El Ayuntamiento de Málaga estudia ampliar la anchura de todas las plazas del aparcamiento de La Marina
El concejal de Movilidad admite "bastantes quejas" de usuarios de este edificio
A la espera del estudio final, la medida podría provocar la pérdida de 89 plazas
Málaga/El Ayuntamiento de Málaga parece dispuesto a evitar que usuarios del aparcamiento de la Plaza de la Marina se vean obligados a tener que acceder a sus coches por el maletero. O a que sea habitual que al intentar abrir la puerta se topen con una columna u otro vehículo. Y es que la estrechez de buena parte de su plazas se ha convertido en un problema al que ahora se quiere dar solución.
Con este objetivo, el equipo de gobierno tiene intención de desarrollar un estudio que sirva de base para "a medio y corto plazo" mejorar las dimensiones actuales de los estacionamientos. Así lo confirmó a este periódico el concejal de Movilidad, José del Río, quien admitió la existencia de "bastantes quejas" por parte de los clientes de este edificio.
"Somos sensibles a ello y estamos en la línea de estudiar una mejora en todas las plazas del aparcamiento, a que las barreras se abran con lectores de matrícula, a hacer modificaciones y tratar de que tengan unas medidas que permitan que vehículos de mayor dimensión puedan aparcar bien", expuso Del Río.
Conforme a lo explicado por el edil, el compromiso pasa por analizar al menos las acciones que habría que adoptar para alcanzar este fin. "De facto vemos cómo en espacios entre columnas, donde se habilitan cinco plazas, sólo hay cuatro coches aparcados y eso nos está creando problemas”, añadió.
Este paso busca seguir la línea de acción ya desarrollada de manera muy parcial por la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Smassa) a mediados de 2016. En aquel entonces, la determinación adoptada por la empresa mixta, en la que el Ayuntamiento dispone del 51% del accionariado, permitió mejorar las condiciones de 60 estacionamientos, apenas el 14% del total.
La idea planteada en aquel momento pasó por rediseñar una zona céntrica del aparcamiento, repintar las líneas y convertirlas en 40 de mayor tamaño, dando respuesta a la necesidad de vehículos de mayor tamaño. El proyecto incumplió el acuerdo adoptado por el Pleno, que exigía una redistribución general del edificio. La negativa se justificó en la pérdida económica que ello podía implicar para la empresa, al reducirse el número de plazas. La merma de estas 20 plazas, según el estudio realizado, implicó una reducción de 128.000 euros en los ingresos al año.
Aunque Del Río indicó que habrá que esperar a tener los informes para precisar la reducción de plazas que supondría, los análisis realizados en su momento por Smassa ya preveían una merma considerable. La normativa vigente fija un anchura de 2,5 metros, frente a los 2,2 que tiene la mayor parte de los estacionamientos de La Marina. Su adaptación a estas dimensiones podría suponer la eliminación de 89 plazas de las 370 que siguen sin adaptar.
Una importante reducción que se dejaría notar de manera clara en el nivel de facturación anual de la sociedad explotadora. En 2016 se hablaba de unos 700.000 euros de caída. El interrogante que quedará por resolver, si finalmente se avanza en esta línea, es el camino que adopta Smassa para contrarrestar esta afección.
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