos declaró una política de puertas abiertas como modo de presión a la unión Europea. Los peores meses fueron los de julio a octubre, después de que el Gobierno de Pedro Sánchez, recién llegado autorizase el atraque del Aquarius y el Open Arms en los puertos de Valencia y San Roque. No obstante, la afluencia de migrantes a las costas españolas es ridícula si se compara con la acogida masiva de personas que aprobó Angela Merkell en Alemania, en sólo dos años entraron 1,3 millones de personas procedentes de Siria, Irak y Afganistán. Por las costas españolas, sólo ha arribado 19 nacionales sirios.
Los problemas en Siria provocaron el desvío de los flujos africanos de inmigración desde el Mediterráneo central al occidental, donde Marruecos es puerta de entrada y de salida hacia Europa. A pesar de la política vociferante del vicepresidente italiano, Mateo Salvinni, en 2019 están entrando más personas por Marruecos hacia España que desde Libia a Italia. Muchas más.
La diferencia es que España y Marruecos han conseguido un amplio acuerdo de colaboración, sustentado en la ayuda económica de la Unión Europea al país vecino. Incluso, así los 140 millones de euros que Bruselas destinará a Marruecos es 20 veces menor al que entrega a Turquía por la crisis siria. Un Consejo de Ministros celebrado en julio aprobó la entrega de otros 30 millones de euros a Marruecos con cargo al Fondo de Contingencia.
Una de las quejas del país vecino es que los fondos europeos no están llegando del todo a Rabat.
La última oleada de migrantes llegados a las costas andaluzas está relacionada, claramente, con Marruecos y, en segundo lugar, con el cierre de las salidas por Libia. Desde 2017 comenzaron a llegar marroquíes de modo masivo en las pateras, un hecho que se relacionó con las protestas del Rift. La mayor parte de los menores no acompañados (los menas) arribaron en a partir de entonces. Suman 10.780 menores varones, una cantidad que supera a las mujeres que cruzan el Estrecho. Tres cuartas partes de ellos son marroquíes.
De Guinea
El segundo país foco de imigrantes hacia Andalucía es Guinea Conakri, uno de los dos países, junto a Sierra Leona, que fue azotado por la epidemia de Ébola. 11.626 personas son guineanas, casi el mismo número que los marroquíes llegados en estos cuatro años, que son 12.871.
Hay que apuntar, por tanto, que el grueso de la inmigración ilegal marroquí a España se corresponde con menores de edad, con chavales de las calles de las grandes ciudades y de las zonas rurales del norte de Marruecos. Malí, con 10.730 personas, es el tercer foco de llegados. Este país subsahariano padece desde hace años una guerra en el norte con guerrillas islamistas.
Situados en un segundo nivel, están Costa de Marfil y Argelia. Las costas almerienses son el objetivo de los argelinos. El grueso del flujo de este país norteafricano entra por Almería. A Argelia le siguen Senegal, Gambia y Camerún, y en menor medida Mauritania y las Islas Comores. Lo de las Comores, situadas en el Índico, es un fenómeno muy particular del año 2018.
Cádiz y Almería, seguidas de Málaga y Granada, son las provincias españolas a las que más pateras ha llegado. Los casos de Huelva y de Alicante son, puramente, anecdóticos. Hay entradas por mar también por las Canarias, pero muy disminuidas desde los acuerdos con Mauritania que pusieron fin a la crisis de los cayucos, y por Ceuta y Melilla.
El fenómeno más grave que se ha vivido en Andalucía en estos años fue el de los menores no acompañados. Primero, por su volumen y, segundo, porque es la Junta de Andalucía la administración que debe hacerse cargo de estos jóvenes que suelen cruzar con el conocimiento de sus familias. Los menas, así llamados por el acrónimo, ha obligado a la Junta a disponer de centros utilizados para la reinserción de menores andaluces e,incluso, albergues juveniles.
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