La Junta rechaza ya el Metro al Civil y apostará por prolongarlo al PTA
Infraestructuras
Moreno Bonilla justifica la decisión en el alto coste de la obra y la necesidad de "priorizar el gasto"
"Hoy por hoy la extensión al PTA es una prioridad como ciudad más importante que la extensión hasta el Hospital Civil", dice
El Metro no llegará al entorno del Hospital Civil. Ni en superficie ni soterrado. Al menos en algunos años. El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, acaba de confirmar que el ramal del ferrocarril urbano procedente de Carretera de Cádiz no será prolongado hacia la zona norte, tal y como estaba contemplado a modo de cierre de la red del suburbano. Por el contrario, ha asegurado que la apuesta de la Administración regional se va a centrar en activar su extensión hasta la barriada de Campanillas y el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA).
Con este paso adelante, Moreno Bonilla sigue la tesis dibujada meses atrás por el alcalde, Francisco de la Torre, quien apostó por abrir un periodo de reflexión en torno a la llegada del Metro al entorno del Civil. No obstante, esta línea de pensamiento discrepa con los compromisos que el ahora presidente andaluz incorporó al programa con el que concurrió, en calidad de cabeza de cartel por la provincia de Málaga, a los comicios del pasado 2 de diciembre. Ese documento incluye, de un lado, el soterramiento del Metro a la zona norte y, de otro, la llegada a la tecnópolis.
"Hay un importante a la línea en superficie al Civil; existe un debate sobre si soterrado o en superficie; estamos a tiempo de estudiar y hacer parón en línea del Metro y estudiar algo de más interés que es acercarlo al PTA", ha venido a exponer Moreno Bonilla en su primera visita institucional a la capital de la Costa del Sol, en la que ha mantenido una reunión con el regidor.
"La voluntad es agilizar al máximo la obra"
El presidente de la Junta se ha comprometido también a "agilizar al máximo" las obras de construcción del Metro ahora en marcha. Según ha expuesto, el compromiso es culminarlas "de una vez por todas", incidiendo de manera especial en al "quebranto" y las molestias que vienen causando los trabajos en el "hall de la ciudad, en la entrada a nuestra casa". Ha aludido con ello a los tajos abiertos desde hace años en la Alameda Principal (tramo Guadalmedina-Atarazanas) y desde hace algunos meses en la zona de El Corte Inglés, como parte del tramo Renfe-Guadalmedina. Sobre plazos, Moreno Bonilla ha pedido "un poco de plazo" para poder concretar más en la cuestión, pero ha dado por segura la posibilidad de tener repuesta la superficie de la Avenida de Andalucía para el tráfico y el peatón "en la primavera de 2020", fijando la posible puesta en servicio de los trenes hasta la Alameda en noviembre de 2020. "Es lo que vamos a intentar cumplir; si cumplimos nos daremos por satisfechos", ha señalado. Cabe recordar que el último calendario manejado por el anterior responsable de Fomento situaba también en noviembre del año que viene la terminación de la red.
Pero, ¿qué razones llevan al nuevo Gobierno andaluz a dejar de lado esta infraestructura? Moreno Bonilla ha señalado la existencia de análisis de la Consejería de Fomento que vienen a poner en duda la rentabilidad social de una "ingente" inversión en el desarrollo de un tramo soterrado desde la altura de El Corte Inglés hasta el cruce de la calle Blas de Lezo y Arroyo de los Ángeles.
"Hay prioridades en el gasto, tienes unos recursos, que son limitados o muy limitados, y tienes que dedicarlos a aquello que sea más funcional, más operativo, que genere más progreso y bienestar a la sociedad y hoy por hoy la extensión de la línea desde las cocheras al PTA es una prioridad como ciudad más importante que la extensión hasta el Hospital Civil", ha precisado. Afirmación tras la que ha querido aclarar que ello no implica que la posibilidad de intervenir en la extensión del Metro al Civil "quede aparcado para siempre".
Los números iniciales sitúan en unos 130 millones de euros el coste de esta intervención, frente a los 41,4 millones en los que se calcula la ejecución en superficie. Y en ambos casos para transportar del orden de 2,5 millones de viajeros. A este primer elemento económico, el dirigente regional ha sumado el “rechazo” vecinal existente en torno a esta infraestructura.
Más allá de lo recogido negro sobre blanco en el programa del PP de Málaga a las autonómicas, Moreno Bonilla hizo durante la campaña de su rechazo al Metro en superficie hasta el Civil y su apuesta por soterrarlo uno de los elementos centrales. Muestra de ello es cuando anunció su determinación de, en caso de alcanzar la Presidencia de la Junta, paralizar el proceso de licitación del ramal a ras de calle, activado el pasado octubre y aún vivo, y afirmó: "un perro es un perro, un gato es un gato y un metro es un metro, no un tranvía".
El planteamiento del mandatario andaluz cuenta con el aval del equipo de gobierno del PP en la Casona del Parque. De la Torre ha validado la opción, incidiendo en que se trata de una intervención que debe venir a mejorar las actuales condiciones que padecen los accesos a la tecnópolis. El regidor se ha mostrado dispuesto a colaborar con la Junta, que ahora tendrá que abrir un proceso de negociación y diálogo con los socios privados al frente de la concesión responsable de la explotación comercial y con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), principal fuente de financiación del proyecto.
Algo de lo que es consciente el presidente. "Entendemos que tiene fuerte rechazo por los vecinos y algunos cuestionan la idoneidad de hacer esa inversión cuando tenemos un cuello de botella en el PTA", ha aseverado, añadiendo: "hay que buscar fórmula porque detrás está el BEI y la concesionaria".
La necesidad de acercar posturas con ambos entes es clave, por cuanto la base contractual vigente entre todos los actores tiene en la llegada del Metro al Centro y al Civil dos elementos fundamentales. La anulación de uno de ellos, por más que sea sustituido por la prolongación al PTA, tiene incidencias evidentes en los plazos de terminación pactados con los socios privados, lo que, presumiblemente requerirá de una renegociación del contrato.
A modo de ejemplo, el esquema actual fija la posibilidad de alcanzar los 20,7 millones de viajeros anuales en el año 2021, incorporando los cerca de 2,7 millones que aportaría la llegada al Civil. Sin esta pieza, la diferencia de usuarios tendrá que seguir siendo compensada económicamente por la Junta hasta que sea posible sumar los usuarios del Metro al PTA. Una operación que no será rápida, por cuanto antes de poder activar cualquier intervención sobre el terreno, Fomento tendrá que actualizar los trabajos técnicos disponibles, así como calibrar nuevamente la demanda real.
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