“La financiación es mala, no me pidan que gane la carrera de los ranking con un 600”
José Ángel Narváez | Rector de la UMA
El rector afirma que habrá un plan B para los Erasmus que tengan beca en Reino Unido tras el Brexit
Además del fomento del emprendimiento, se trabaja con las empresas para mejorar la salida laboral de los egresados
Málaga/La ciudad se extiende al otro lado de la cristalera de su despacho. Desde la cuarta planta del Pabellón de Gobierno, en El Ejido, el rector de la Universidad de Málaga traza las estrategias de su primera legislatura sin querer pensar aún en una nueva pugna para revalidar el mandato cuatro años más. Aún queda tiempo para concentrarse en la labor que le ocupa, en los retos por conseguir. “Las respuestas vendrán cuando se planteen las preguntas”, dice José Ángel Narváez.
–Lleva tres años de mandato, ¿cuáles han sido los principales objetivos cumplidos?
–Creo que son muchos, estoy muy satisfecho. Lo primero fue la reforma de los estatutos. La Universidad necesitaba una actualización de su base legislativa pensando en la transparencia, en el mejor gobierno, en la calidad democrática y en estructurar la institución de cara al futuro. Lo hemos conseguido muy satisfactoriamente porque han sido unos estatutos aprobados prácticamente por mayoría absoluta. Otro de los objetivos era la planificación económica y desde la gerencia se ha hecho un magnífico trabajo para actualizar los presupuestos, hacerlos mucho más transparentes y participativos.
–¿Mejorar los recursos humanos era otro reto marcado?
–Por supuesto. Se ha hecho el plan de ordenación del personal de administración y servicios, un plan muy acordado con los sindicatos y que ha supuesto la mejora en la calidad del empleo – en lo que seguimos trabajando– y la incorporación de nuevo personal, porque el PAS había recibido muchos recortes durante la crisis, bastantes más incluso que el personal docente e investigador. En cuanto a estos últimos, había una cola tremenda en la promoción de catedráticos y profesores titulares y la hemos conseguido desatascar. Esto implica aumentar la calidad de la docencia y supone ir disminuyendo la figura del profesor sustituto interino a través de los profesores ayudantes doctores y renovando la plantilla. Además de estos objetivos, hemos desarrollado bastantes planes propios como el de Docencia, el Smart Campus, el de Igualdad, la renovación del plan de Investigación y Transferencia… Hay toda una estructura planificada y está dando resultados muy positivos.
–¿Qué queda por conseguir?
–Las infraestructuras, la habitabilidad del campus, hacerlo abierto y sostenible, que sea una parte de la ciudad y no esté aislado de ella. Ese es el gran reto en el que estamos. La burocracia en las infraestructuras es desesperante, vamos muy lentos, pero estamos dando pasos firmes. Psicología ya se está construyendo, vamos a empezar a final de año a levantar el Pabellón de Gobierno en Teatinos, puesto que lo lógico es que esté donde está el 90% de la UMA, ya hemos diseñado Turismo y una serie de infraestructuras más.
–¿Qué futuro tiene el campus de El Ejido?
–Bueno, todavía tiene futuro porque aquí tenemos tres facultades, Económicas, Bellas Artes y la Escuela de Arquitectura. A medida de que vayamos movilizando estas facultades iremos viendo qué hacemos con El Ejido.
–Pero tienen el compromiso de devolver los terrenos al Ayuntamiento...
–Sí, pero no tiene fecha. El compromiso es devolverlo cuando lo dejemos de utilizar con fines docentes. Pero el cambio de estas facultades va a ser lento. También tengo mis dudas sobre si la Escuela de Arquitectura y la Facultad de Bellas Artes deban de ir a Teatinos, porque tiene un perfil de facultades urbanas y que enriquecerían mucho el centro de la ciudad. Es un debate que tenemos abierto.
–Si hablamos de financiación, ¿cómo está la deuda?
–La deuda está ahora mismo alrededor de los 85 millones de euros. Es la primera reivindicación que le he hecho al consejero, analizar cómo se va a devolver la deuda y en qué condiciones y estamos ahí a la espera. La deuda es ya casi un clásico.
–El profesorado sustituto interino lleva años quejándose de su precariedad, ¿cómo se encuentra la situación actualmente?
