Pediatras piden que cada niño tenga su enfermero de referencia, como los adultos
Salud avanza que ya estudia aplicar ese sistema de la forma más rápida y efectiva aunque no da fecha
Los especialistas defienden que reduciría la posibilidad de fallos y favorecería los programas de prevención infantil
Málaga/Los adultos tienen asignado su médico de cabecera y su enfermero. Los niños, sólo su pediatra. Estos especialistas defienden que los pequeños también tengan “su” enfermero. En la actualidad, son asistidos de forma aleatoria por cualquier profesional de enfermería del centro de salud. La Consejería de Salud avanza que ya está estudiando la implantación de ese sistema de trabajo de la forma más rápida y efectiva, aunque de momento no tiene fecha.
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) lanzó la reivindicación en su reciente congreso. Estos facultativos defienden que el seguimiento de un mismo enfermero reduciría la posibilidad de fallos en la vacunación infantil y favorecería el desarrollo de programas de prevención. El problema, dicho de forma muy gráfica, así como el médico de cabecera y el enfermero son como piloto y copiloto a la hora de atender a un adulto; en el caso de los niños, el copiloto va cambiando.
Más de la mitad de los cupos, por encima de los mil niños
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) aporta datos según los cuales en Andalucía, más de la mitad de los cupos de la especialidad –el 53%– están por encima de los mil niños. Con este porcentaje, la comunidad se sitúa en quinto lugar de España después de Ceuta y Melilla (100%), Baleares (74%), Madrid (72%) y Castilla-La Mancha (58%). Y, además, 11 puntos por encima de la media nacional (42%). En Andalucía hay un total de 1.152 cupos de Pediatría. De estos, 611 (53%) están por encima de las mil cartillas. La AEPap estima que en la comunidad autónoma, unos 300.000 niños están atendidos por médicos que no son pediatras, lo que supone una inequidad respecto a los que sí disponen de esa asistencia por vivir en núcleos más poblados.
“Que sea siempre el mismo enfermero sería positivo para actividades de prevención, para pacientes pediátricos crónicos e incluso para niños especiales, como los autistas a fin que no los atienda cada vez un profesional diferente”, cree la secretaria de la Asociación Andaluza de Pediatría de Atención Primaria (AndaPap), Leonor Quesada. Además, estos especialistas advierten que Andalucía es la única comunidad de España en la que los niños no tienen un enfermero de referencia. Según la AEPap, lo más frecuente es que haya un profesional de enfermería por cada dos pediatras. Sólo en Asturias, Cantabria y Navarra la relación es de un médico y un enfermero.
La asociación ¡Basta Ya! respalda a estos especialistas en su reivindicación. La presidenta andaluza del colectivo, Carmen González, aclara que a los niños andaluces se les da el servicio de enfermería, pero que no se benefician de la continuidad de que los cuidados siempre sean de su enfermero de referencia.
“Los pediatras insisten en esa reivindicación con razón. Y desde ¡Basta Ya! los respaldamos porque la enfermería tiene un papel muy importante en atención primaria”, argumenta.
Para Quesada, se trata de un problema de “equidad”, porque los pacientes pediátricos de Andalucía no tienen un derecho que sí les asiste a los del resto de España. Además, la representante de la AndaPap esgrime que con la falta de pediatras que provoca que muchos niños sean vistos por médicos de familia y no por pediatras, sobre todo en los pueblos, es clave que puedan contar con su enfermero de referencia.
“En la comunidad autónoma tenemos un programa contra la obesidad infantil –el Piobin– que es buenísimo, pero que no se puede desarrollar porque falta uno de los pilares que es la enfermería”, asegura Quesada. A esa falta de un enfermero de referencia por cada niño achaca también, en parte, que Andalucía tenga de los niveles más bajos de vacunación a los 12 años de papiloma y meningitis C de España.
El 29% de plazas de la especialidad en los centros de salud de Andalucía no están ocupadas por pediatras
Casi el 30% de las plazas de Pediatría (29,48%) en los centros de salud andaluces no están ocupadas por titulados en esta especialidad sino por médicos de familia. En España la situación es muy dispar. En Asturias ese porcentaje apenas es del 1,75% y en Castilla-La Mancha, del 41,18%. En Andalucía, también hay muchas diferencias entre el 7% de Málaga –el más bajo– y el 58% de Huelva –el más alto–.
En la provincia de Málaga existen casi 30 plazas de pediatras que, por falta de estos especialistas, están ocupadas por médicos de familia. Dentro del territorio provincial, las diferencias repiten los desequilibrios autonómicos y nacionales. Los niños de las zonas rurales son los que menos acceso tienen a estos especialistas. Las ciudades de Ronda y Antequera, por ejemplo, cuentan en sus centros de salud con pediatras, pero no así sus comarcas, donde esa asistencia corre por cuenta de médicos de familia.
La Delegación de Salud indica que el problema es que no hay suficientes pediatras para cubrir las plazas y que por eso se opta a contratar a médicos de familia con experiencia en asistencia pediátrica.
La Asociación Andaluza de Pediatría de Atención Primaria matiza:“Lo que falta en nuestra comunidad son pediatras que quieran trabajar en el sistema sanitario público andaluz (SSPA) y, sobre todo, en atención primaria, y más si cabe, en las zonas de difícil cobertura”. Por ello, esta organización defiende que para tratar de paliar la situación, los contratos deben ser atractivos y el sueldo, proporcionado a la dificultad de la plaza: “Mientras esto no sea así, los pediatras seguirán sin querer trabajar en atención primaria del SSPA”.
Desde la Asociación no se pone en duda la profesionalidad y dedicación de los médicos de familia en funciones de pediatra, pero sí que dispongan de la formación necesaria para ocupar una plaza de Pediatría de forma prolongada. Muchos padres desconocen que sus hijos no están atendidos por un especialista y, según la organización, deberían ser informados de ello.
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