Parados en el puerto de Málaga por el coronavirus
A la espera de poder retomar sus respectivas actividades seis buques afrontan la cuarentena amarrados en aguas malagueñas
Málaga/Resulta curioso que, a fecha de hoy, el puerto de Málaga tenga en sus muelles más barcos parados que en activo. Con unos tráficos muy reducidos debido a la crisis del coronavirus, las aguas malacitanas albergan una serie de buques que, por diversas circunstancias, se mantienen a la espera de que vuelva la normalidad.
Dejando a un lado al Ratibor, que como ya les informó en su momento Málaga Hoy, atracado en el muelle de la margen izquierda del río Guadalmedina está pendiente de una subasta pública (en este caso sería la segunda, ya que la primera con fecha 30 de diciembre de 2019 quedó desierta), el segundo buque parado en aguas malagueñas nos lleva al espigón pesquero norte, lugar donde permanece el Eider, el apodado como “barco de la droga” que ya, con un propietario, sobrevive envuelto en un sinfín de problemas.
Pero con independencia de estos dos barcos y directamente influenciado por la pandemia que sufrimos, amarrado en el muelle norte de la estación marítima de levante, permanece desde el 22 de marzo el buque de crucero Sovereign. Llegado con la intención de desembarcar paulatinamente a la gran mayoría de sus tripulantes, este barco adscrito a Pullmantur Cruceros, sin haber conseguido su objetivo de quedarse con una mínima dotación, pasará toda la cuarentena en aguas malacitanas.
En unas circunstancias muy diferentes a las de estos tres barcos mencionados, la nómina de buques parados se completa con otros tres en los que la crisis del coronavirus, sin ser la causa directa, sí que ha ralentizado sus actividades. Ubicados en el muelle 3-A1, justo a popa del Melillero, los remolcadores Lamnalco Macaw y Lamnalco Merlin permanecen en una aletargada fase de reparación. Llegados camino del desguace en marzo de 2019, estos dos grandes remolcadores, tras no pocas vicisitudes, entre junio y julio eran comprados in extremis salvándose de ser convertidos en chatarra. Con la intención de ser reparados en Málaga, ambos buques se mantienen con 10 tripulantes a bordo.
A la espera de cumplimentar una reparación a flote y cargado de aceite, el buque tanque Bomar Vesta, tras atracar en el muelle siete y cambiar en la jornada del 13 de marzo al muelle de levante, con 13 tripulantes a bordo espera una reparación que necesitará el transvase previo de la carga que lleva. Media docena de barcos que, por diversas circunstancias están pasando la cuarentena atracados en Málaga.
Más información sobre marítimas en El blog de Juan Carlos Cilveti: La mar de historias.
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