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Javier Frutos, presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga, ante el coronavirus
Málaga/Por intentar contextualizar la afección de la crisis del coronavirus en el sector de la hostelería, ¿que números puede aportar?
En la provincia hablamos de 18.000 establecimientos en la provincia, con picos superiores a los 100.000 trabajadores en una temporada. la afección sobre los trabajadores es brutal, porque tenemos la prohibición de abrir los negocios. La afección sobre estas familias es total. Hablábamos hasta hace unos días de que los hoteles hablaban de una pérdidas de 5 millones de euros, y dentro del sector turístico la hostelería representa el 75% tanto a niveles económicos como de creación de empleo. Ahora mismo el sector está bastante afectado.
Y con la incertidumbre de no saber cuándo va a quedar resuelto.
Nosotros lo planteamos como la principal dificultad de todo esto, porque las medidas que se dijeron pueden paliar ciertas cosas, aunque nos parecen insuficientes. El problema es que no sabemos cuándo va a terminar esto. Se habla de dos semanas pero creo que en la cabeza de todos está que eso es imposible. A eso se suma la necesidad de saber cuándo se podrán abrir los establecimientos y después ver la repercusión para no estar igual que como antes de que empezase la crisis. el sector turístico se va a resentir mucho y hay que tener la confianza de los destinos para que la gente vuelva a viajar con normalidad. Creo que hasta que no haya una vacuna generaliza nos va a costar volver a la normalidad.
El presidente de los hoteleros de la Costa del Sol abundaba en esta línea. "¿Quién va a venir a España?", se preguntaba.
Hay que generar la confianza en el propio local, porque lo estamos metiendo en sus casas y cuando vayan a salir... De un día para otro no va a ser hacer vida normal. Crea mucha incertidumbre como llegar a eso. La valoración de lo que puede suponer esto no la podemos tener porque no sabemos hasta dónde va a llegar el límite. Estamos intentando con la presión a las distintas administraciones que esto no acabe con ninguna empresa y si acaba que sean las mínimas posibles, pero no todo el mundo puede aguantar esto. Todavía no sabemos bien hasta dónde podemos llegar.
¿Sabe de empresas que ya hayan planteado expedientes de regulación de empleo temporal?
Los ERTEs están empezando a formalizarse después de conocerse las medicas del Gobierno. Casi todas las empresas nos estamos acogiendo a los ERTEs porque es la única manera de garantizar también los salarios a los empleados. Son familias que trabajan con nosotros y la presión que se hace a las administraciones es también por ellos, que por lo menos tengan sus espaldas cubiertas.
¿Usted tiene varios negocios en la capital de la Costa del Sol?
Tenemos tres, con unos 18 empleados. Y la idea es acogernos a los expedientes de regulación.
Es lo menos malo…
Lo bueno que tiene esto es que al final meteremos a todos en el ERTE para contar con ellos una vez que pase esta crisis. Seguramente cuando abramos no los necesitaremos a todos, porque no creemos que todo esté igual a cuando lo dejamos. Pero eso lo iremos viendo cuando abramos los negocios. Necesitaremos un periodo de confianza y ver la parte turística, que se va a resentir mucho. Confiamos que entre todos hagamos esfuerzos.
A la hostelería se le suma al cierre actual la cancelación de las procesiones de Semana Santa.
A principios de marzo se notó el bajón en los establecimientos, de ahí vino la suspensión del Festival de Cine y después el cierre. En la hostelería vivimos de tres fechas muy importantes que son las que nos ayudan a aguantar los primeros meses que son los más flojos. Una de ellas es Semana Santa y eso lo vamos a notar a nivel de ingresos y creación de empleo. Pero sobre todo es que no sabemos a qué nos enfrentamos ni qué tiempo vamos a estar así.
Decía que las medidas adoptadas por el Gobierno son insuficientes.
Hay que partir de la base de que la situación actual es complicada para tomar medidas, pero a nosotros nos parecen insuficientes dentro del reconocimiento del esfuerzo que supone el destinar esos 200.000 millones de euros. Hay que hablar de suspensiones de pagos a administraciones como el IBI el IAE o las terrazas; entiendo que se irán tomando a medio plazo. La flexibilidad en los ERTEs y las medidas para facilitar la liquidez van a ayudar, pero no tiene que ser pedir préstamos a los bancos porque tarde o temprano tendrías que pagarlo. A corto plazo te va a ayudar pero a largo todas las empresas se estarían endeudando. Y es necesaria una suspensión de las obligaciones económicas de los hosteleros con los arrendadores de sus negocios. Ya le mandados una carta al alcalde y al presidente de la Junta pidiendo un fondo de contingencia municipal para ayudar al sector con los fondos de promoción y ejecución de actividades canceladas o no ejecutadas. Eso debe ayudar a evitar la situación de quiebra en la que nos podemos ver en pocas semanas.
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