–Aquí hemos hecho una mejora importante. En primer lugar en la UMA ya no existen sustitutos interinos a tiempo parcial, para mí la peor figura que hay, la que nunca se debería de haber implantado en la universidad pública. Ahora mismo los sustitutos interinos a tiempo parcial que hay son los estructuralmente necesarios, cuando convocamos una plaza de profesor ayudante y alguien la ocupa mientras que se cubre, pero sabiendo que esa plaza va a salir a concurso. Lo que no ocurre es lo que se hacía antes en todas las universidades, que había un sustituto interino sine die. Aún así esta figura ha hecho una labor muy importante, sobre todo durante la crisis. Pero no es una situación acorde para quien tiene la responsabilidad de formar a estudiantes.
–¿Se crean suficientes plazas para profesores titulares?
–Se crean las plazas necesarias, no quiere decir suficientes, para poder mantener la calidad de la docencia dependiendo de las necesidades económicas. Bolonia fue un gran cambio para la universidad, pero el proceso de adaptación tuvo un problema, que costaba mucho dinero. La política de grupos pequeños que aumenta la calidad de la docencia, la de las prácticas, las tutorías, diferente formación... necesita mucho dinero. En España se quiso hacer a coste cero, pero es mentira, costó mucho dinero, nos costó a las universidades y de ahí la deuda. Para que nosotros pudiéramos estar a la altura de cualquier universidad europea tendríamos que tener una masa de profesores mucho más grande. Cuando nos hablan de los ranking hay que mirar también los presupuestos que tienen esas instituciones que están a la cabeza. Si hicieran una operación ranking-presupuestos nosotros estaríamos por encima de Harvard en eficacia de la gestión de los recursos públicos.
–¿Cómo valora entonces esas estadísticas en las que la UMA no ostenta buenos puestos?
–No ostentamos tampoco malos puestos. La UMA está entre las 1.000 primeras del mundo en el ranking de Shanghai que valora a 22.000 universidades. Yo creo que los ranking hay que mirarlos con perspectiva. Eso no quita que no tenga la mayor ambición del mundo y que me gustaría estar en el primer lugar. Pero también tengo las mayores limitaciones del mundo. En este país la financiación de las universidades es mala y la financiación de la investigación, también, eso reconocido por todos. Así que no me pidan que gane la carrera con un Seat 600. Todas estas políticas que hacemos de recursos humanos y planes propios de investigación es para seguir avanzando y fortaleciendo lo que tenemos que hacer. Pero no estamos tan mal.
–¿Cómo está la investigación?
–La situación era muy mala y vimos que la Universidad tenía que ayudar. Los grupos medianos y pequeños se quedaron fuera del sistema durante la crisis y entendíamos que había que ayudarlos porque lo importante no es tener un gran grupo, sino una masa crítica de grupos buenos para que de ahí salga la excelencia. Hemos metido muchos recursos para que sigan funcionando. La Junta de Andalucía ha convocado las nuevas ayudas, en el ministerio parece que las cosas van saliendo más o menos, así que estoy satisfecho en lo que estamos recuperando. Estamos viendo un aumento en la actividad investigadora. Tenemos que seguir trabajando en ese camino, ir a por más. Eso sí, Málaga siempre ha sido muy productiva en los fondos europeos y en ese sentido sigue siendo muy activa.
–¿Cómo están funcionando las ayudas de emergencia para alumnos de la UMA?
–Pues razonablemente bien. Hemos subido la cuantía a 500.000 euros y creo que estamos atendiendo a todo el alumnado que tiene problemas económicos para continuar en la UMA. Es cierto también que la política de las matrículas de la Junta de Andalucía ha favorecido a que ahora el abandono sea menor. Pero el problema no es sólo la matrícula para muchas familias, han de vivir, comprar material, tienen gastos relacionados con la formación que es necesario cubrir para que puedan realizar una actividad formativa en igualdad con el resto.
–¿El abono de las matrículas está funcionando bien?
–Sí, nos están pagando bien, todo en orden. Al principio hubo algunos problemas de coordinación porque la implantación fue rápida e inesperada pero ahora funciona muy bien. El gran valor de la universidad pública es poder acceder a ella en igualdad de condiciones.
–¿Qué pasará con los alumnos que hagan el Erasmus en Reino Unido tras el Brexit?
