Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Málaga/La Feria de Agosto de Málaga se mantiene, de momento. A tres meses y medio vistos, el Ayuntamiento de la ciudad sigue adelante con su apuesta por celebrar los tradicionales festejos, que este año deberían comenzar el 14 de agosto y extenderse hasta el 22. Sin embargo, el escenario actual de la pandemia y las dudas sobre el modo en que se desarrollará la desescalada de actividades, siembran de dudas la determinación que finalmente se vaya a adoptar.
Así lo apuntó la concejala responsable de Fiestas, Teresa Porras, para quien "agosto queda muy largo". "Vamos a esperar a ver cómo se hace la desescalada el día 10 de mayo", añadió. Ni los empresarios hosteleros ni hoteleros de la capital saben aún qué pasará con los festejos de agosto, cuya incidencia en la económica de la capital es relevante. Muestra de ello es que en la cita del año pasado la ocupación hotelera en los diez días en los que se alargaron las actividades, fue del 95%.
A la espera de lo que vaya a suceder con el que es, junto a la Semana Santa, el gran acontecimiento social del año en la ciudad, ya hay algunas citas tradicionales en el calendario festivo de la capital cancelados. Uno de ellos es la fiesta de San Isidro Labrador en el distrito de Churriana, que iba a tener lugar el próximo 14 de mayo.
La posición del Consistorio malagueño contrasta, por el momento, con la ya anunciada por el Ayuntamiento de Madrid, cuya junta de gobierno ha acordado la cancelación de todos los festejos y verbenas hasta el próximo mes de noviembre. Y ello implica la cancelación, entre otros eventos, de San Isidro, Los Veranos de la Villa y la Batalla Naval de Vallecas o de San Cayetano.
Lo ocurrido en Madrid puede ser un referente de lo que pueda ocurrir en Málaga. Porque otras ciudades, caso de Pamplona, han optado por decisiones drásticas, como la suspensión de los San Fermines, con un margen de tiempo inferior al que tiene la capital de la Costa del Sol, donde el equipo de gobierno prefiere esperar acontecimientos.
Sea como fuere, la experiencia ya conocida en estos meses parece achicar el margen de maniobra del Ejecutivo presidido por Francisco de la Torre. Hasta el momento la decisión de otras administraciones nacionales e internacionales ha sido la de evitar cualquier riesgo y suspender o aplazar acontecimientos que impliquen grandes aglomeraciones.
Justamente lo que es la Feria de Agosto que, de manera casi repetida edición tras edición, llegar a concentrar a más de seis millones de visitantes. A esto se añade que se trata de un evento que, mayoritariamente, se vive en el exterior, con calles repletas de personas. Es decir, su propia idiosincrasia choca con la previsible necesidad de mantener durante meses un distanciamiento social.
Ésta es una de las razones que llevaron meses atrás, en el inicio de la pandemia, a cancelar, por ejemplo, las procesiones de Semana Santa en Málaga y del resto de ciudades; o la Feria de Abril en Sevilla, o las Fallas, en Valencia, por ejemplo. Y la misma que ha llevado al Comité Olímpico a trasladar a 2021 los Juegos de Tokio, previstos para este verano.
Otro ejemplo de cancelación reciente es la ya comunicada del festival de cerveza más famoso del mundo, el Oktoberfest, que no se celebrará este año. Es la primera ocasión en la que esto ocurre desde la Segunda Guerra Mundial. La fiesta iba a tener lugar entre 19 de septiembre y el 4 de octubre.
El posicionamiento de la capital de la Costa del Sol es compartido, de manera general, por otros ayuntamientos malagueños. Se cancelan los actos más próximos en el tiempo y se deja en el aire lo que pasará con los demás. En Estepona se ha cancelado la Feria del Patrón San Isidro, que iba a celebrarse en mayo, mientras que las fiestas mayores, de julio, quedan pendientes.
En Marbella, el Ayuntamiento sigue a la espera de tomar una decisión de manera oficial sobre la Feria de San Bernabé. Aunque la cercanía de la fecha de arranque de la celebración, el 8 de junio, no parece alimentar la idea de que el evento tenga lugar. Fuengirola ha hecho lo propio con la Feria internacional de los pueblos, fijada entre el 29 de abril y el 3 de mayo, mientras que se pospone la decisión final sobre la verbena de San Juan y la Feria del Carmen, en junio y julio respectivamente, así como la Feria del Rosario, en octubre.
El Ayuntamiento de Benalmádena ha suspendido la Feria de San Juan de Arroyo de la Miel, así como el calendario de festejos previo. En Torremolinos se ve afectada por la cancelación la fiesta del Orgullo Gay Pride, prevista para finales mayo, aunque se valora su aplazamiento. No hay decisión sobre la Feria de San Miguel, que se celebra en septiembre. En Mijas, se aplaza cualquier decisión antes de actuar sobre las ferias de Mijas de Las Lagunas (junio), La Cala (julio) y las fiestas de la Virgen de la Peña, en Mijas Pueblo (septiembre).
En Rincón de la Victoria, según fuentes municipales, no se celebrará ni la feria la de La Cala del Moral, a finales de junio, ni la de Rincón, en julio. El Ayuntamiento de Vélez no ha comunicado qué hará con la Real Feria de San Miguel, que tiene lugar a finales de septiembre. En Torrox, esperan no tener que cancelar la Feria de El Morche, en agosto, ni la del municipio, el primer fin de semana de octubre. La feria de Nerja también se celebra en octubre, con lo que por el momento no hay decisión tomada.
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