Alcaldes de récord Guinness: 36 años en el poder
Elecciones municipales 2019
Manuel Robles es alcalde de Comares por el PP y Cristóbal Torreblanca de Almogía por el PSOE, llegaron a la Alcaldía con 32 y 28 años respectivamente
Málaga/Manuel Robles y Cristóbal Torreblanca tienen muchas cosas en común, aunque no precisamente su ideología. Son de expresión sencilla, fácil, sin petulancias. No hay rodeos en sus palabras y su naturalidad desborda ante cualquier impostura. La sonrisa sale rápido en sus rostros y sus mensajes siempre son claros y concisos. La humildad, el trabajo y el compromiso con sus pueblos son otras de las cualidades que salta a la vista de sus vecinos y vecinas. Sus halagos los avalan los votos que emitieron el domingo pasado en las urnas. Han vuelo a salir con mayoría absoluta después de 36 años en el cargo. Manuel Robles en Comares con el Partido Popular y Cristóbal Torreblanca en Almogía con el PSOE, son dos ejemplos que a muchos les hace reconciliarse con la función pública de la política.
Manuel Robles es un hombre grande, pero es que mide 1,80 metros. Tiene una voz ronca y una mirada intensa. Esto hace, para quien no le conozca, que pueda resultar difícil iniciar una conversación. Pero es desde el primer saludo, desde el primer apretón de manos, donde asoma su bondad. Esa que aprecian los vecinos y que el pasado domingo le volvieron a apoyar con el 64,82 por ciento de los votos (422) que le permiten gobernar de nuevo con seis concejales frente a los tres del PSOE. “Esa noche la viví con una satisfacción muy grande y con un agradecimiento inmenso al pueblo. Son ya diez elecciones”, manifestó Robles que llegó al Ayuntamiento por primera vez en 1979 cuando tenía 27 años.
Lo hizo de la mano de su padre que estaba en UCD. Tres años después fue alcalde con Alianza Popular. Su hijo, Manuel Robles, es actualmente el segundo teniente alcalde de Comares. Entonces, recordó, no había ni saneamiento, ni abastecimiento de agua, ni alumbrado público ni parques infantiles. “Hoy podemos disfrutar de los mismos servicios que en Málaga”, satisfecho además de las potencialidades turísticas que tiene por sus recursos naturales y la conservación del casco histórico.
Pero estas elecciones han sido diferentes para él. “Esta vez la ilusión y las ganas de presentarme han sido por el vuelco político producido en la Junta de Andalucía. Ahora espero que se pueda hacer lo que no he podido con el presidente Juanma Moreno”, confiesa Robles que en este mandato ha conseguido la jubilación. “Quiero que se restauren y se pongan en valor los arcos árabes y la puerta, la Mesa de Mazmúllar así como otros vestigios artísticos que tenemos”, citó el alcalde quien tiene otra petición para el Gobierno Andaluz.
“Yo no me puedo ir sin dar solución a mis vecinos que levantaron una casa en suelo no urbanizable con todos los proyectos de actuación y con las licencias del Ayuntamiento”, aseveró Robles quien está satisfecho, al menos de momento, con que “el presidente ya haya declarado alegales las viviendas pero es un problema que hay que resolver de forma definitiva no sólo para los vecinos de Comares sino para todos los pueblos de interior a los que se está perjudicando. No puede ser que estén teniendo más facilidades los que hicieron casas a espaldas del Ayuntamiento que los que lo hicieron con papeles”, lamentó.
Robles a pesar de sus 36 años al frente del pueblo aseguró mantener la ilusión por seguir arreglando los caminos rurales, por haber acabado el PGOU después de 15 años y por el impulso turístico que tiene el municipio. “Para la siguiente me marcho, no quiero ser eterno ni un escollo para los jóvenes que están muy preparados.
A Torreblanca, como a Robles, lo votan vecinos incluso de diferente ideología. Aquellos que en las generales o autonómicas votan al Partido Popular, ya le anuncian cuando llegan las municipales, que “en estas, mi voto será para ti”. Esto cuenta risueño este alcalde socialista, accesible y resolutivo. “A mí me votan hasta mis adversarios”, añade entre bromas. Este maestro de profesión tenía 28 años cuando llegó al cargo. Había trabajado en el campo, había sido cabrero e incluso camarero de discoteca. Por eso, como no temía al trabajo, lo animaron los vecinos a presentarse. La primera vez que llegó a la Alcaldía fue en 1983. El domingo consiguió revalidar la mayoría absoluta con un apoyo del 57,92 por ciento (1079 votos), lo que equivale a siete concejales. Tres ha conseguido el PP y uno Izquierda Unida.
“Voy a hacer lo que he hecho siempre. Trabajar y hacer cosas por los vecinos”, manifestó. De hecho, como dice, tiene “el móvil 24 horas, todos los días del año, fiestas o domingo, para cualquier pega que haya, para ayudar todo lo posible y que los vecinos cuenten conmigo”.
Torreblanca también recordó que cuando llegó a su pueblo no había redes de saneamiento ni de agua, ni calles asfaltadas, ni mucho menos equipamientos públicos. “Mejoramos con fondos propios las comunicaciones con Málaga capital, pero siguen sin ser buenas. Ese es mi empeño es lo que quiero conseguir en este mandato, que se implique la Junta de Andalucía y la Diputación de Málaga y las mejoren”, expuso agradeciendo al pueblo de nuevo su apoyo.
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