–Pues es nuestra gran preocupación. Ahora mismo como no sabemos lo que va a pasar, ni los ingleses lo saben, estamos todos a la expectativa. Lo peor que puede pasar es que se haga un Brexit duro y que los alumnos se queden en una situación extraña. No obstante, las universidades estamos preparando un plan B, un plan de contingencia por lo que pueda ocurrir. Esta oportunidad que le hemos dado a los alumnos no se puede truncar. La Consejería de Innovación también está atenta y creo que salvaremos la situación.
–¿Los egresados de la UMA parten de un nivel aceptable en el mercado laboral?
–De un nivel muy bueno. Hicimos un observatorio de empleo y hemos detectado que la empleabilidad es bastante alta, está en un 60-70% en los tres primeros años, aunque depende de las áreas. En las tecnologías la empleabilidad es muy alta, estamos en un entorno tecnológico y nuestros ingenieros están muy bien formados. Muchas empresas vienen al PTA porque está la UMA. Pero también las Ciencias Sociales y las Humanidades tienen una empleabilidad alta porque nuestros estudiantes están muy bien formados. Pero el empleo también depende del entorno y de la calidad que ofrezca. Por eso nuestros estudiantes se van. Una ingeniera aquí puede ganar 1.200 euros y en Alemania o Suecia 3.000, además de tener mejores perspectivas.
–¿El emprendimiento es buque insignia de la UMA?
–El Link by UMA es la estrella de nuestra universidad, que está reconocida a nivel nacional e internacional por su potente vivero de empresas. Hemos hecho un modelo compartido que nos ha salido muy bien, un modelo en el que las empresas, las instituciones públicas y privadas vienen a trabajar con nosotros y nuestros estudiantes en los nuevos nichos de empleo. La UMA es una universidad de referencia en el tema del emprendimiento en España y a nivel internacional. Ahora mismo hay 14 universidades europeas, la de Málaga es la única española, que nos estamos acreditando para el Sello Europeo de Universidad Emprendedora. Haber entrado en ese club supone un reconocimiento internacional a esta estrategia innovadora.
–¿Preocupa que la mujer siga siendo minoría en algunas carreras tecnológicas?
–Este es un tema muy preocupante y, de hecho, hemos empezado a establecer una estrategia que pasa por el trabajo en las enseñanzas medias para quitar esa imagen de estudios masculinizados a las ingenierías. Además, hay muy pocos bachilleratos tecnológicos en Málaga y eso también me preocupa. Igualmente tenemos que hacer un trabajo interno de ver la forma en la que programamos la docencia, cómo la estamos haciendo, la oferta de grado... Trabajamos en estos niveles de análisis, es un tema complicado, hay una connotación social importante.
–¿Qué le parece que se instale la Universidad Católica de Murcia?
–No tengo ningún problema con la universidad privada, otra cosa es lo que pueda pensar como ciudadano de cómo se quiere instalar. Somos modelos diferentes que coexisten perfectamente. Soy el rector de una universidad pública con un modelo de formación que tiene la ventaja de ser abierto a todo el mundo, que no preguntamos de dónde viene ni cuánto tiene. La universidad pública es fundamental porque iguala a todo el mundo, lo que formamos es el talento, pero cada uno puede tener la opción y libertad de formarse como quiera.
–Este año se pierde la sede de Ronda en los cursos de verano...
–Con gran dolor para nosotros, porque Ronda es una ciudad muy importante. Hemos insistido mucho, teníamos una deuda y una falta de compromiso y no hemos obtenido respuesta, así que no se podrán realizar. Nuestra misión también es rentabilizar el dinero público.
–¿Qué plan tiene la UMA en el CIO Mijas?
–Firmamos un protocolo de intenciones con la anterior Consejería y con el cambio de gobierno lo prudente era esperar. Nosotros tenemos mucho interés de trabajar en el CIO porque representaba una oportunidad de presencia en la costa y porque tenemos un proyecto muy importante para convertirlo en un centro de innovación de industrias del ocio internacional.
También te puede interesar
Lo último
La tribuna
Voto de pobreza
Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
La financiación autonómica, ¿Guadiana o Rubicón?
Microcosmos
Brindis al sol
Alberto González Troyano
Retorno de Páramo
Contenido ofrecido por Aguas de Torremolinos
Contenido ofrecido por Cervezas Alhambra
Contenido ofrecido por Osborne