El Ayuntamiento de Málaga reurbanizará las plazas San Pedro de Alcántara y del Teatro

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La Gerencia de Urbanismo busca, en el marco del plan Carretería-Álamos, recuperar estos espacios para el uso ciudadano

Imagen de la Plaza San Pedro de Alcántara.
Imagen de la Plaza San Pedro de Alcántara. / Javier Albiñana
Sebastián Sánchez

05 de agosto 2019 - 06:17

Málaga/El Ayuntamiento de Málaga quiere aprovechar la apuesta decidida por renovar las calles Carretería y Álamos para intervenir sobre las plazas San Pedro de Alcántara y del Teatro, localizadas junto al eje, buscando que el emplazamiento sea recuperado por los ciudadanos. "La propuesta dota de una nueva configuración a un espacio que actualmente es residual, sin uso, un no lugar, para convertirlo en un nuevo espacio que los ciudadanos puedan utilizar para su ocio y convivencia", detallan los técnicos de la Gerencia de Urbanismo.

La determinación de ir un paso más allá de lo inicialmente contemplado en este escenario urbano, que cuenta con fondos europeos para su desarrollo, queda reflejada en la última versión del proyecto de actuación sobre Carretería. Documentación remitida a los colectivos vecinales para su análisis antes de que, previsiblemente, a principios del próximo mes de septiembre tenga lugar un encuentro clave en el proceso de participación de la iniciativa.

Conforme a lo recogido en la documentación, el Consistorio ve la oportunidad de mejorar las condiciones de estas dos plazas. En el caso de la de San Pedro de Alcántara, se incide en la necesidad de actuar para que la plaza "invite al peatón a realizar un atractivo paseo, en el cual se adentre hacia el interior de la plaza y, a su vez, el interior de la ciudad".

7 fases

El proyecto Carretería-Álamos divide la obra en siete etapas temporales y especiales

Para ello, aunque de manera sucinta, se apuesta por un diseño urbano que funcione como "bisagra entre la almendra del Centro y los barrios circundantes". En este sentido, se habla de la idea de "crear zonas diferenciadas", incluyendo puntos de estancia para "el descanso y la reflexión". Asimismo, se menciona la posible instalación de juegos infantiles.

Los responsables de Urbanismo manejan la posibilidad de contratar una asistencia técnica con el fin de definir los elementos completos de la actuación en las dos plazas. El arranque de las actuaciones se hará coincidir con las futuras obras de la reurbanización de Carretería y Álamos. La última versión de este proyecto, que debe ser objeto de discusión con los colectivos vecinales y sociales, desgaja la operación en su globalidad en siete fases espaciales y temporales.

Busto de Rockberto, quien fuera cantante de Tabletom, en la Plaza de San Pedro de Alcántara.
Busto de Rockberto, quien fuera cantante de Tabletom, en la Plaza de San Pedro de Alcántara. / Javier Albiñana

Conforme a las previsiones manejadas en el seno del Consistorio, cada una de estas etapas puede necesitar de entre tres y cuatro meses, lo que alargará entre dos años y dos años y medio la actuación definitiva. Y ello desde que el contador de ponga a cero. La complejidad de la intervención es clara, por cuanto requerirá del visto bueno por parte de la Delegación de Cultura y se topa con el riesgo evidente de la aparición de restos arqueológicos en el desarrollo de la obra.

Una plaza sobre la que se levantó un convento masculino en 1689

La información contenida en la última propuesta de intervención sobre el eje Carretería-Álamos realiza un recorrido sobre el origen histórico de las dos plazas. En el caso de la Plaza San Pedro de Alcántara, según los técnicos, se destaca que debe su nombre al antiguo convento masculino que se erigió sobre ella en 1689 y que fue demolido en 1837 debido a la desamortización de Mendizábal. La parcela sobre la que se asentaba fue utilizada por la familia Larios para promover la construcción de dos manzanas de edificios, separadas por una calle. La parte trasera de los mismos formaba uno de los laterales de la plaza, mientras que en ambos lados se levantaron edificios de finales del siglo XVIII y XIX. Conforme a estas referencias, puede concluirse que el espacio de la plaza ya existía en el siglo XVIII "como una ruptura de la muralla árabe que delimitaba el centro de la ciudad". A partir de 1837, la plaza acogió un mercado de abastos al aire libre. En 1914 el mercado pasó a ser edificado, siendo desmantelado en 1940. En el transcurso de los años 70 y 80, la plaza albergó una librería, una mariesquería, una tienda de antigüedades, bares, restaurantes, tiendas de cacharrerías... La Plaza del Teatro, por su parte, debe su denominación a la existencia del llamado Teatro Principal, inaugurado en 1793. En 1915 pasó a convertirse en cine, llamado Cinema-Concert, que cerró sus puertas en 1929. Posteriormente, el mismo inmueble se reconvirtió en teatro-cine, manteniendo abiertas sus puertas hasta el año 1968. Durante un tiempo esta plaza se llamó General Lachambre, según la documentación.

El encuentro previsto para septiembre con los colectivos vecinales y sociales de la zona es clave para que la iniciativa salga adelante. Hasta la fecha, la crítica ha sido constante por parte de la mayor parte de estas organizaciones, disconformes con la propuesta inicial de renovación de la Tribuna de los Pobres y con la decisión de Urbanismo de mantener a un mismo nivel la calzada y las aceras.

La posición vecinal varía en lo tocante a la Tribuna de los Pobres después de que Urbanismo haya variado el diseño final, más respetuoso con el modelo actual. Si bien mantiene el ascensor para mejorar las condiciones de accesibilidad, modifica el diseño de los maceteros, recuperando el original, y cambia de emplazamiento el quiosco de lotería que hay en este punto. Asimismo, suprime el jardín vertical que llegó a plantearse sobre el muro de piedra.

"No hemos podido analizar en profundidad la nueva propuesta, pero vemos que recoge buena parte de nuestros planteamientos en lo tocante a la Tribuna de los Pobres", expuso Alejandro Villén, vicepresidente de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo. Al tiempo, valoró que se mantenga la limitación al asentamiento de nuevas terrazas de hostelería sobre los espacios peatonales que se ganen tras la obra.

Pero el colectivo mantiene la queja en lo relativo a la plataforma única de la calle. "Se sigue ignorando nuestra negativa y no se explica por qué no se modifica; en eso sí tendremos algo de conflicto porque no nos lo argumentaron", expuso Villén, quien incide en que todas las experiencias ya conocidas en el casco antiguo constata los problemas que este modelo genera con los vehículos de carga y descarga.

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