El Metro de Málaga arranca la obra de peatonalización del lateral norte de la Alameda Principal

Málaga/Mucho se ha hecho esperar el momento, pero la obra del Metro en la Alameda Principal encara una fase clave y relevante para los comerciantes y vecinos del entorno: la reurbanización en superficie del tajo del suburbano. El paso, que acaba de anunciar este martes la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía, se produce algo más de cuatro años desde que oficialmente echase a andar el contador de una actuación que excede ya con mucho los plazos inicialmente previstos.

Sea como fuere, la determinación viene a responder a las importantes demandas expresadas desde hace meses por los empresarios del entorno de la Alameda, cuyos negocios se vienen viendo afectados de manera sensible por los trabajos de construcción del suburbano, a los que se sumó a mediados del año pasado el proyecto de reforma del eje central y el lateral sur de la Alameda, en esos casos con el Ayuntamiento como promotor directo.

De hecho, el cierre en superficie del túnel del Metro, en su extensión desde el puente de Tetuán y el cruce con la calle Puerta del Mar, se va a materializar siguiendo el modelo de peatonalización acordado y diseñado por la Gerencia de Urbanismo. Serán pues los mismos materiales que ya se pueden observar parcialmente en la parte sur de la calle, la más próxima al soho, los que se emplearán en el ala norte.

Conforme a los compromisos asumidos por la Administración regional en una reciente reunión con los empresarios de la Alameda, del Soho y de Callejones del Perchel, el objetivo es que para el primer trimestre del año que viene esté completamente repuesta la zona ahora afectada por las obras, no solo en la Alameda, sino también en la parte correspondiente a la Avenida de Andalucía. En el caso concreto de la Alameda, todo apunta que podría estar culminada la operación de reorganización en su totalidad, alcanzando el cruce con la calle Larios, en octubre o noviembre de este mismo año.

En el marco del avance de los trabajos en la parte final del recorrido del ferrocarril urbano, a la presumiblemente los trenes no llegarán hasta finales de 2020, las empresas adjudicatarias de las fases de infraestructura y superestructura, Acciona y Sando, iniciaron ayer la sustitución de las vallas que delimitan el recinto de obra por otras de menor impacto visual. De hecho, los nuevos elementos permiten visualizar de manera directa la parte del tajo. "Mejoran el aspecto visual y favorecen la convivencia con peatonales y comerciantes", exponían desde la Agencia de Obra Pública, al tiempo que destacaban que se pone en marcha la reorganización final en superficie.