Coronavirus en Málaga: Más de 1.000 personas desbordan un reparto de alimentos en Miraflores

Los voluntarios de Yo soy Tú habían preparado 750 lotes para repartir, se entregaron doscientos más y la Policía Nacional tuvo que dispersar al resto

De 4.230 kilos en el primer reparto pasaron a entregar casi 24.000 el pasado jueves

Preparación de lotes de alimentos de la entidad Yo soy Tú.

Málaga/La pasada crisis económica impulsó al teniente de la Legión Emilio Jesús Gómez a fundar en el distrito de Miraflores de los Ángeles un comedor social para personas sin hogar y un dispensador de alimentos para familias vulnerables en los que atienden a diario a 865 personas. Pero el 13 de marzo tuvieron que cerrar el comedor por el estado de alarma.

Ese día, prepararon un lote de productos para que sus usuarios pudieran comer la siguiente semana. Repartieron 4.230 kilos de alimentos. El pasado jueves, en el sexto reparto, llegaron a entregar casi 24.000 kilos. “Nos hemos quedado sin nada”, explica Emilio. Más de 1.000 personas desbordaron la entrega, que se prolongó durante diez horas en colas que poco respetaban las distancias de seguridad. Hasta la Policía Nacional tuvo que intervenir para dispersar a los solicitantes cuando se acabaron las existencias.

“El primer día le dimos a nuestros usuarios la comida para una semana porque teníamos que cerrar, pero cada vez se ponía más gente en contacto con nosotros, esto se iba multiplicando por el efecto llamada”, indica el presidente y fundador de la entidad social. Así hasta llegar a esta última semana. “Ayer fue un disparate”, confiesa el fundador de la entidad Yo soy Tú.

Colas para acceder al reparto de comida de la entidad Yo soy Tú.

Según la evolución que tenían contabilizada en unas gráficas, estimaban que iban a repartir unos cien lotes más que la semana anterior. Por eso prepararon 750. Pero la cola no acababa y tuvieron que hacer bolsas para 200 personas más hasta que se acabaron las reservas del almacén. Según sus cálculos repartieron para casi 3.200 beneficiarios.

“Le pudimos dar a más de 200 familias que no teníamos convocadas”, relata Emilio. “Afortunadamente intervino la Policía Nacional y me ayudaron a dispersar a la gente, porque no se iban y no había nada más que darles”, agrega. Empezaron a repartir a las 8:00 y terminaron a las 18:00.

Seis voluntarios y cientos de horas de trabajo

Tanto Emilio como los seis voluntarios “se han dejado la vida” trabajando día y noche durante el último mes para llegar a las familias más desfavorecidas, que acuden desde diversos puntos de Málaga, “no solo son del distrito, llegan de todas partes”, apunta el presidente de la entidad.

El 75% de los alimentos que han entregado han sido donados por Bancosol. También otras empresas los han ayudado, como el Grupo Gorki y Campofrío. “Me puse en contacto con Bancosol, les comenté que tenía que cerrar el comedor y que nos íbamos a convertir en reparto para no dejar a la gente sin nada y me abrieron las puertas”, dice Emilio.

En la entrega de este jueves llevaban pollo, pescado, huevos, queso, fiambres, legumbres, pasta, entre otros productos. Cada solicitante se llevó cinco bolsas. “Fue el más completo de todos”, señala y subraya que prepararon más de 4.800 bolsas. Ahora la tarea en la que estarán ocupados será la de limpiar y poner de nuevo en marcha el comedor para abrir sus puertas el 1 de mayo.

Un voluntario prepara lotes de comida para repartir.

También el dispensador y el reparto a domicilio para aquellas personas mayores o con dificultades de movilidad que no pueden ir al mostrador a recoger el menú. “No nos puede pasar lo del jueves, no tenemos capacidad para atender a miles de personas”, sostiene Emilio, que durante años estuvo a cargo del servicio de alimentación en el ejército y sabe lo que supone “alimentar a un regimiento”, que no es tarea fácil.

“A día de hoy tengo entre 350 y 400 solicitudes en secretaría para que las añada al reparto y estamos comprobando la documentación para justificar la necesidad. “Preveo que esta crisis va a ser mucho más grave que la de 2008, hay mucha necesidad”, considera Emilio al que no mueve “ningún sentimiento religioso, filosófico o político, solo humanitario, intento ayudar, hace mucha falta”.

El comedor y el dispensado de Yo soy Tú, en el que se atienden a 227 menores, abre los 365 días del año. Domingos, festivos, agosto, Feria, no importa la fecha que sea. “Cuando cierran los otros comedores nosotros seguimos abiertos y se me duplican los indigentes que llegan, tengo que hacer hasta tres turnos”, dice Emilio. Toca hacer una nueva provisión de fondos y establecer los turnos para comenzar en mayo con las medidas de seguridad que requiere la emergencia sanitaria.

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