Vecinos piden que Campanillas sea declarada zona catastrófica
Lluvias en Málaga
Se quejan de que el plan de emergencias de la Junta se activó cuando ya estaban inundados e insisten en sus sospechas de que se abrió la presa
Málaga/Los vecinos achican agua y quitan barro mientras piden que Campanillas sea declarada zona catastrófica. Muchos con sus coches aún debajo del agua y metida en sus sótanos, piden que se adopte esa medida ante los daños que han sufrido. Ayer, peritos del Consorcio de Seguros peinaron las partes de la barriada afectadas para tratar de hacer una primera estimación de los destrozos causados por la riada. Aún no le han puesto números.
Y mientras tanto, los vecinos se quejan de la “demora” en la activación del Plan de Emergencia. Critican que cuando la Junta lo activó a las 7:07 de la mañana del sábado, ellos ya estaban inundados. Afirman que sus sótanos, casas y garajes ya estaban anegados a esa hora. Y aseguran que empezaron a llamar advirtiendo del cariz que tomaba la situación desde poco después de las 2:00.
Desde la Junta se aclara que aunque la fase 1 de su plan se activara apenas pasadas las 7:00, los municipales –entre el que estaba el de la ciudad de Málaga– ya se habían activado “la noche previa”. La Agencia Española de Meteorología había dado un aviso amarillo, pero activó su alerta naranja sobre las 23:00 del viernes.
Los vecinos también insisten en sus sospechas de que la tromba no fue la que causó el desbordamiento del río, sino el desagüe de la presa. Unos dicen que la de Casasola y otros, que la de El Tomillar. Tanto la Junta como el Ayuntamiento lo desmienten. El propio presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno lo descartó el pasado sábado. “La presa de Casasola no se ha abierto en ningún momento”, aseguró.
Ezequiel Millán, presidente del conjunto residencial Gaucín, uno de los bloques afectados, aseguraba que la que desaguó fue la de El Tomillar que es la que regula el río Campanillas. Rafael López, otro damnificado y que lleva 44 años en la barriada, asegura que desde que se construyó la presa de Casasola “el río dejó de desbordarse”. Por eso no se creía que solo la tromba fuera la causa de la inundación.
La concejal de Servicios Operativos de Málaga, Teresa Porras, informó que Emasa y otras empresas contratadas seguían sacando agua y quitando barro. “No se escatimarán recursos; bastante han perdido ya los vecinos”, apuntaba la edil.
La indignación de los vecinos era palpable. Se sienten abandonados tras la riada. La chispa saltó cuando llegó a la barriada la líder nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Los vecinos aprovecharon para expresarle su malestar con el comportamiento de los políticos. Un residente se quejó sin pelos en la lengua ante la representante de Cs.
“Ayer el alcalde vino y ¿sabes qué hizo? Medallita, vuelta y a los Goya. Estamos indignados”, le espetó. Y siguió con sus críticas que resumían el sentir de muchos de los vecinos: “Para eso los votamos, son nuestros representantes, pero hay que arrimar el hombro, noche y día en estos casos, porque es lo que hay que hacer y olvidarnos de los Goya, que eso no es lo que importa. Lo que importa son unos vecinos que estamos arruinados”.
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