Laura Berrocal, una de las dos únicas hermanas mayores en las 41 cofradías de Málaga

8M | Día de la Mujer

Las cabezas visibles de la Semana Santa malagueña son hombres en una abrumadora mayoría

Berrocal anima a que la mujer dé el paso y asuma la responsabilidad con trabajo en equipo

Una brecha que se mantiene en el tiempo

Laura Berrocal, hermana mayor de la cofradía de La Sangre.

Málaga/Laura Berrocal es profesora y jefa de estudios del colegio La Presentación, de la Fundación Victoria. También es madre de una niña y hermana mayor de la cofradía de La Sangre. Ella y la hermana mayor de Las Penas, son las dos únicas mujeres que ocupan dichos puestos de responsabilidad dentro de las más de 40 hermandades que componen la Agrupación. “Mi padre fue hermano mayor en los 80 y principios de los 90, desde que nací formo parte de la cofradía, como se suele decir me inscribieron en la hermandad antes que en el registro civil”, recuerda Laura.

En julio de 2017 accedió por primera vez al cargo y el pasado 2021 lo revalidó para otros cuatro años. “A final del primer año de hermana mayor me quedé embarazada, seguí en el cargo y no ha habido problema ninguno para compaginar vida profesional, personal y la cofradía”, destaca.

Y la razón es, señala, porque “desde el primer momento hemos hecho el trabajo de forma cooperativa, tengo un equipo humano muy bueno que ha facilitado todo muchísimo, todo el mundo tiene su parcela, tiene su responsabilidad y trabaja en ella, hay muchísima comunicación”. Eso sí, en su equipo no hay paridad y son más los hombres que trabajan por la cofradía que las mujeres.

"Necesitamos dar mayor visibilidad a la mujer en la cofradía y procurar que su implicación se extienda"

“Yo animo a cualquier mujer que de el paso, pero está claro que es una decisión muy personal, seas del género que seas”, estima. “El puesto supone una responsabilidad y un compromiso muy alto y tienes que sentir a nivel personal que quieres y puedes hacerlo”, comenta. Y asegura que “si alguien tiene el ánimo de querer dar el paso para gestionar su cofradía como cabeza visible, se puede hacer, con la ayuda del resto de hermanos es posible”.

Ese trabajo en red es lo que la impulsó a presentarse a la segunda legislatura. Laura solo podrá estar en el puesto hasta 2025. En total, ocho años. “Es sano el relevo, es positivo, hay que dar pasos a la renovación. Cuando llegue el momento tendré que llegar que sabia nueva siga trabajando por la cofradía y la Semana Santa en general”, apunta.

La incorporación de la mujer en puestos reservados tradicionalmente a los hombres no es nueva. Pero “necesitamos darle mayor visibilidad, normalizar su participación y facilitar en todos los aspectos que accedan a las cofradías, ya sea como hermana de base, participando en la procesión, como en los distintos cargos de junta de gobierno, tenemos que procurar que la implicación de la mujer se extienda”, estima Laura Berrocal.

En La Sangre no se hacen distinciones entre mujeres y hombres para ponerse bajo un varal. “Que den el paso si así lo quieren”, apunta. Tampoco es habitual que se frente la participación de la mujer como portadora en otras hermandades. “Hay que hacer ver que se puede, que no es una utopía, sino que está pasando”, agrega y propone que se adopte un lenguaje lo más inclusivo posible para que ellas se sientan igual de representadas.

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