Docentes y vecinos de Palma-Palmilla reclaman una solución urgente a la violencia

El acto escolar programado en el distrito por el día de la paz se convierte en un clamor social para exigir medidas de seguridad

Lectura del manifiesto por la paz este jueves en la plaza Manuel Navarrete de Palma-Palmilla / Javier Albiñana

Málaga/Los niños del barrio, los escolares, eran los que tenían que estar en el parque Manuel Navarrete realizando un acto por la paz durante la mañana de este jueves. Pero el tiroteo de la pasada noche en el que falleció un vecino de Palma-Palmilla dejó a los pequeños dentro de la seguridad de las aulas. Fueron sus maestras y educadores, el personal del distrito, de los Servicios Sociales y vecinos los que acudieron a la lectura del manifiesto y al minuto de silencio en repulsa a los hechos violentos que acabaron con la vida de Mateo.

"El hecho que ocurrió ayer es la gota que colma el vaso de una situación que llevamos denunciando desde hace años", comenta Juan Jiménez, vecino del barrio y vocal en el distrito de Adelante Málaga. "Cada cierto tiempo ocurre esto entre pequeños grupos, que son minoritarios, pero que se enfrentan a tiros, ya a principios de año hubo uno y la Policía recogió más de 50 casquillos, algunos de armas automáticas, de subfusiles", agrega.

Para Juan, "hasta que no ocurre una desgracia no se toma conciencia de un problema que llevamos arrastrando desde hace tanto tiempo". Por ello, pide que no se espere más para "poner en marcha un plan integral de seguridad en Palma-Palmilla, que conlleva una investigación de lo ocurrido, que vaya contra las personas que tienen este tipo de armas".

Para Carmen, las casas mata de La Palma han sido su hogar desde niña. "Este tipo de cosas las vivimos con preocupación y también con vergüenza, porque aquí somos mucha gente buena y trabajadora, es una pena que pase esto y que no pongan una solución". Y recuerda la última víctima mortal de un tiroteo, "una muchacha en el portal de su casa que venía de trabajar".

Un acto escolar sin alumnos

Docentes y educadores en la lectura del manifiesto. / Javier Albiñana

Sobre el escenario, un grupo de maestras y maestros han leído el comunicado que iban a pronunciar los niños de los distintos centros educativos del distrito. "Hemos mantenido el acto para solidarizarnos con la familia de Mateo y en repulsa por estos actos, para los que pedimos una solución ya", han dicho los docentes.

La paz como tarea de todos, el respeto y el cariño, la acogida al que llega, el cuidado del entorno, la educación como herramienta de presente y llave de futuro y la capacidad transformadora de todo el que trabaja y se compromete por lograr estos objetivos fueron algunas de las claves que resaltó el manifiesto leído por las maestras y que fue seguido por un centenar de personas.

Entre ellas estaban María y Lucía, también vecinas del barrio desde siempre. "Es un barrio de trabajadores en el que hemos criado nuestros hijos y ahora vemos un futuro malo para los más pequeños", comenta María. "Esto de las pistolas y las armas crea más inseguridad, es la segunda víctima", agrega.

Un barrio de gente trabajadora

María vive en una zona "muy buena", asegura, y aunque ha tenido oportunidad de cambiar de domicilio nunca ha querido abandonar La Palma. Sin embargo, como dice Lucía, "nos afecta que siendo un barrio bien situado, con mucha actividad y cosas buenas, salga por este tipo de cosas, nos da mucha pena que se de esta visión".

Vecinos y trabajadores del barrio congregados por la paz. / Javier Albiñana

Lucía, que está en la edad de emanciparse, duda si quedarse o no en el barrio. "Me gusta vivir aquí pero luego pasa esto y dudas", apunta. Aunque, como María, asegura que "seguiremos luchando por el barrio".

Carlos Torres es coordinador del plan comunitario Proyecto Hogar y explica que "ya llevamos años peleando con las administraciones competentes para que hagan más, le pedimos que sean capaces de reaccionar ante lo que está pasando y que den explicaciones al vecindario".

Torres agrega que "la gente está un poco desesperada, cansada de vivir en esta situación cuando la película del barrio no es esta, es otra, gente humilde, trabajadora, nos cansamos de repetirlo pero es la pura verdad". Y reitera que "la gente es consciente de que hay que hacer algo, es un problema que nos afecta a todos y debemos de dar una respuesta conjunta, no es cuestión de grandes manifestaciones".

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