La inmobiliaria de la ONCE plantea residencias para estudiantes y espacios coworking en sus suelos de Universidad

Málaga/La inmobiliaria de la ONCE, Oncisa, que pertenece a la Fundación Ilunion, cambia de planes en el desarrollo de parte de los suelos de uso principalmente residencial delimitados en la zona de ampliación de la Universidad. La nueva hoja de ruta diseñada implica una innovación urbanística con el objetivo de ampliar los usos posibles sobre las siete parcelas de las que dispone en estos terrenos, los mismos donde el Ayuntamiento de Málaga ya avanza en dos promociones a precio asequible con capacidad para 253 pisos.

A falta de una decisión final, según fuentes conocedoras de la operación, la idea de Oncisa pasa por dar cabida en estos nuevos desarrollos no sólo a viviendas, sino también a residencias de estudiantes, colegios mayores y otros equipamientos, al tiempo que se plantea potenciar los usos terciarios vinculados directamente con la Universidad.

"El emplazamiento de este sector nos permite analizar su situación con respecto a la Universidad y el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), cuya influencia es determinante para el futuro desarrollo de estos terrenos", se expone en la justificación de la propuesta que está siendo actualmente tramitada por la Gerencia de Urbanismo.

En este sentido, los autores de la propuesta de innovación insisten en que esta relación de colaboración entre el PTAy la UMA, lo que convierte a este sector "en una ubicación clave para la implantación de usos vinculados a la investigación tales como espacios coworking, incubadoras para startups, etc., de los que ya existen ejemplos de éxito en la ampliación del campus, con objeto de ofrecer un espacio para jóvenes pymes que buscan oficinas en zonas donde además puedan encontrar otros servicios (restaurantes, cafeterías, zonas de ocio…)".

A este primer factor los promotores suman otro igualmente relevante: la situación actual del mercado inmobiliario, en especial en el mercado de alquiler. Un escenario en el que se pone el acento en la importancia de la comunidad universitaria debido a la escasez de viviendas para estudiantes, profesores e investigadores. Algo extensible a los trabajadores de la tecnópolis.

De acuerdo con los datos contenidos en el expediente de modificación, se contemplan algo menos de medio millar de viviendas, así como 742 plazas de aparcamiento. Al tiempo, se reserva una superficie de 500 metros de techo para comercial.

Para ello, la promotora cuenta ya con el visto bueno municipal a su petición para realizar una innovación del plan parcial que rige sobre este espacio. De acuerdo con la información oficial, con este ajuste se introducen "la categoría de uso alternativo". Pero a este cambio hay que sumar la modificación de la ordenación de volúmenes y los parámetros de altura máxima, ocupación y conexiones entre parcelas previstas.

Una determinación que, en buena medida, se relaciona con la afectación de las nuevas servidumbres del aeropuerto de Málaga. La incidencia se produce, precisamente, por la decisión de la promotora de activar una innovación en el plan parcial. En este caso, la idea es materializar edificios con planta baja más cuatro alturas. Se da la circunstancia de que los bloques que la Sociedad Municipal de Vivienda no se ven alterados, dado que su planeamiento está aprobado con anterioridad.

Los terrenos afectados comprenden una extensión superficial de 465.610,7 metros cuadrados, lindando al norte con la carretera A-7056;al este, con terrenos de la ampliación de la Universidad, actualmente en desarrollo; al sur, con la autovía A-357; y al oeste, con la autovía del Mediterráneo A7.

Se encuentran parcialmente urbanizados y el sector está dividido en dos unidades de ejecución por el plan parcial que lo desarrolla, separadas por el arroyo Merino, encontrándose ejecutadas las obras de urbanización de la Unidad de Ejecución II y pendientes de ejecutar las obras de la Unidad de Ejecución I, cuyos terrenos actualmente se utilizan como circuito de cross.